EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
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nuestra forma de pensar y de actuar. El trato de las autoridades marroquíes ha
creado este sentimiento. El maltrato, la violencia continua hacia nuestra gente.
Hayat Erguibi.
En ese contexto, muchos detenidos en dicha Intifada lo fueron de forma arbitraria y sufrieron
torturas similares a las que habían sufrido quienes estuvieron desaparecidos en los
años 70 y 80. Las mismas técnicas de tormento fueron aplicadas a numerosos detenidos
y detenidas. Como puede verse en los siguientes testimonios, la gravedad de la tortura
sufrida conllevó secuelas importantes e incluso la hospitalización de los detenidos.
Hemos estado tres días separados, cada uno en una habitación donde recibíamos
la tortura. He pasado estos tres días suspendido en una manera muy famosa aquí
que se llama el pollo asado, la cabeza a la tierra y todo el cuerpo en el cielo, así
viviendo horas entre el cielo y la tierra. Las esposas por encima del empeine, la
barra debajo de las rodillas… Hay una venda sobre los ojos... El día de la tortura
sin comer ni bebe. En la tortura he caído desvanecido, no me llevaron al hospital,
me dejaron sobre un colchón en una habitación. Mohamed Balla.
Me llevaron a la comisaría central ubicada en la avenida 24 de noviembre, allí
me metieron en una sala de 3 x 3 metros. Había sólo una silla, yo tenía las manos
esposadas por atrás y los pies atados. Me pusieron boca abajo en el suelo y después
entró Ichi Abou Hassan, su voz la reconocía, y otro oficial que se llama Aziz
Anouch... Ichi Abou me decía que me callara, me pegó en el pie y se fracturó en
tres partes, el hueso salió hacia fuera y perdí la conciencia, sangré mucho... Sahel
Brahim Salem.
Las torturas referidas por los detenidos especialmente desde las movilizaciones de 2005
hasta la actualidad han tenido un carácter también colectivo. Cientos de personas fueron
detenidas en esos meses en un intento de detener las movilizaciones.
En el 2005 estuve detenido con Brahim Dahane, Aminatu Haidar, Tamek… éramos
el grupo de los activistas. Las torturas no te las puedes imaginar. Yo, como
soy tan grande, era el gigante, siempre recibía los golpes y los palos, siempre me
daban a mi más por ser grande. Tengo secuelas, me operaron de las cervicales en
Vitoria, todavía tengo problemas, no puedo llevar peso en las manos. Todo viene
de cuando me hicieron el avión. En ese momento yo pesaba sobre ciento sesenta
kilos, y era muy fuerte, levantaba el coche, con el tiempo ya he perdido esa fuerza,
ahora soy más débil, esa fuerza ya no la tengo. Hmad Hammad.
Me metieron en una habitación, uno de ellos era saharaui y me quitó el vendaje de
los ojos. Me decía: “Tu padre es un Chej, por qué haces esto”. Otro marroquí que
se llama Hassan Bulkila me decía: “Di que viva el rey, que el rey vive sin ti y sin
mí”. El saharaui me cogió de la garganta y me la apretó, me llevaron a otra habitación
y me pusieron una especie de mástil detrás de los brazos y las piernas, me
empezaron a elevar, me comenzaron a pegar con porras en el omoplato y después
me dieron golpes en la cabeza, en la oreja derecha, salió sangre. Uno me pisó el