EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
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asesinó a quince años, pero van a pasar dos años y lo van soltar. En el otro, el de
Hamdi Lembarki el primer mártir de la Intifada, han detenido a dos policías como
autores, pero pasaron dos años y los han liberado. A su familia le siguen negando
la entrega del cadáver. La familia no quiere recoger el cadáver porque reivindica
una autopsia, piden las circunstancias de su muerte, pero la justicia marroquí
niega eso. Aminatu Haidar.
Recientemente, el cuerpo de Said Dambar fue inhumado con la oposición de su familia 278 ,
evitando de esa manera que se pudieran investigar las heridas que provocaron su muerte,
en un claro ejemplo de ocultamiento de la verdad por parte de las autoridades marroquíes.
En ausencia de estas mínimas garantías, la prevención de la tortura en el Sáhara Occidental
sigue siendo una quimera. Situaciones similares de falta de investigación se vivieron en
otros casos de incidentes que no han sido suficientemente aclarados como la muerte del niño
El Gargi o de Babi El Gargar en hechos relacionados con el campamento de Gdeim Izik 279 .
Garantías judiciales: el reino de la arbitrariedad
Durante los treinta y siete años del conflicto en el Sáhara Occidental, muy pocos casos
fueron llevados ante los tribunales durante las primeras décadas. Salvo el grupo de los
278 El mes de junio de 2012, sin conocimiento de la familia, el cuerpo de Said Dambar, que se encontraba en
la morgue del hospital del Aaiún, esperando el dictamen de la justicia para realizar la autopsia, ha sido
enterrado por orden judicial, comunicándoselo a la familia, pero ésta no ha sido informada de en qué lugar
exactamente se han enterrado los restos mortales del fallecido. Se trata de una ejecución extrajudicial, que
ocurrió en el marco de los hechos del desmantelamiento de Gdeim Izik, en el año 2010. Es un caso juzgado
por la Justicia Marroquí, que acabó con la condena de un policía por una negligencia, pero fue recurrida
por familiares y asociaciones de derechos humanos del Sáhara Occidental, aún no está resuelto, y está a
falta e realizar la preceptiva autopsia al cadáver, así como otra serie de cuestiones que son el motivo de la
reclamación pendiente. Ídem.
279 Babi El Gargar, de 35 años, resultó muerto después de ser atropellado por un coche policial tras el desmantelamiento
del campamento de Gdeim Izik en noviembre de 2010. Según el relato de su hermano Brahim
El Gargar fue enterrado de manera sumaria en presencia de la viuda y dos agentes policiales, ofrecieron a
la viuda una indemnización y cambio de casa dando las autoridades marroquíes por resuelto el “incidente”.
Tampoco en este caso se realizó autopsia. Según refiere Brahim, la esposa fue presionada por las autoridades
marroquíes para aceptar el enterramiento del cadáver, y aceptar una compensación económica y una
casa, sin demandar el hecho a la justicia, para la que el atropello fue un incidente fortuito. Obviando además
que, según la información disponible, estuvo agonizando más de dos horas ante la pasividad de las fuerzas
que le habían atropellado. La familia aún no había digerido el duelo año y medio después, y no han podido
siquiera estar presentes en su funeral que se hizo de manera precipitada y sumaria en presencia de su viuda
y con dos agentes marroquíes como testigos. Su vida tanto personal como familiar y social ha cambiado
viviendo continuamente en una situación de ansiedad, angustia y tristeza. También tiene un sentimiento
de desolación, y desamparo por parte de la Justicia. Brahim El Gargar escribió al Procurador del Rey del
Aaiún, solicitando copia del Informe hecho por la Policía sobre la muerte de Babi El Gargar. Solicitó la
apertura de investigación sobre la muerte de Babi el Gargar al Presidente del Consejo de los Derechos Humanos
y a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos y al Procurador del Rey del Aaiún (Agosto 2011).
Reiteró su solicitud al Procurador de Rey del Aaiún (Febrero 2012) y nuevamente en abril de 2012. Hizo
una petición al Ministro de Justicia y Libertades, en el mismo sentido. El Ministro de Justicia y Libertades
desestimó la solicitud de un hecho que califica de incidente. Ídem.