EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
diferentes momentos históricos. Mientras al inicio de la ocupación marroquí se basó en
la aplicación brutal de torturas para quebrar a los detenidos por la fuerza, posteriormente
las formas de tortura se fueron especializando y aplicando de manera más “sofisticada”.
Mientras los detenidos eran sometidos a palizas, descargas eléctricas o colgamientos,
también se aplicaron otras formas de tortura psicológica como el asilamiento, la privación
sensorial o la manipulación psicológica.
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En general toda la gente recibió este trato, algunas veces más suaves o más duras
dependiendo del periodo. Por ejemplo, en 1976/77 no es como la tortura de 1979,
porque fui desaparecido dos veces. La de 1979 era más suave era más inteligencia,
era más metódica. Noté un cambio de 1976 a 1979, en el trato después del
interrogatorio, depende también del centro en dónde estabas detenido, el centro
de Marruecos no es como el sur o el este. Baschir Azman Hussein.
En todo caso los torturadores se aplicaron con una mayor dureza dentro de las condiciones
extremas en que se daban los interrogatorios contra las personas que pensaban que podrían
tener alguna información. Los indicios o declaraciones parciales aumentaron el maltrato.
Generalmente, y según lo que he vivido, cogían a uno y le interrogaban con mucha
tortura hasta que perdía el conocimiento y entonces lo dejaban y cogían a otro. También
dependía de las personas, si había uno que veían que le podían sacar más informaciones,
por ejemplo que se le había escapado una palabra o algo por el estilo,
le torturaban más, porque querían saber más. Uno que estaba conmigo y que ya ha
fallecido, es el que más torturas recibió porque, cada vez que le torturaban, cantaba
una cosa o soltaba una información y entonces le torturaban más. Brahim Ballagh.
Pero, también aumentaron las torturas contra detenidos que no tenían ninguna información
o militancia cuando los torturadores trataron de obtener cualquier declaración auto-inculpatoria.
El siguiente caso describe como la víctima fue sometida a torturas extremas
de forma continua, tratando de forzar en todo momento una confesión que no era
posible dado que la persona no tenía ninguna relación con el Frente POLISARIO.
Seguían ellos diciéndome que les tenía que contar lo mío con el Frente POLISA-
RIO, y que iba a perder toda mi salud por no hablar. Yo les decía que les había
dicho toda la verdad, que no tenía otra cosa que contar, que contaba la realidad y
que no iba a mentir, porque no conocía al Frente POLISARIO y que, aparte de mis
negocios, no podía contar de algo que desconocía. El Batal Lahbib.
En muchas ocasiones estos torturadores eran parte de las mismas fuerzas que llevaban a cabo
la detención, pero en otras los prisioneros fueron llevados a centros clandestinos especializados
donde la práctica de la tortura se hacía de una manera más sofisticada y sistemática.
Me interrogaron oficiales de la policía mientras me torturaban. El primer día
me dijeron: “¿No quieres hablar? Pues te haremos hablar” y usaron su métodos
comunes: palizas, insultos, ruidos y de todo, eran muy salvajes. Pero donde hubo