EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

Capítulo 8. El “único” prisionero de guerra
en cuando me daban un poco de agua muy salada. Empezaron de nuevo los interrogatorios
hechos por militares, que eran normales en una situación como esa,
pero yo estaba mal herido. Nos daban sardinas muy saladas, no se podía comer.
También agua salada para beber. Tenía diarreas y muy mal olor por las heridas,
los carceleros no se podían acercar a mí del olor. El comandante que me estaba
torturando se llamaba Ichi Abou Hassan. Y el sargento se llamaba El Harmcefi y
Rifi. Pero el que tortura más es el primero. Sidi Mohamed Daddach.
Fue trasladado a la base aérea militar de Kenitra, y de allí al cuartel de la Gendarmería en
Rabat y, horas después, a la cárcel militar en Kenitra. Como en otros casos de personas
detenidas desparecidas en centros clandestinos de detención 213 , cuando había enfrentamientos
entre el Frente POLISARIO y Marruecos, Daddach era castigado, insultado o
sometido a privación de alimento. Estuvo los diez primeros días atado a unas argollas en
la pared de su celda, utilizadas para inmovilizar a los detenidos. En las condiciones de
salud tan precarias en que se encontraba no tuvo ninguna atención para su hombro, careciendo
de toda asistencia médica.
Me quedé allí hasta que fui condenado a muerte en 1980. Después me llevaron a la
prisión central de Kenitra. Es una prisión civil donde estaba la gente condenada a
muerte. Antes del juicio he visto un médico militar en Kenitra que me dijo que necesitaba
una operación, pero que eso no podría ser hasta que fuera juzgado porque eso
iba a interrumpir el proceso. Después me llevaron a otra prisión donde otro médico,
que no era militar, me dijo: “Tienes una fuerte sentencia y no te puedo llevar al hospital”.
Eso fue en la prisión donde estaba condenado a muerte. Sidi Mohamed Daddach.
Condena a muerte y cadena perpetua
El 7 de abril de 1980, Daddach fue llevado al Tribunal Militar de Rabat, donde fue condenado
a muerte el 4 de julio del mismo año. El caso del Sáhara Occidental, Daddach es
el único prisionero de guerra que fue sometido a un proceso bajo el fuero militar, aunque
en él no tuvo oportunidad de contar con defensa legal adecuada, y después del cual fue
condenado. Ninguno de los otros prisioneros detenidos con él o en otros operativos fue
llevado que se conozca a un tribunal militar. De ahí fue trasladado a la prisión civil de
Kenitra. El 8 de marzo de 1984 la pena de muerte fue conmutada por cadena perpetua.
Estuve catorce años condenado a muerte, pensando que en cualquier momento
podían llevarla a cabo 214 . A lo largo de esos catorce años no he dormido por la
noche, no quería nunca que se hiciera de noche. Tenía dolor en el hombro y no
han querido curarme. No he tenido ningún tipo de comunicación, ni información
213 Véase capítulo 6, tomo I.
214 Después de seis meses de aislamiento, en la misma celda fue recluido El Mutá Souik, marroquí condenado
por haber secuestrado niños y ejecutado después de quince días. Fue el único preso con el que estuvo detenido
en la misma celda.
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