EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
ción si colaboraba con sus captores o bien continuar en el infierno del centro clandestino
donde se encontraba en 1982.
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Nos llamaron a cada uno por una parte, nos dijeron que venían de Rabat y que
traían dos propuestas, que si queríamos trabajar con ellos, que iban a traer nuestros
papeles de Francia y que podíamos volver a trabajar allí y recoger a nuestros
cuatro niños, volver a París. Si no, nos iban a llevar a un sitio donde nadie iba a
saber de nosotros, ni nosotros de nadie. Najat Khnaibila.
Si bien el régimen marroquí ha contado desde el inicio con apoyo minoritario de una parte
de la población saharaui, las ofertas de colaboración a personas detenidas han incluido,
en ocasiones, proporcionar también información sobre personas aparentemente cercanas
al régimen marroquí, lo que muestra la desconfianza frente a todo lo saharaui, aún con
sectores en los que se presume la colaboración.
Durante el interrogatorio me preguntaban sobre saharauis de dinero que siempre
había creído que eran pro-marroquíes. Esto me hizo pensar que no tenían confianza
sobre los saharauis. Ellos me preguntaban si éstos me apoyaban económicamente
el movimiento clandestino. El Ghalia Djimi.
Los intentos de forzar la colaboración no solo se han dado de forma muy amplia en los
contextos de personas detenidas a quienes se trata de obligar a delatar a otras, proporcionar
acusaciones o ejercer de informantes una vez liberados. Es decir, si bien la estrategia de
forzar la colaboración es inherente al uso de la tortura, así como quebrar la resistencia del
detenido, en el caso del Sáhara Occidental dichas acciones han tenido desde el inicio de la
ocupación hasta la actualidad un doble objetivo. Instrumental por lo que se refiere a obtener
información o colaboración para desmantelar las formas de resistencia. Además, simbólico,
con el fin de transmitir la idea de la aceptación de la marroquinidad del Sáhara Occidental.
Estas prácticas simbólicas, sin embargo, también tejen otro tipo de situaciones de la vida
cotidiana, alejadas del horror de las detenciones o torturas, en las que se juega la imagen y
la posibilidad de difundir la pretendida “marroquinidad” del Sáhara Occidental. El siguiente
ejemplo corresponde al nacimiento de una niña que provenía de los campamentos saharauis
durante su estancia en el Sáhara Occidental como parte de una visita del programa de intercambios
y visitas de ACNUR entre el Sáhara Occidental y los campamentos de Tinduf.
Puedo hablar de un caso de un primo mío se fue de aquí a los dieciséis años, en el
año 1975, creció allí, cuando vino a visitar a su padre aquí, después de haber tenido
familia allá, vino con su mujer y sus hijos con él, tuvo la suerte de que su mujer
estaba embarazada y dio la luz aquí, con lo cual se quedaron aquí dos meses. Esta
fue una oportunidad para vernos con él más veces, casi diariamente nos vimos.
El gobierno marroquí le intentó convencer para quedarse aquí. Cuando nació su
hija, le decían que esa niña era marroquí y la iban a inscribir en el registro civil
de Marruecos. El negó diciendo que su hija era saharaui e iba a volver a los campamentos
saharauis. Rechazó todas las ofertas que le proponían unos notables de
la ciudad que trabajan con Marruecos. Bazeid Salek.