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EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

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Capítulo 3. Bombardeos contra la población civil<br />

En los coches cogían casi veinte personas en cada uno. Yo estaba herida y mi<br />

hija también. Los que estaban muy heridos ya los habían trasladado, fue al día<br />

siguiente del bombardeo. Llegamos al anochecer a Guelta y pasamos la noche<br />

allí. El camino era duro, porque éramos muchos y yo tenía a seis niños abrazados<br />

y vomitando, y había mucho ruido. Los niños no habían comido ni bebido y gritaban<br />

constantemente. La noche más dura de mi vida fue de Guelta hacia Matleham<br />

porque no teníamos mantas ni nada y no podía tapar a los niños y ellos se hacían<br />

sus necesidades encima de mi melhfa, y con la misma les tenía que limpiar y tapar<br />

para que durmieran. Monina Mohamed Abdalahe.<br />

La ausencia de medios y la peligrosidad del camino hicieron que el éxodo tuviera que<br />

hacerse poco a poco. Algunos sobrevivientes del bombardeo aún pasaron varias semanas<br />

antes de poder ser evacuados, lo cual muestra también la gran cantidad de gente que se<br />

encontraba en la zona.<br />

Pasamos allí casi dos meses organizados, había unos que se encargaban de trasladar<br />

a la gente y organizar convoyes. La única opción fue ir a Rabuni porque<br />

antes pensábamos que pronto volveríamos a casa. Estuvimos los dos meses esperando<br />

nuestro turno y cada vez que venía un camión, un coche buscaba la gente<br />

más débil para poder trasladarla a Rabuni. Marien Salec.<br />

Dadas las condiciones de precariedad y peligro, las separaciones familiares se volvieron a<br />

dar en el éxodo hasta Argelia. Algunas personas no sabían si iban a poder ver a sus familiares<br />

de nuevo, y en medio de la emergencia las condiciones para el traslado de ancianos<br />

o personas discapacitadas hacían mucho más difícil la huida.<br />

Tuvimos que abandonar a mi abuela en Um Dreiga, porque era paralítica, solo le<br />

pusimos una manta encima y nos fuimos. Los combatientes por la noche volvieron<br />

y la rescataron. Sobrevivió, pero murió más tarde. La huida duró cuatro noches.<br />

Faudi Mohamed.<br />

La peligrosidad del camino no fue solamente inducida por el impacto traumático sufrido<br />

con el bombardeo y los días o semanas de aislamiento extremo, sino también por las<br />

muestras del horror que encontraron en su desplazamiento hacia Argelia al pasar por otros<br />

lugares que también sufrieron bombardeos.<br />

Cuando llegamos a Guelta vimos que también allí habían bombardeado, pero de los<br />

de Amgala y Tifariti nos enteramos después, cuando llegamos a los campamentos.<br />

Entonces no era como ahora. La comunicación era muy difícil. F.A.M. Mujer.<br />

Después vi otros campamentos por el camino de Guelta que habían sido también<br />

bombardeados, aunque yo no vi los bombardeos. También en Tifariti. Estaban<br />

más al norte, en la línea de huida hacia Tinduf. En esos lugares me encontré todo<br />

arrasado. Brahim Barbero.<br />

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