EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
para la investigación de la tortura. Sin embargo, en ninguno de los casos analizados los
informes médicos se han basado en dicho estándar, ni han seguido los mínimos principios
de investigación de las causas que han producido las lesiones.
En algunos casos los médicos no preguntan por el origen de las lesiones o no quieren saber
nada sobre las posibles causas. En otros, las propias víctimas no tienen confianza para
hablar al médico, o prefieren ocultar lo padecido con versiones convencionales para evitar
problemas y lograr la asistencia 276 . La mayor parte de dichos informes son solamente
informes de lesiones que refieren a lo sumo “causa traumática”, sin un análisis detallado
de las lesiones y su relación con posibles causas o congruencia con el relato de la víctima.
En ninguno de los casos analizados se considera el impacto psicológico en la víctima 277 .
Fuentes de los abogados de las víctimas señalan que cuando hay redadas o detenciones
colectivas, como en el caso de Gdeim Izik, los hospitales reciben consignas de no dar
certificados médicos de lesiones, aunque esta información no ha podido ser verificada.
Lo que existe en la práctica es el relato de muchas víctimas que pidieron certificados de
lesiones y obtuvieron una respuesta negativa. Cuando es posible para ellas, las víctimas
cuentan con certificados médicos privados que han gestionado posteriormente, pero que
incluyen los límites anteriormente expuestos.
276 Fátima El Morabite participaba el 5 de abril de 2012 en una manifestación pacífica en el barrio POR-
CO del Aaiún, pidiendo la liberación de los presos políticos saharauis, y el respeto a sus derechos,
cuando sufrió golpes de los escudos, palos, patadas, etc. por parte de la policía marroquí. Fue llevada
a un hospital público, pero refiere que no la quisieron atender. Preguntada sobre esta denegación de
asistencia, la entrevistada señala que es una práctica frecuente que denieguen la atención a lesionados
y heridos en casos de manifestaciones y sentadas, y si les atienden no les dan ningún documento
ni certificado que pueda servir para realizar una denuncia ante la justicia o ante quién corresponda.
Acudió a un médico privado y le diagnostican una fractura de húmero proximal izquierdo, es decir del
brazo izquierdo en el tercio cercano al hombro. Su relato, el mecanismo de producción, y el estado de
la evolución de la equimosis (“derrame” o cardenal llamados popularmente), son congruentes, con la
existencia de una fractura de la región del hombro, y por la coloración del derrame residual, producida
en la fecha que se refiere. MARTINEZ A. e HIDALGO, M.A. (2012), op. cit.
277 Babit Najiba fue derribada con un golpe de escudo en el suelo es apaleada y recibió una patada en la cara
donde le apareció una gran inflamación por delante de su oreja izquierda y molestias para la masticación.
El hecho denunciado por la víctima ocurrió el 10 de diciembre de 2010, un mes después de Gdeim Izik,
en una sentada pacífica en la Avda. de Smara del Aaiún. No acudió al hospital por miedo, y fue atendida
en casa por familiares, con métodos caseros. Presentaba una tumoración del tamaño de una nuez, no
adherida a piel, no desplazable sobre los planos profundos, situada en la región temporo-mandibular
izquierda. Consistencia firme y sin signos de fluctuación- En la oclusión de los dientes superiores sobre
los inferiores siente un cierto decalage con respecto a antes de la agresión. Ha perdido gran cantidad de
peso, pues no tiene ningún apetito. Su aspecto denota agotamiento físico, mental y emocional. No puede
contener las lágrimas y su rostro es verdaderamente triste. La paciente presenta síntomas de depresión
evidente, no recibe ningún tipo de tratamiento médico, ni recibe ayuda psicológica alguna. Se muestra
incapaz de concentrarse o tomar decisiones. Tiene fallas en la memoria, cambios en el patrón de sueño-vigilia,
disminución del apetito y profunda desesperanza. Su carácter ha cambiado estando más irritable,
tiene dolores de cabeza que son rebeldes a los tratamientos analgésicos. Todas estas manifestaciones
psicológicas eran inexistentes antes del hecho traumático. Desde la agresión siente gran tristeza, apatía y
falta de apetito. Trastornos del sueño con pesadillas recurrentes de la agresión. Ídem.
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