EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
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Era más salvaje en 1976, te daban patadas por donde quiera. Si morías daba
igual. Esta vez era como si quisieran dejarte vivo. Te torturan de una forma más
científica, quizás para sacarte más información. Bachir Azman Hussein.
Las muertes a consecuencia de torturas fueron frecuentes especialmente durante los primeros
años, pero se extendieron hasta 1993, aunque existen algunos casos sin esclarecer
posteriores. Defender su derecho a la autodeterminación, o incluso declararse como saharaui
opuesto a la ocupación, han sido consideradas durante todas estas décadas como
agresiones contra Marruecos. De esta manera las autoridades marroquíes criminalizaron
desde el inicio el ejercicio del derecho a la identidad o a la libertad de expresión de sus
propias convicciones políticas, a la vez que estos se convertían en un motivo para ser
objeto de malos tratos o torturas.
Cuando volvimos a la sala de tortura me quitaron la venda de los ojos y me sentaron
en una silla, vi una mesa grande de forma oval y alrededor varios hombres,
entre ellos el jefe de la DST que se llama Alabouch Abdelaziz que venía de Rabat,
con él estaba El Arbi Hariz que me detuvo en el trabajo, estaba también Brahim
Bensami, Ben El Arabi, Sanhaji y el jefe de la policía judicial Lemhaoui. Este señor
era un viejo y me dijo: “Ah, eres tú. Yo creo que tú eres una buena mujer y tú
con esto quieres dar un golpe a Marruecos”. El Ghalia Djimi.
La primera pregunta era ¿Qué nacionalidad tienes? Nosotros decíamos saharaui
y él nos decía: “No, marroquí quieras o no quieras”. Comenzaba a insultar,
pero nosotros éramos jóvenes y estábamos convencidos de nuestra nacionalidad
saharaui, pero él no entendía. El jefe y cuatro más. Estaban vestidos de paisano.
Naama Eluali.
La mayor parte de las veces, la tortura estuvo acompañada de otros tratos inhumanos o
degradantes como la privación de alimentación, hacinamiento y contaminación física.
Sin embargo, algunos presos considerados “especiales” estuvieron durante algunos momentos
aislados y fueron obligados a comer. Estos casos de combinar torturas extremas
con alimentación tuvieron por objetivo alargar el tiempo de tormento, y la posibilidad
de continuar con los interrogatorios en condiciones físicas que permitieran seguir con
la tortura.
Durante mi estancia en Derb Moulay Chérif, por las noches nos obligaban a comer
pero mucho, muchas verduras, muchos garbanzos, y féculas, para engordarnos y que
aguantáramos la máxima fuerza de la tortura. Eso fue durante toda nuestra estancia
en este centro, aunque no quisieras, te obligaban por la fuerza a comer todo lo posible
por la noche. Querían sacar la máxima información posible. A veces, los oficiales,
tras tantas horas de tortura, mandaban a los guardianes que nos llevaran a la ducha
para luego degollarnos, lo que era una excusa. La razón era que a ellos, como olían
tan bien e iban perfumados, les molestaba hasta el olor del preso que apestaba. Nos
llevaban a la ducha con jabón y todo y volvíamos como nuevos otra vez a la sala de
tortura, no lo hacían por nuestra higiene sino por su bienestar. Daoud Elkadhir.