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EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

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Capítulo 6. Desapariciones forzadas en el Sáhara Occidental<br />

dentro de un rato”. Sin darme más tiempo entraron con fuerza por la puerta,<br />

estaba durmiendo cuando me despertaron de esta manera, estaba casi desnuda.<br />

Yo les dije que me permitieran vestirme. Cuando fui al armario para coger ropa<br />

se interpusieron y buscaron ellos, me tuve que vestir en presencia de la policía.<br />

Mi hijo se despertó, tenía seis años, tomé mi melhfa para taparle los ojos. Mi hijo<br />

seguía llorando, mientras la policía me hacía bajar por la escalera a la fuerza.<br />

Se despertaron mis suegros, preguntaban: “¿Qué es esto?”, la policía contestó:<br />

“Entrad, si no queréis tener el mismo destino que ella”. Hubo una situación terrible<br />

que afectó a todos los que estaban en casa. Sukeina Yed Ahlu Sid.<br />

Planificación y ocultamiento de las desapariciones<br />

Las desapariciones forzadas, tanto las de carácter temporal en las que las víctimas<br />

fueron liberadas cinco, diez o hasta quince años después, como las de las personas<br />

que aún continúan desaparecidas, se hicieron con un cuidadoso y planificado modus<br />

operandi que incluía la ausencia de información a los familiares, la negación de los<br />

hechos, la atribución de las desapariciones a factores como problemas personales, la<br />

migración o el refugio, y el ocultamiento activo de las detenciones durante periodos<br />

prolongados de tiempo. Todos estos elementos con constitutivos del delito de desaparición<br />

forzada.<br />

Yo estaba en los campamentos. Cuando el POLISARIO nos informa que Marruecos<br />

va a liberar a los desaparecidos, a través de la radio yo escuché los<br />

que habían sido liberados pero no escuché el nombre de mi padre. Sí escuché<br />

los de mis tíos, y los de otros dos familiares, pero no escuché el de mi padre<br />

ni el de otro familiar, ni los veo en la lista. Después intenté hablar con mi hermano<br />

y me dijo lo mismo, que no estaba. Fue un golpe para mí porque desde<br />

muy niño no encuentro a mi padre. El problema no es ese, el problema es que<br />

él está muerto desde un año después y no sabemos nada de su muerte hasta el<br />

1991. Omar Hiba Meyara.<br />

La negación sistemática de los hechos y de información sobre la suerte y el paradero de<br />

las personas desaparecidas llevó a que algunos familiares los dieran por muertos. Cuando<br />

el tiempo fue pasando también se fue apagando la esperanza de encontrarlos con vida,<br />

más aún cuando se fueron conociendo además las formas de tortura a las que muchos<br />

detenidos fueron sometidos, dado que existían algunos relatos y testimonios de personas<br />

que habían sido liberadas con anterioridad.<br />

Los daba por muertos igual que toda la gente que fue detenida en 1976, por la forma<br />

tan brutal en que fueron detenidos. Todas las familias los daban por muertos<br />

porque no se sabía el paradero de nadie. Naama Eluali.<br />

A partir de 1990, algunas personas que estaban desaparecidas trataron de mandar mensajes<br />

a sus familiares de que se encontraban con vida desde el PCCMI de El Aaiún, con la<br />

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