EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
vieron que huir y refugiarse temporalmente en el desierto o en Mauritania, Argelia y Europa.
Otras que sufren las consecuencias de las torturas sufridas que se extienden en el tiempo. Los
impactos del miedo, el riesgo para las familias, o las condiciones de encarcelamiento durante
más de dos años, sin un juicio justo hasta ahora, y los procesos militares pendientes, así como
la falta de garantías e incertidumbre para las víctimas de torturas, siguen todavía pesando
como una losa sobre los afectados y quienes participaron en la experiencia del campamento.
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Por supuesto que hay muchas cicatrices, físicas pero también psicológicas. Ya no
puedo continuar mis estudios. He pasado un tiempo durmiendo una hora o dos
apenas en todo el día. Una de mis manos se hincha, con dolor en toda la mano,
todavía hoy en día. Los peores recuerdos son los de la violación, es lo que más me
afecta. Ahora sí me estoy curando. Me están haciendo masaje con una pomada.
Me lo hace la familia en casa, mis hermanas. Tengo dolor en la mano y especialmente
en los dedos que se me hinchan a veces. Omar N’Dour.
Muchas de estas secuelas han permanecido en las víctimas de tortura durante meses o
más de un año. Los impactos físicos en muchos de ellos han dejado discapacidades importantes,
como consecuencia de fracturas, luxaciones y otras lesiones graves (ver capítulo
de torturas en detenciones arbitrarias). En otros casos los impactos psicológicos se
prolongan en el tiempo, en una mezcla de impacto traumático de los hechos, imágenes
intrusivas y malestar emocional, pero también un sentimiento de impotencia por el comportamiento
de las fuerzas de seguridad marroquíes y las consecuencias del desmantelamiento
del campamento.
Cuando salí estaba muy mal. Los primeros días después de que salí, me levantaba
al menos diez veces por la noche. Unas veces por el dolor, otras veces porque
pensaba que venían a por mí. Siempre me quedan pesadillas… La verdad es que
muy mal. Muchas cosas podré olvidarlas, pero otras cosas, como cuando vino mi
madre y se puso encima de mi y empezaron a golpearla a ella también, y tu no
puedes hacer nada… esas cosas no se olvidan. Luego te dejan nervioso y siempre
tienes algo dentro ¿y si me encuentro con este? E incluso te echan la culpa a ti. Somos
culpables de todo eso. Si hubieran echado cinco o seis bombas lacrimógenas
todo el mundo sale, tú sabes que eso es muy fuerte.. Si tú ves que están pegando
a tu madre, o a tu hermana o tu mujer vas a plantar cara. Siempre tengo miedo
y pienso, si voy al El Aaiún, y me dejan pasar, voy a mi casa, y siempre tengo en
la cabeza: van a venir detrás de mí. Y la verdad es que hice las declaraciones y
ahora no sé lo que va a pasar. Ahmed Yeddou.
Un balance de la experiencia: de la destrucción a la esperanza
Las consecuencias del desmantelamiento del campamento, en la convivencia entre la
población marroquí y la población saharaui, no solo tuvieron que ver con las amenazas
o agresiones sufridas por algunos sectores saharauis en los primeros días. También han
supuesto, en algunos casos, confrontarse con los estereotipos y el impacto de la propaganda
y la polarización en las relaciones interpersonales en un contexto en el que toda la