EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
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de mi familia, nunca. Casi toda la familia estaba en los campamentos y no tuve
ningún contacto. Sidi Mohamed Daddach.
Las condiciones en que fue mantenido durante todos esos años fueron de aislamiento total,
amenaza de ser sometido a torturas y malas condiciones higiénicas y deprivación. Su
única actividad permitida era salir a un patio solo, durante tres horas al día.
Una vez me torturaron durante diez días. También había cosas que si sobrepasabas
sus límites podías ir a la tortura. Ante los guardias no podía levantar la cabeza,
tenía que bajar los ojos y no mirarle a la cara. Por lo mínimo me pegaban y torturaban,
tenían las habituales torturas. Mustafa fue un simple funcionario pero era un
torturador, responsable durante todo el periodo de condena de muerte. No puedes
pedir nada, ni puedes oponerte a una decisión de la guardia. No puedes tocar la
puerta. Llevaba la misma ropa siempre con piojos. La mayor parte del tiempo en
que estuve detenido estuve solo en la cárcel, aislado. Nunca tuve libros, ni radio, ni
nada. Pero aunque estar solo fue muy difícil, eso me hizo estar a salvo de delincuentes
y de otros problemas que se dan en la cárcel… Sidi Mohamed Daddach.
En el año 1992, Daddach hizo una huelga de hambre de cuarenta y seis días, después de la
cual mejoró la situación de la comida. También estableció relaciones a través de contactos
en el patio de la cárcel con otros presos marroquíes, como Abraham Serfati, líder del movimiento
comunista “Hacia Adelante”, que también estaba condenado a cadena perpetua
y que rechazaba la marroquinidad del Sáhara Occidental. Dichos contactos ayudaron a
generar otros lazos con el exterior y a dar a conocer la situación de Daddach en el ámbito
internacional.
Solo en 1997, es decir veintiún años después de ser capturado como prisionero de guerra
y diecisiete años después de ser juzgado y condenado a muerte, Daddach pudo ser visitado
por una delegación del CICR. Posteriormente, el 22 de abril de 1998 recibió la visita
de Pierre Sané, el presidente de Amnistía Internacional, que reconoció a Daddach como
preso de conciencia y realizó una campaña internacional para pedir su liberación.
Liberación, reconocimiento y nuevas amenazas
Sidi Mohamed Daddach fue liberado el 7 de noviembre de 2001. En noviembre de 2002, la
Fundación Rafto 215 de Noruega le otorgó un premio de reconocimiento, aunque el gobierno
marroquí puso obstáculos para proporcionarle el pasaporte necesario para ir a recogerlo. La
organización también gestionó el viaje de parte de su familia, su hermana y a su madre que
se encontraban en los campamentos de Tinduf y a quienes no veía desde 1975.
215 Fundación noruega en honor de Thorolf Rafto, quien se destacó por su lucha por la libertad de expresión y
derechos humanos en varios países de la Europa Oriental bajo la hegemonía soviética. El premio Rafto de
derechos humanos ha sido otorgado a personas como la birmana Aung San Suu Kyi; José Ramos-Horta, de
Timor Oriental; el surcoreano Kim Dae-jung; la iraní Shirin Ebadi; el obispo mexicano Raúl Vera.