EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

Capítulo 16. Gdeim Izik
Numerosas detenciones arbitrarias se dieron en ese tiempo, sin ningún tipo de orden judicial
ni garantía para la integridad física o psicológica de las personas detenidas y sus
familias. Las descripciones recogidas en numerosos testimonios señalan el accionar con
todo lujo de fuerza, ausencia de información sobre los motivos de la captura, golpes en
los traslados a instalaciones policiales, y arbitrariedad en las acciones.
Eran casi las 15h del 8 de Noviembre de 2010. Estaba con mi hermano
y mi madre en nuestra casa, cuando fuimos sorprendidos por golpes de
pedradas en las ventanas. A continuación, algunos asaltantes se acercaron
a la puerta de nuestra casa para intentar robar. Con la ayuda de mi
hermano, pudimos resistir. Entonces uno de ellos alcanzó a mi hermano en
la cabeza con un machete, provocándole heridas graves. Eran decenas de
ciudadanos marroquíes apoyados por policías uniformados y equipados
con cascos, pistolas, metralletas y granadas lacrimógenas. Destruyeron
totalmente nuestra propiedad, robaron nuestro televisor, mi ordenador personal
y otros equipos. Nawf Babouzayd 335 .
Las detenciones arbitrarias y torturas
Un día antes del desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik, el 7 de noviembre,
los miembros del Comité de Diálogo fueron acusados penalmente por el secuestro de
civiles saharauis que se encontraban en el Campamento y de la politización de las demandas
sociales. En consecuencia el Fiscal del Tribunal de Apelación del Aaiún ordenó su
busca y captura, cuestión que fue publicada por la Agencia Oficial de noticias (MAP) y
los medios de comunicación en Marruecos.
Así, detuvieron al defensor saharaui de derechos humanos de la asociación ASVDH Naama
Asfari cuando se encontraba en la casa de un amigo en El Aaiún por su participación en
el Campamento Gdeim Izik. Actualmente Naam está en la cárcel de Salé procesado, junto
con otras 23 personas saharauis, por un tribunal militar. Después de más de 2 años, el juicio
seguía sin celebrarse.
Toda la gente que aportaba las provisiones y agua fue rechazada, y toda a gente
que salía informaba en El Aaiún que la situación había cambiado, que había más
controles y que estaban armados. Ante esta situación se temía una intervención
de las fuerzas por lo que muchos familiares vinieron a conocer la situación del
campamento, se agruparon más de 700 coches fuera de El Aaiún hacia la dirección
del campamento. También el presidente de solidaridad con el campamento
intentó negociar con los servicios de seguridad para poder entrar al campamento
335 Esta misma situación se dio en otras viviendas de vecinos saharauis, tales como el domicilio de la familia
“Ahl Boda”. CODAPSO (2010), op. cit., p. 20.
467