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el contexto, pero aún más, pensamos nosotros, que<br />
en sus escritos teóricos.<br />
Los personajes, primero, hacen de portavoces<br />
auctoriales cuando rechazan el peso de la historia,<br />
el «historicismo», según la expresión de Ioana<br />
56<br />
Zlotescu , del propio Gómez de la Serna. En efecto,<br />
la mayor parte de los enfermos de El doctor mueren<br />
por conservar objetos del pasado, como las pobres<br />
«Palúdicas» del capítulo homónimo. Hay cosas<br />
letales que «deben morir con el año» («Los guantes<br />
viejos», p. 21), so pena de contaminar a sus dueños,<br />
en ambientes estancados y ahogantes que hacen<br />
pensar en ciertas escenas la futura obra de Lorca<br />
Doña Rosita la soltera (1935).<br />
En este canto a la modernidad por inversión, la<br />
iglesia y la religión católica constituyen un blanco<br />
particular, como la institución militar, siendo estas<br />
dos instituciones, para el escritor libre, un compendio<br />
de gregarismo, jerarquización, ritualización extrema<br />
y conservadurismo. P. 82, en la misa de aniversario<br />
de La viuda en que Rodrigo pretende seducir a «la<br />
viuda» Cristina, el héroe se marea con el misterio de<br />
la eucaristía:<br />
ese espectáculo a que estaba tan poco<br />
acostumbrado, [en que] veía subir, como en un<br />
concurso de altura, los cálices de los distintos<br />
altares y la Sagrada Forma, que parecía volar<br />
al cielo después de cada ofrecimiento, como si<br />
fuese una especie de cometa blanca y<br />
nacarada.<br />
Frente a este «espectáculo» parecido a un número<br />
de circo o cabaré, no podemos menos de pensar en<br />
el poema «Zone» («Zona») de Guillaume Apollinaire:<br />
56 Cf. Ioana C. ZLOTESCU, edición de 6 falsas novelas<br />
(1927), Madrid, Mondadori, 1989, p. 30.<br />
Boletín<strong>RAMÓN</strong> nº16, primavera (de Madrid) 2008, <strong>página</strong> 27<br />
Es Cristo que sube al cielo mejor que los<br />
aviadores<br />
57<br />
Suyo es el récord mundial de la altura .<br />
En estas dos imágenes casi coetáneas creadas por<br />
58<br />
Apollinaire y Ramón , se pueden valorar la audacia<br />
y la modernidad de la metáfora apollineriana y la<br />
comparación ramoniana. Huelga decir que ciertas<br />
imágenes y reflexiones ramonianas dedicadas a la<br />
religión católica –pero no la de la cometa,<br />
curiosamente– fueron censuradas en La viuda por la<br />
censura franquista cuando se reeditó la novela en<br />
1943 y 1956. En cuanto al universo militar, también<br />
es blanco de la crítica de Ramón: «Un militar no<br />
existe después de muerto. Es el ser del que se<br />
pierde más la silueta, porque es un ser uniforme que<br />
no se desgaja de los seres uniformes» (p. 130).<br />
Queremos precisar, sin embargo, que estas reflexiones<br />
contra el Ejército o la Iglesia no son<br />
frecuentes en La viuda y, a veces, no van más allá<br />
de los tópicos de la época, eso sí, por parte de un<br />
escritor de entre los progresistas.<br />
Porque Ramón, en seudoburgués, critica también a<br />
la burguesía con sus valores snobs y asfixiantes, y<br />
su instinto gregario que evocamos más arriba,<br />
queriendo subvertir del interior el confort y la moral<br />
burguesa. El mejor ejemplo de esta subversión por<br />
entrismo es el caso de las «Gabardinas que matan»<br />
en El doctor (pp. 128-129). En efecto, la gabardina,<br />
dotada con un poder mortal, como ya lo hemos<br />
dicho, representa el instinto gregario y la uniformidad<br />
anónima, como la del militar, finalmente; pero, sobre<br />
todo, Ramón el burgués nos explica en este capítulo<br />
y por la propia voz de su doble el doctor Vivar por<br />
57 Guillaume APOLLINAIRE, Alcools (1912), ed. citada:<br />
París, Gallimard, 1951, p. 9 [C’est le Christ qui monte au ciel<br />
mieux que les aviateurs / Il détient le record du monde pour la<br />
hauteur].<br />
58 Ramón apreciaba mucho a Apollinaire, cf. su primer<br />
«Ismo», el «Apollinerismo», en Ismos, op. cit., pp. 19-42.