Marx y la muerte # Entrevistas con Fabio ... - Revista EL BUHO
Marx y la muerte # Entrevistas con Fabio ... - Revista EL BUHO
Marx y la muerte # Entrevistas con Fabio ... - Revista EL BUHO
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
y <strong>la</strong> Revolución es el ambiente en que fructi-<br />
fican a<strong>con</strong>tecimientos desgraciados como el<br />
del martes...”<br />
Valleinc<strong>la</strong>nesco hasta el final, el Senado<br />
acordó por unanimidad rendir homenaje al<br />
ejército, y en cordial respuesta <strong>la</strong> Secretaría de<br />
<strong>la</strong> Defensa Nacional invitó al pueblo a presen-<br />
ciar el “primer juego de guerra en el terreno”,<br />
es decir, a campo abierto.<br />
Ese día tuvo lugar otro homenaje: el de los<br />
escritores y artistas a Pablo Neruda, “como<br />
muestra de adhesión y simpatía a su línea polí-<br />
tica y como admiración a su acendrada obra<br />
poética”. ¿Ocurrió o no aquel<strong>la</strong> cita a <strong>la</strong>s ocho<br />
y media de <strong>la</strong> noche en el Centro Asturiano de<br />
<strong>la</strong> Ciudad de México?<br />
Éste, entre otros, es mi México, un<br />
país que ha vencido, en <strong>la</strong> figura de Tirano<br />
Banderas, el reinado de los tres poderes colo-<br />
niales: el trono, el altar y el cuartel. Ese fue<br />
el que cautivara <strong>la</strong> imaginación de Neruda,<br />
pero no el México bárbaro, aunque exis-<br />
tan no pocos de sus <strong>con</strong>trastes equívocos.<br />
Los poemas que Pablo escribiera duran-<br />
te aquellos días —“Canto a Stalingrado”,<br />
“Nuevo canto de amor a Stalingrado”— son<br />
ecos dóciles de <strong>la</strong> voz de <strong>la</strong> actualidad polí-<br />
tica que se han desvanecido, porque sus<br />
metáforas pretendieron levantar el ánimo<br />
de los combatientes inmóviles desde nues-<br />
tros países. Ciertamente el poeta dejó una<br />
granada oscura en <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> imaginaria de <strong>la</strong><br />
ciudad de Stalin.<br />
Entre su militancia poética en aquel<br />
entonces y los episodios sombríos de<br />
México, Pablo Neruda reveló lo que, a veces,<br />
ocurre en nuestras patrias: “La acción civil<br />
—escribió— es entrecortada y difícil. El<br />
sometimiento adopta diversas corrientes que<br />
se estratifican alrededor del trono”. Hal<strong>la</strong>zgo<br />
<strong>la</strong>tinoamericano que de <strong>la</strong>s victorias electora-<br />
les descendió aquí a <strong>la</strong> invención demoniaca<br />
de Pisagua. Fue el tiempo, exactamente, del<br />
centenario de <strong>la</strong> guerra de <strong>con</strong>quista de los<br />
Estados Unidos <strong>con</strong>tra mi patria y de <strong>la</strong> carta<br />
circu<strong>la</strong>r de Pablo, impresa en México, <strong>con</strong> pró-<br />
logo de José Mancisidor.<br />
“Me disponía a trenzar de nuevo el ritmo y<br />
el sonido de mi poesía —<strong>con</strong>fesó— me prepa-<br />
raba a cantar de nuevo ensimismándome en <strong>la</strong><br />
profundidad de mi tierra y en sus más secretas<br />
raíces, cuando el drama que os he reve<strong>la</strong>do a<br />
grandes trazos comenzó a gravitar sobre todas<br />
<strong>la</strong>s vidas chilenas”.<br />
Aída Emart<br />
para <strong>la</strong> memoria histórica V