EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

Capítulo 17. Modus operandi
muestran la oposición al proyecto de control marroquí del territorio o las salidas ofrecidas
por el régimen como una autonomía dentro del Estado marroquí, y evitar que la reivindicación
de la autodeterminación tenga voces que puedan ser escuchadas en el mundo.
He pasado tres días y noches en la comisaría, con interrogatorio todo el día, hasta
una hora muy tarde de la madrugada en la sede de la policía judicial. Después me
llevaron a la comisaría que está en avenida Smara. El interrogatorio era sobre mi
postura sobre el caso del Sáhara Occidental y mi relación con las organizaciones no
gubernamentales como Amnistía Internacional, con las asociaciones que apoyan a los
saharauis, sobre todo españolas e italianas, mi relación con los activistas de derechos
humanos. Ellos escribían algo, era un proceso verbal. Después de tres días, desde el
17 al 19 de junio en la comisaria, me han llevado al juez de instrucción. El procurador
estaba sorprendido al ver una declaración que no tenía nada que ver con lo que he
dicho, donde se decía que era una jefa de una banda criminal que incitó a los jóvenes
de quemar los bienes de no sé qué. Aminatou Haidar.
Muchas víctimas son a la vez detenidas y acusadas, en un fenómeno de inversión de la
culpa típico de regímenes autoritarios cuando las víctimas de detenciones arbitrarias son
presentadas como los responsables de haber cometido delitos. Los interrogatorios y señalamientos
se repiten una y otra vez en los testimonios de las víctimas de todas las épocas,
las mismas acusaciones y el mismo desprecio por su identidad.
Cuando nos llevaron a la comisaría nos pegaron a todos juntos pero luego nos
interrogaban a cada persona sola, nos preguntaban el nombre y el apellido de la
tribu, nos aconsejaban que deberíamos apartarnos de lo que estábamos haciendo,
nos preguntaban quién subvenciona todo este movimiento a lo que respondíamos
que la subvención era de nosotros mismos, era nuestra causa y nuestra obligación.
Me preguntaban que cuál era el objetivo de lo que estaba haciendo, a lo
que respondía que queríamos la independencia y nuestra bandera nacional sobre
nuestro territorio, nosotros queríamos la unión de nuestro pueblo, esto era un Estado
de maltrato, era inhumano, era un Estado que no distinguía entre el pequeño
y el grande. Nos decían: “¿Qué es lo que hará ahora el presidente con vosotros y
que venga a liberarles Abdelaziz si puede?”. Ghlana Barhah.
Falta de garantías judiciales y penitenciarias
Desde el único juicio ante tribunales ordinarios realizado en plena época de las desapariciones
forzadas en 1980, al llamado grupo de los 26, las condiciones de los juicios realizados
contra detenidos saharauis han sido en la mayoría de las ocasiones totalmente arbitrarias
y con absoluta indefensión de los acusados que habían sido a su vez víctimas de torturas.
El juicio formal fue así. Nos llevaron al juzgado y en la sala solo estaban los familiares
directos, no había prensa y estaba lleno de policías. El juicio para cada uno
ha durado unos cinco minutos. “¿Cómo te llamas?, ¿Cómo se llaman tu madre y
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