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EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

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Capítulo 11. El caso del 87<br />

Entonces había cientos de personas detenidas. En una discusión estaban interrogándome<br />

y han dicho que había que alejarse de esta zona, porque la comisión<br />

está aquí. Después uno, que yo no conocía porque estaba con la venda, me dijo:<br />

“Bueno, Aminetu has destruido tu futuro porque tu vas a quedarte aquí toda la<br />

vida, la comisión ha venido, ha ido a Dajla sin ningún problema, han visto que<br />

todos los saharauis están con nosotros y vosotros aquí en la cárcel”. Es por eso<br />

que supe que la comisión había venido. Aminatou Haidar.<br />

Después de la vuelta al PCCMI 245 , las torturas asociadas a interrogatorios se extendieron<br />

durante al menos dos meses en la mayor parte de los detenidos. Durante ese tiempo, las<br />

autoridades marroquíes querían seguir teniendo información de la acción que se había<br />

preparado para la visita de la Comisión de Naciones Unidas. Posteriormente, los interrogatorios<br />

y torturas asociadas a ellos fueron más esporádicos, aunque se prolongaron<br />

durante toda la detención. Dichas acciones ya no estaban ligadas a interrogatorios, sino<br />

constituyeron formas de tratar de disciplinar y castigar a los detenidos y detenidas.<br />

Durante el interrogatorio me preguntaban sobre saharauis de dinero que siempre había<br />

creído que eran pro-marroquíes. Esto me hizo pensar que no tenían confianza en los<br />

saharauis. Ellos me preguntaban si éstos me apoyaban económicamente para el movimiento<br />

clandestino. Ante ello, dije que mi primo, que vivía en Mauritania con quien tenía<br />

un amorío, me pagaba los viajes. Dije esto para salvar a mis compañeros y porque no<br />

iban a buscarle para verificar la información. Durante dos años practicaron este tipo de<br />

interrogatorio, preguntas sobre el trabajo con el exterior, el trabajo con los saharauis.<br />

Los interrogatorios no eran frecuentes, cada dos meses o más, no recuerdo. Aquí ya no<br />

hubo tortura. Había la tortura diaria con los guardias. Elghalia Djimi.<br />

El maltrato fue permanente durante los años de detención clandestina por las condiciones<br />

extremadamente negativas, por el aislamiento, mantenidos con los ojos vendados, sin<br />

poder hablar con otros, y sometidos a golpizas de forma arbitraria por sus captores. Ese<br />

trato se extendió hasta poco tiempo antes de su liberación. Los detenidos desaparecidos<br />

fueron sometidos a torturas que se agravaron en momentos concretos, como después de<br />

un intento de fuga protagonizado por tres detenidos que fueron sin embargo recapturados.<br />

En algunos casos, los miembros de fuerzas auxiliares utilizaron incluso perros contra<br />

varias de las mujeres detenidas.<br />

Con golpes, con insultos, y en la cárcel se usaba a los perros como otra manera de<br />

tortura, los perros de la policía, los llevaban para amenazarnos. El Ghalia tiene<br />

mordeduras. Esto fue en varias ocasiones, cada vez que querían cachear la celda,<br />

llevaban perros con ellos. Cuando los tres presos saharauis que son Brahim Dahane,<br />

Mojtar Buden y Hmednah Moyan han intentado huir, nosotros la pasamos<br />

245 Las condiciones y trato en el PCCMI junto con otros centros clandestinos de detención se verá en el capítulo<br />

correspondiente a los detenidos desaparecidos temporales y el uso de la tortura (página). Igualmente<br />

pueden encontrarse algunas referencias en el apartado relativo a los centros clandestinos de detención.<br />

Véase capítulo 6., tomo I.<br />

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