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EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

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Capítulo 17. Modus operandi<br />

Nos llevaron al tribunal, nos presentaron ante el juez de interrogatorio que nos<br />

leía las acusaciones que nos han leído el primer día. Las acusaciones eran: sabotaje<br />

de los bienes del Estado, llevar a bombonas de gas, formar banda criminal,<br />

colaboración con países enemigos, como Argelia y el POLISARIO. Nos preguntó<br />

cuál era nuestra respuesta. Le dijimos que nosotros lo que reivindicamos era la<br />

autodeterminación, que íbamos a Argelia a dar nuestros testimonios sobre lo que<br />

veíamos aquí, que íbamos a los campamentos de refugiados y veíamos a nuestros<br />

dirigentes, íbamos a la otra mitad de nuestro cuerpo que lo divide un muro, vimos<br />

a nuestras familias que estaban allá. Le dijimos también que estas acusaciones<br />

eran falsas y que no teníamos nada que ver con ellas. Después nos dirigió a la<br />

cárcel y por la tarde nos liberaron, sobre las 17h. Nguia Elhawasi.<br />

La mayor parte de los detenidos en la actualidad son acusados de hasta ocho, diez o doce<br />

tipos distintos de delitos relacionados con la participación en acciones reivindicativas<br />

pacíficas a las que se suman delitos como quema de coches o violencia. El siguiente caso<br />

,de uno de los encargados de seguridad del campamento de Gdeim Izik en 2010 muestra<br />

cómo la legalidad es utilizada para criminalizar la protesta de forma totalmente arbitraria.<br />

Mientras el campamento estuvo activo, los delegados del gobierno negociaron con los<br />

líderes que lo gestionaban, llegaron a algunos acuerdos a pesar del control y el clima de<br />

miedo a una intervención militar que se vivía. Después de que esta se dio, con el trágico<br />

resultado de varios saharauis y policías muertos en el desalojo violento, las autoridades<br />

marroquíes inculparon a quienes dirigían ese campamento con atribución de responsabilidades<br />

de cosas en las que se demostró que muchos no habían participado. También criminalizando<br />

acciones como el propio campamento de Gdeim Izik, que había sido pacíficas<br />

sin producir ningún tipo de disturbio hasta la intervención marroquí.<br />

El 17 de mayo fui puesto en libertad condicional. De las trece acusaciones anularon<br />

cuatro de las que solo me acuerdo de dos, el asesinato y el robo, y quedaron<br />

unas ocho que son formación de pandillas criminales, obstaculización de las vías<br />

públicas, sabotaje a las propiedades ajenas, disturbios, agresión a los agentes de<br />

la autoridad mientras cumplían con sus deberes, conspiración con agentes externos<br />

y separatismo. Omar N’Dour.<br />

Esta fabricación de acusaciones llega en ocasiones al absurdo como señalar que los líderes<br />

del campamento de Gdeim Izik tenían secuestrada a la población que había ido<br />

llegando durante los primeros días hasta un total estimado de 20.000 personas, cuando<br />

fueron las autoridades marroquíes quienes construyeron varios cercos y muros para tener<br />

controlada la población solamente dejando una entrada y una salida donde se encontraban<br />

varios controles de la gendarmería y policías marroquíes, y un cerco vigilado militarmente<br />

por fuerzas auxiliares y antidisturbios.<br />

No me torturaron pero me sometieron a interrogatorio me preguntaron por los<br />

acompañantes Javier, Silvia, Antonio e Isabel, me preguntaron quién traía ayuda al<br />

campamento Gdeim Izik… El segundo día nos vendaron los ojos, pusieron mi huella<br />

en papeles, pero no sé si está escrito algo o no, luego nos llevaron a los juzgados.<br />

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