EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

Capítulo 17. Modus operandi
preguntaron: “¿Eres fulano?” y respondió: “sí”. Le dijeron: “Vienes con nosotros”.
Elhartani Mohamed Salem Hamdi.
Estaba en casa cuando llegó el coche de gendarmería, tenían una lista de mujeres
a ser secuestradas, preguntaron por mí, al identificarme me mandaron a subir en
el coche. Hab-bla Lehbib.
La práctica sistemática de interrogatorios tenía una duración muy amplia. Si bien en general
estos se prolongaban durante las primeras semanas de detención, se alargaron en
muchos casos hasta dos o tres meses.
Los interrogatorios duraron dos meses, nos llevaban a mí y a El Ghalia sobre todo
a las dos, siempre una pregunta, por la mañana, por la tarde. A veces a las 4h de
la madrugada vienen para tomar una declaración. Esto era el día 21 sin comer.
Aminatou Haidar.
Uso de declaraciones auto-inculpatorias forzadas
Entre 1975 y 1993 muchos detenidos fueron obligados a firmar declaraciones que no
pudieron ver y que no iban a tener ningún uso para legalizar las capturas. Dichas declaraciones
parecen más obedecer a la necesidad de tener “resultados” por parte de los captores
frente a las autoridades de más alto nivel que, a la veracidad de las mismas o su uso
público para inculpar a los detenidos. Los detenidos se encontraban desaparecidos y no
había ninguna posibilidad de ser inculpados legalmente, por lo que dichas imputaciones
tuvieron más un uso interno.
¿Qué relación tienes con el POLISARIO? ¿Quién cuelga las banderas del POLI-
SARIO? ¿Quién os trae las informaciones del POLISARIO? ¿Cómo llegan estas
informaciones? ¿Quién es el jefe de la célula? ¿Cuáles son los medios de información?...
Al final nos hicieron firmar unas declaraciones, nos obligaron a firmar
y teníamos los ojos vendados. Ignoramos totalmente el contenido de las declaraciones.
Brahim Ballagh.
Firmamos la acusación que han hecho ellos porque nos obligaron, no nos dejaron
leerla, eran más o menos catorce folios. La acusación estaba escrita en árabe. En
ese momento no teníamos los ojos vendados, pero tampoco nos dejaron leer la
acusación, nos dieron el bolígrafo y nos enseñaron dónde teníamos que firmar y si
te negabas te torturan. Mahmud Lewaidi.
Hicieron un par de expedientes y nos forzaron a firmarlos, nosotros no podíamos
firmar algo que no sabíamos qué decía. Nos obligaron a firmarlo pero al año y
medio. En total pasamos un año y medio en ese lugar. Naama Eluali.
Entre todos los testimonios analizados para este estudio, el que se incluye a continuación
es el único en que la tortura duró solo un día. Esto ocurrió en mayo de 1993, en la ciudad
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