EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

Capítulo 15. La explusión de la identidad saharaui
A su llegada al territorio saharaui, Aminatou Haidar fue recluida en su domicilio, sometida
a un férreo control policial y vigilancia continua. Numerosas personas que se
acercaron a mostrar su solidaridad con ella fueron hostigadas por fuerzas de seguridad
marroquíes. Por ejemplo, este fue el caso de Hayat Erguibi 300 e Izana Ameidan.
En el recibimiento de la activista Aminatou Haidar después de su regreso de Lanzarote.
Yo y una compañera hicimos unas declaraciones a la prensa española en la
calle, fui fotografiada por la misma prensa que las editó. Esto fue la causa de las
amenazas de El Wali. Esto fue emitido por la cadena española 24 horas. Fuimos
convocadas yo y Nguia Elhawasi y obligadas a ir a la dirección de la seguridad
territorial. Con anterioridad había tenía un incidente con El Wali, no me quisieron
conceder un pasaporte para viajar después de manifestarme en el interior de la
delegación de gobierno. Nos dijo que nuestro convencimiento político no iba a discutir
sino nuestro futuro, nosotros contestamos que conocíamos muy bien nuestro
interés que era la autodeterminación del pueblo saharaui y en el reconocimiento de
las violaciones hechas a este pueblo. La represalia fue la expulsión de la escuela.
Hayat Erguibi.
Este caso muestra la absoluta arbitrariedad del gobierno marroquí expulsando a una ciudadana
saharaui con pasaporte marroquí que reside en su propia tierra, sin ninguna razón
y constituyendo una violación a sus derechos y del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos También la negligencia, cuando no la colaboración, del gobierno español
admitiendo la ilegalidad de la situación como un hecho de facto y tratando de buscar
alternativas que mantuvieran la vulneración de derechos humanos que se había cometido,
en un contexto en el que el propio gobierno español tiene una responsabilidad directa en
el conflicto del Sáhara Occidental.
También este caso es una muestra de las contradicciones y el limbo legal en el que se
encuentra la población saharaui. Una población que, según muestra este caso, puede ser
expulsada de su propia tierra según las valoraciones políticas y la arbitrariedad del Estado
que ocupa el territorio, a pesar del reconocimiento internacional a su lucha, y en este caso
en la persona de una de sus más conocidas activistas. Una situación en la que la defensa de
las víctimas saharauis depende de su propia determinación y de la capacidad de generar
apoyo internacional, y en la que los gobiernos se mueven en el terreno de la diplomacia
y los intereses, y no en el del respeto al derecho internacional y a los derechos humanos.
La determinación de la postura no-violenta de Aminatou Haidar supuso un revulsivo a las
políticas del gobierno marroquí y de la colaboración del gobierno español. Un ejemplo de
la fuerza de la no-violencia en la lucha del pueblo saharaui frente a la imposición política
y la arbitrariedad.
300 La misma situación corrió Izana Amaidan, quien también participó en una manifestación de recibimiento
a Aminatou Haidar en la ciudad de El Aaiún el 17 de diciembre de 2009, al día siguiente fue llevada a la
Jefatura de la Policía de la ciudad, fue liberada a las 2h de la madrugada.
433