EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

Capítulo 17. Modus operandi
Convivencia y coacción. Los perpetradores y las víctimas en la vida cotidiana
Muchas víctimas conocen a sus victimarios o se han encontrado con ellos en circunstancias
de la vida cotidiana. Lejos de ocultar su identidad, el contacto explícito con
sus víctimas es parte de la impunidad en la que se encuentran y de la extensión de la
amenaza en la vida cotidiana.
En relación con nuestros torturadores, podría reconocer a uno de ellos por su voz,
pues se me quedó grabada, ya que siempre nos decía: “Come carne, come carne”,
y nos ponía cucarachas. Además, posteriormente, una vez ya liberado, me encontré
a este guardia en la estación de taxis de El Aaiún y él me preguntó si le reconocía:
no recordaba su cara pero reconocí su voz. Sidi Mohamed Ali Brahim.
Había dos guardias uno de ellos me dijo: “¿No me recuerdas?, yo te conozco desde
pequeña cuando tu mamá te llevaba el desayuno a la escuela”. El Ghalia Djimi.
Me detiene la policía judicial, específicamente uno que se conoce con el nombre de
Hassan y un saharaui de origen mauritano que se llama Mohamed Lagag que siempre
me interrogaba cuando era detenida. También era el que registraba mi casa,
fue también el que amenazó a mi familia en 1980 cuando me llevaron. Les dijo que
no debían tener ninguna visita, si no les iba a llevar como a mí. Degja Lachgar.
Detenciones masivas e indiscriminadas
Desde los primeros meses de la ocupación marroquí, mucha gente trató de ocultar
su documentación al percibir, como en realidad se estaba empezando a dar ya, que
muchas personas estaban siendo detenidas por sus relaciones familiares, sin ningún
otro motivo.
Teníamos el Libro de Familia, pero lo perdimos, y os cuento como fue; cuando
empezaron las detenciones la gente escondía sus documentaciones españolas. Las
enterramos y quedó en muy mal estado. La metí debajo de una piedra sin ningún
tipo de protección. Los marroquíes nos pedían el Libro de Familia y se lo querían
quedar para el futuro... y el carnet español se me perdió. Elhartani Mohamed
Salem Hamdi.
Las detenciones por tener familiares en el Frente POLISARIO llegaron a afectar incluso
a niños y niñas hijos o sobrinos de conocidos miembros de la recién declarada RASD
en febrero de 1976. Entre el periodo de 1975 y 1996, salvo los detenidos saharauis que
eran miembros militares del Frente POLISARIO, el resto de los detenidos desaparecidos
fueron población civil. En dicha población se encontraban muchas personas que eran
simpatizantes, otras que no tenían nada que ver con el Frente POLISARIO y algunos que
eran militantes políticos de éste. Para los captores no había ninguna diferencia en el trato
y la tortura ejercida contra estos diferentes grupos.
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