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EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

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Capítulo 7. La tortura como práctica sistemática<br />

Los detenidos fueron sometidos desde el principio a la limitación del contacto con otros,<br />

el aislamiento social y emocional, y la obligación de adoptar posturas de sumisión e indefensión.<br />

No podían hablar, mirar o moverse. Cualquier comportamiento que no siguiera<br />

esas limitaciones era castigado con golpes o un empeoramiento de su situación.<br />

Hablar y mirar no se podía, aunque ya no estábamos vendados, no podíamos<br />

levantar la cabeza. Cuando salíamos al cuarto de baño teníamos que agachar<br />

la cabeza, si volteábamos o nos despistábamos nos golpeaban brutalmente en la<br />

cabeza o nos daban de patadas. Naama Eluali.<br />

Las condiciones de sumisión y control incluían hacer la vida lo más penosa y controlada<br />

posible. Esta imposibilidad de reaccionar o tener autonomía para los mínimos<br />

movimientos o necesidades básicas lleva a convertir a la víctima en un subhumano, en<br />

un objeto de desprecio que ni siquiera tiene capacidad de control de sus necesidades<br />

fisiológicas. Tanto durante los interrogatorios, como respecto las condiciones de reclusión,<br />

los dos siguientes ejemplos muestran el control total de la vida de las personas<br />

detenidas.<br />

En el PCCMI los guardias, no nos dejaban hablar, ni levantar la cabeza, estábamos<br />

vendados, estábamos trece en una habitación, teníamos una manta para todos<br />

los presos, el suelo era de tierra. Nos dormíamos apilados para no tener frío,<br />

cada momento nos levantaban para contarnos, no nos dejaban salir para orinar.<br />

Dah Mustafa Ali Bachir.<br />

Nos llevaron al lugar donde estaban ellos. Donde hubo un número de piojos en<br />

grupos como las hormigas, hemos pasado un día o dos allá, éramos casi cuarenta<br />

y cuatro mujeres. El temor, la presión, ya que el garaje no había ventanas, recuerdo<br />

bien cuando venían por la mañana para abrir la puerta, se alejaban forzosamente<br />

por causa del mal olor y la presión que salía del mismo lugar. Imagínate un<br />

lugar cerrado con cuarenta y cuatro personas. Mahjouba Mint Benaissu.<br />

Uso de la brutalidad y la arbitrariedad<br />

El trato reservado a los detenidos estaba basado en generar un estado de tensión y peligrosidad<br />

permanente con un gran componente de arbitrariedad que lo hacía más imprevisible<br />

y terrorífico.<br />

Hemos estado todos los días con las manos esposadas, ellos se encargaban de trocear<br />

el pan para comer, el agua estaba muy sucia, después llegó un responsable y<br />

les dijo: “¿A estos no les habéis pegado?”, y empezaron a golpearnos muchísimo<br />

con látigos de hierro. Lemjed Balal Rabeh.<br />

Esa conjunción de brutalidad y arbitrariedad hace que la persona no pueda prepararse<br />

para la situación, disminuye sus defensas psíquicas, a la vez que aumenta el estrés y la<br />

sensación de vulnerabilidad permanente que es muy desgastante.<br />

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