EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
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El juez me dijo que me acusan de formar un grupo delincuente y que Lijfawni Abdellahi,
Sidahmed Talmidi y yo hemos organizado una célula, que recibimos apoyo de
Omar Bulsan y E Jalil Sid Mhammad, que habíamos obligado a la gente del Gdeim
Izik a permanecer en el campamento. Les dije que no tenía nada que ver con lo que
me acusaban y que me habían detenido por mis actividades políticas y por reivindicar
el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y por mi rechazo a la
ocupación marroquí del Sáhara Occidental. N’dour El Houssine.
Periódico de acusaciones e impunidad judicial
Después de seis meses en la prisión, cuando me presentaron ante el juez de interrogatorio,
ante el juez me enteré que tenía un periódico de acusaciones interminables,
formar banda criminal, prender fuego en propiedades ajenas, desorden público, desobediencia
a la autoridad, ¿qué te voy a decir?, son muchas, pertenencia a organización
separatista, pertenencia a asociaciones ilegalizadas, hacer propaganda contra
la patria. Y muchas otras más, no me acuerdo de ellas.
El juez de interrogatorio me preguntó por todas estas acusaciones, los chicos que
estaban conmigo y que se supone que estamos juntos en el asunto, declararon que ni
siquiera me conocían. Ellos estaban acusados por prender fuego en el cuarto distrito
de la policía en El Aaiún. En la fecha que constaba en el informe que les había dado
la orden de prender el fuego en aquel distrito, yo estaba en El Cairo haciendo una
formación con Amnistía Internacional en Egipto. Aquí está la fecha en el pasaporte,
aquí está el visado, invitado por Amnistía Internacional. El juez de interrogatorio me
dijo: “tú eres un activista de derechos humanos, yo aquí estoy cumpliendo órdenes,
estos chicos dicen que no te conocen, sé que eres inocente, pero yo tengo que cumplir
las órdenes. Te voy a mandar a la cárcel, y cuando seas liberado ya volverás a tu
activismo”.
Mi abogado era Bujaled Mohamed. Había otros abogados voluntarios, entre ellos
Lehbib Rguibi. Después de presentarme ante el juez de interrogatorio, se celebró
el juicio, me condenaron a diez años de prisión. En el juicio les dije: “Me estáis
acusando por algo que no he hecho, estoy aquí por mis convicciones políticas y mi
activismo, he dicho antes en un tribunal militar y lo voy a repetir aquí, que seguiré
reclamando el derecho de autodeterminación”. Bazeid Salek.
Otra falta de garantías tiene que ver con que en la mayor parte de los casos existe una
ausencia de documentación médica de las torturas. En muchas ocasiones denunciadas por
las víctimas, las mismas autoridades policiales o gubernativas limitan la posibilidad de
realizar denuncias por el trato sufrido, poniendo un contexto que hace imposible, o muy
arriesgado para la seguridad personal, realizar una denuncia.
Nos llevaron directamente a una habitación bajo vigilancia de dos policías, al cabo
de media hora vino un policía y me dijo: “Vas a salir”. Y yo le dije: “Mira pero yo
quiero declarar al juez que no tengo ni mi coche, que no puedo ni moverme, que fui