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El oasis de la memoria
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mente sus detenciones fueron convertidas en secretas, sin ninguna garantía legal, no
fueron presentados ante autoridades judiciales y se les mantuvo en centros clandestinos
durante diferentes periodos de tiempo. La negación de información y el bloqueo de
los esfuerzos de los familiares de búsqueda de los desaparecidos forman parte también
del modus operandi de dichas desapariciones.
Mi familia y yo hemos sufrido mucho por esta situación. A menudo los gendarmes
convocan a mi madre para amenazarla con represalias si continúa con la búsqueda
o intenta obtener información adicional… Las autoridades impiden que
organicemos manifestaciones, sentadas, o cualquier acto de reivindicación para
obtener la verdad y la justicia. Ali Oumar Bouzaid.
Por ejemplo, un grupo de más de cien personas que fueron detenidas en Smara y llevadas
al cuartel de la gendarmería en 1976 fue dividido en tres: una parte de ellas quedó
detenida en Smara, otra fue enviada a El Aaiún y de una tercera parte se desconoce su
suerte y paradero hasta la fecha. Safia Moubarak fue liberada al cabo de un año, pero
su marido permanece desaparecido junto con otros doce hombres desde entonces.
Después de los tres meses, yo me había quedado en el grupo que seguía en el cuartel
bajo dependencia de la Gendarmería Real y nos trasladaron a otro cuartel,
este militar. Un día, un cabo militar nos contó lo que había pasado en el cuartel
anterior y de la partición de los grupos: uno estaba en la cárcel de El Aaiún, otro
está aquí y de la otra parte -nos dijo- no vais a saber más. Desde el momento
del reparto de los tres grupos no volvimos a saber nada de ellos e incluso en la
liberación de un gran número de presos en 1991 tampoco conseguimos noticia alguna
sobre ellos. Preguntamos y rebuscamos, por activa y por pasiva a liberados
de otras ciudades: El Aaiún, Dajla, Tan Tan, Smara y nada, nadie sabía nada de
ellos. Safia Moubarak.
Hasta 1992, la desaparición forzada fue utilizada como una forma de castigo y terror
contra la población saharaui. La única información que los familiares han tenido en estos
años fueron informaciones parciales o fragmentadas por parte de otros presos o, de forma
excepcional, como en el siguiente testimonio, por parte de soldados marroquíes.
Estuve en la daira de Doura con algunas mujeres haciendo un cursillo y como
me conocen bien no pudieron darme la noticia directamente, pero llamaron a la
madre de su esposa y le dieron la noticia. Algunos combatientes vieron como fue
rodeado por soldados marroquíes y se lo llevaron, después ya no sabemos ninguna
noticia. Es un mártir que cayó. Hasta el día 15 de noviembre del 1992, hay
unos oficiales marroquíes que vinieron a su hermana por parte materna en los
Territorios Ocupados, le trajeron un testimonio escrito, cuando vio el testimonio
escrito supo que era de la propia persona porque son unos datos muy concretos, el
nombre los familiares, la cantidad de hermanos que tiene, y otra hermana pequeña
que estuvo encarcelada, que se llama Sukeina. Alia Jedahlub Badahsid.