EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

Capítulo 9. El grupo de los 26. De desapariciones temporales a detenciones arbitrarias
igual, las manos con los pies de forma que la rodilla estaba fija. He estado unos
días así, pasaban una barra entre las manos y las rodillas, le llamaban la operación
del pollo. Te ponían encima de un soporte y los pies se quedaban insensibles
porque todo baja a la cabeza. No me han tocado, me han dejado así durante un
tiempo, es una calma, no se mueve nada, es como si todo hubiese desaparecido.
Entonces venía uno y decía: ten cuidado yo te voy a aconsejar que estos son malísimos,
son criminales, cuéntamelo todo para que no te torturen. Nema Mahjoub.
Detenciones clandestinas se convierten en públicas
Después de varios meses, y a diferencia de otros casos, las detenciones hasta entonces
clandestinas se convirtieron en públicas. Los hasta entonces desaparecidos fueron llevados
a la cárcel civil de Ain Borja en Casablanca en febrero de 1978.
Estuvimos detenidos durante dos meses, fuimos transferidos a Derb Moulay Chérif
en Casablanca. Pasamos allí tres meses esposados, con los ojos vendados y torturados
continuamente. Después fuimos transferidos a un lugar que se llama Ain Borja
y transferidos a la ciudad de Méknes en febrero de 1978, allí pasamos cerca de dos
años hasta marzo de 1980. Después fuimos separados. Saadi Mohamed B.
Desde su agrupamiento y la relación con otros presos políticos marroquíes, los saharauis
comenzaron a organizarse y tratar de mantenerse activos como grupo.
En Ain Borja hemos visto que los presos marroquíes salían al patio más tiempo y la situación
nuestra era muy mala, hemos dicho que vamos a hacer una huelga de hambre.
Hemos intentado hablar por los agujeros de la puerta para quedar para hacer una
huelga de hambre, y de esa manera mejorar la situación… nos habíamos enseñado a
hablar entre nosotros con golpes en la pared, cada golpe una letra, la A un golpe, dos
golpes la segunda letra. Los detenidos buscábamos siempre algo para contactar con
otro mundo, con otros amigos o encarcelados que sufrían. Nema Mahjoub.
Sin embargo, dichas acciones también conllevaron respuestas represivas por parte de los
responsables de la cárcel. En la prisión de Ain Borja, el grupo de catorce saharauis inició
una huelga de hambre de unos días. Los detenidos fueron sacados, de uno en uno, al patio
de la cárcel y golpeados por los guardias de la prisión para obligarles a dejar su protesta.
Empezaron a darnos golpes como un boxeador, a algunos se les hinchó la cara.
No teníamos las vendas en los ojos, y tampoco las esposas, entonces nos dieron:
“Defiéndete”. Después nos hicieron lo que los marroquíes llaman falanga que es
una barra de madera como de pico que tiene dos agujeros de cada lado, en estos
hay una cuerda, nos metieron el pie dentro y apretaron el pie, un guardia la sujetó
de un lado y otro de otro, cabeza abajo y los pies arriba, nos dieron con un cable
en los pies hasta que sangró… Nema Mahjoub.
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