Revista Sant Bani - Volumen 7, Número 2. Sept ... - Sant Bani Ashram

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Iniciación sólo cuando estuviera plenamente convencido. Hasta cuando llegara ese momento él debía seguir asistiendo a los Satsangs. Se le invitó a que fuera también a Bangalore y se beneficiara del programa en esa ciudad. Sant Ji le prometió al amado que recibiría la Iniciación pero en su debido momento. Aquel amado quedó gratamente impresionado. La otra persona es uno de los más altos funcionarios del gobierno de la India, quien asistió acompañado de su esposa y conoció por primera vez a Sant Ji. Sant Ji lo recibió con amabilidad y le dijo que como él tenía una elevada posición en el gobierno, gozaba de mucho respeto en la sociedad y estaba en óptimas condiciones económicas, seguramente se sentiría feliz y tranquilo, a lo cual el visitante respondió que no. Sant Ji entonces dijo que la verdadera felicidad y tranquilidad se obtienen únicamente al ir dentro de uno mismo y hacer contacto con el Poder conocido como Naam, Akash Bani o el Verbo. Este Poder es el lenguaje que no se habla y la ley que no está escrita. Sant Ji le explicó que éste es un asunto práctico para ser resuelto con ayuda de la guía y gracia de un Maestro perfecto que haya hecho El mismo todas estas cosas, que se haya unido con Dios Todopoderoso y que lo haga manifiesto dentro de Sí mismo. Sant Ji dijo que así como uno va a consultar un buen médico cuando se enferma, sin importar a qué comunidad, país o religión pertenece, asimismo, para re- 20 cibir el conocimiento espiritual uno debía dirigirse a un experto en la materia, sin prestar atención a la identificación externa que tuviera. Y luego, después de obtener la Iniciación e instrucciones de El, uno debía trabajar en ello con regularidad y firmemente dispuesto a lograr los resultados. Estas pocas palabras encontraron acogida en el visitante y prometió ir a ver a Sant Ji en el Rajasthán. Nosotros tenemos mucho que aprender de la vida de los Seres perfectos. Desde la primera sesión, Sant Ji solía llegar al salón de Satsang con cierta anticipación al programa. El primer día cuando Sant Ji le pidió a Pappú que se pusieran en camino al salón, Pappú le hizo notar que todavía no era hora, a lo cual contestó Sant Ji: "Pappú, en vez de hacer que el sangat espere mi llegada, vamos y yo esperaré la llegada de los amados." Cuando Sant Ji llegaba al salón, permanecía diez minutos en silencio sentado en Su silla, antes de dar comienzo a Su charla. Así ocurrió en cada sesión. Tenemos que impregnarnos de la humildad de los Santos. Lo mejor del programa fue que a pesar de la pesada carga de trabajo que tenía Sant Ji, Su salud estuvo en buenas condiciones, aunque se notó que cuando El se levantaba de estar sentado durante tres horas continuas en las sesiones de darshan privado, tenía los pies un poco hinchados y el calzado le entraba con dificultad. Pero, en general, se le veía sonriente y de buen ánimo, así se le notara la fatiga SANT BANI

a lo ancho de la frente. A una pregunta sobre Su salud que le hizo un amado el último día del programa, contestó diciendo que los amados habían venido de muchos puntos distantes a meditar en grupo y a escuchar el Satsang con atención, y esto por sí solo le daba fortaleza y satisfacción conducentes a una buena salud. Al término del programa, lo mismo que al comienzo, dio gracias a Hazur Sawan y a Kirpal por brindar a cuantos asistieron al programa, la oportunidad de hacer Su divina remembranza y Su devoción. Dijo que estas cosas son las únicas que podemos considerar como propias y que nos acompañarán cuando partamos de este mundo. Le agradeció además a Septiembre 1993 todos los amados que hubieran tomado tiempo para asistir al programa y agradeció a los que hicieron los preparativos, y expresó Su confianza de que al regresar al hogar, cada uno de los amados continuaría con sus meditaciones en forma regular y con fe. El programa se desenvolvió satisfactoriamente, los participantes lo disfrutaron plenamente, no se presentaron obstáculos insuperables y la presencia de Sant Ji se sintió en todas partes, aun sin estar El físicamente presente. Cada uno de los amados sintió el deseo y pidió en oración que Sant Ji continuara ofreciendo estas oportunidades de reunirse en la remembranza divina, tan frecuente como fuera posible. 21

a lo ancho de la frente. A una pregunta<br />

sobre Su salud que le hizo un amado<br />

el último día del programa, contestó<br />

diciendo que los amados habían<br />

venido de muchos puntos distantes a<br />

meditar en grupo y a escuchar el Satsang<br />

con atención, y esto por sí solo<br />

le daba fortaleza y satisfacción conducentes<br />

a una buena salud.<br />

Al término del programa, lo mismo<br />

que al comienzo, dio gracias a<br />

Hazur Sawan y a Kirpal por brindar a<br />

cuantos asistieron al programa, la<br />

oportunidad de hacer Su divina remembranza<br />

y Su devoción. Dijo que<br />

estas cosas son las únicas que podemos<br />

considerar como propias y que<br />

nos acompañarán cuando partamos de<br />

este mundo. Le agradeció además a<br />

<strong>Sept</strong>iembre 1993<br />

todos los amados que hubieran tomado<br />

tiempo para asistir al programa y<br />

agradeció a los que hicieron los preparativos,<br />

y expresó Su confianza de<br />

que al regresar al hogar, cada uno de<br />

los amados continuaría con sus meditaciones<br />

en forma regular y con fe.<br />

El programa se desenvolvió satisfactoriamente,<br />

los participantes lo disfrutaron<br />

plenamente, no se presentaron<br />

obstáculos insuperables y la<br />

presencia de <strong>Sant</strong> Ji se sintió en todas<br />

partes, aun sin estar El físicamente<br />

presente. Cada uno de los amados sintió<br />

el deseo y pidió en oración que<br />

<strong>Sant</strong> Ji continuara ofreciendo estas<br />

oportunidades de reunirse en la remembranza<br />

divina, tan frecuente<br />

como fuera posible.<br />

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