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RECUPERACIÓN <strong>DE</strong> LO CURSI<br />
Lo cursi representa en Ramón tanto el mal gusto, el<br />
kitsch, como el esnobismo o lo fútil y baladí, algo<br />
muy difícil de definir, sino –aplicado a una persona–<br />
como alguien que presume de refinado sin poderlo<br />
serlo de verdad y que, por lo tanto, peca de ridículo;<br />
o sea un concepto frágil y ambiguo donde los haya...<br />
Hay gente cursi, pero objetos o lugares también, en<br />
Ramón, que recupera lo cursi porque le gusta y<br />
quiere ver en él lo bello a veces escondido. El<br />
madrileño Rastro sí lo es: «[Es un] concentrado de<br />
pasiones cósmicas y pasiones humanas. Es un lugar<br />
en que las categorías racionales, las categorías<br />
adultas, las categorías interesadas y normativas, es<br />
decir lo bello, lo feo, lo rico, lo pobre, lo inteligente, lo<br />
tonto, ya no valen»<br />
36 .<br />
Lo cursi forma parte, al igual que las cosas más<br />
banales, de estos elementos que el ramonismo,<br />
asimismo como lo hicieron las otras vanguardias,<br />
tanto literarias como plásticas (cf. el orinal de<br />
Duchamp), quiere recuperar y magnificar unos instantes,<br />
para que el lector ya no sepa bien lo que es<br />
hermoso y lo que no. Como lo dice sintéticamente<br />
Martínez-Collado de estos deseos vanguardistas:<br />
Había que encontrar la expresión literaria<br />
capaz de asumir la crisis transformadora del<br />
nuevo arte [...]; la nueva literatura tenía que<br />
rescatar todas esas pequeñas cosas olvidadas,<br />
rescatar lo frívolo, lo absurdo, la mujer,<br />
lo decadente, incluso el tiempo, el espacio y la<br />
actualidad 37 .<br />
36 Pierre <strong>LA</strong>RTIGUE, en La tertulia des incongrus, op. cit.<br />
[[C’est] un concentré de passions cosmiques et de passions<br />
humaines. C’est un lieu où les catégories rationnelles, les<br />
catégories adultes, les catégories intéressées et normatives,<br />
c’est-à-dire le beau, le laid, le riche, le pauvre, l’intelligent, le<br />
bête, ne sont plus valables]. El Rastro sería así la apoteosis de<br />
lo cursi, según Francisco UMBRAL, Ramón y las vanguardias,<br />
Madrid, Espasa Calpe, 1978, p. 87.<br />
37 A. MARTÍNEZ-COL<strong>LA</strong>DO, op. cit., p. 19.<br />
Boletín<strong>RAMÓN</strong> nº16, primavera (de Madrid) 2008, <strong>página</strong> 22<br />
Podríamos añadir a esta lista otros aspectos de la<br />
realidad más prosaica como lo absurdo, lo desagradable,<br />
lo malo, lo feo, todas estas categorías que<br />
38<br />
implican que se amplíe la noción clásica de arte .<br />
Ramón quiere a las cosas cursis, porque quiere a las<br />
cosas en general, sobre todo cuando están pasadas<br />
de moda, pero también puede mostrarse crítico para<br />
con algunas de ellas. En su ensayo de juventud<br />
Palabras en la rueca (1911), Ramón descubre todo<br />
un inframundo cuando contempla un marron glacé,<br />
que considera un objeto de lo más cursi, relacionándolo<br />
otra vez con el inconsciente, aquí mujeril:<br />
«Toda la injusticia femenina y social, todo el creer<br />
que es amor lo que no es amor, estaba en la tontería<br />
de los marrons-glacés [...]. La trascendencia de los<br />
marrons-glacés está en el fondo de lo subconsciente,<br />
en “el ello”» 39 .<br />
Ramón, de hecho, se apoya en lo cursi desde que<br />
hizo sus pinitos en literatura hasta, por lo menos, el<br />
Ensayo sobre lo cursi (1934). Rey de lo intrascendental<br />
en la vida –en lo que ve, justamente, una<br />
especie de trascendencia–, Ramón se refugia a<br />
veces en esta futilidad de lo cursi, encontrando ahí<br />
sea optimismo, sea lucidez, y amparándose en la<br />
cursilería, a diferencia del ejemplo de los marrons<br />
glacés, pero no tan paradójicamente de lo que se<br />
podría creer, para olvidar un momento la tristeza de<br />
la vida y creer en sus ilusiones: «Para vivir los<br />
inviernos y las enfermedades no hay nada como lo<br />
cursi. Salva. Hace permanecer en la vida, sonsaca la<br />
enfermedad» 40 .<br />
38 Sobre la estética de lo feo, ver el reciente Le (dé)goût de<br />
la laideur, textos reunidos y presentados por Gwenaëlle AUBRY,<br />
París, Le Mercure de France, 2007, esp. los textos de<br />
Rodin, Kandinsky, Schoenberg, Malévitch ou Dubuffet.<br />
39 Ramón citado en A. MARTÍNEZ-COL<strong>LA</strong>DO, op. cit., p. 29.<br />
40 Op. cit., p. 232. Observación que nos recuerda al propio<br />
doctor Vivar y a su curioso método.