EL OASIS DE LA MEMORIA - Publicaciones

El oasis de la memoria
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Nunca pensamos que íbamos a ir hasta el territorio argelino, pensábamos que España
nos iba a regresar lo que era nuestro. Pensábamos que íbamos a volver. Nosotros
nos hemos levantado contra el colonialismo español, por lo tanto España
sabía que no íbamos a aceptar otro ocupante en su lugar. Nanha Sid Mohamed.
La no presencia de militares del Frente POLISARIO en dicho campamento ha sido señalada
por todos los interlocutores y víctimas del bombardeo, que fueron entrevistados en muy
diferentes lugares y circunstancias. La ausencia de la mayoría de los hombres, que por otra
parte no tenían ninguna experiencia militar, se debió a que se fueron incorporando al Frente
POLISARIO para la defensa militar del territorio. Los convoyes de desplazados así como
los campamentos de asentamiento eran de población civil sin presencia de fuerzas armadas.
Los militares estaban muy alejados de esa parte, en otras zonas pero alejados de
la población precisamente para evitar ataques. Brahim Barbero.
La gente provenía de varios lugares del territorio, y se fue situando junta en las diferentes zonas
del campamento, como sucede en otros procesos de desplazamiento interno y refugio, por
ejemplo la gente de Auserd estaba en un lugar del campamento, la gente de Aargub en otro.
Durante el camino hasta Um Dreiga vimos mucha gente que iba andando y en
coche también. Pasamos casi una semana en el camino hasta que llegamos al río
de Tebeliv, y desde allí hasta Um Dreiga, eso no fue un camino largo, llegamos
antes de la caída del sol a Um Dreiga y allí nos instalamos, había un campamento
y muchos árboles y muchas jaimas. Mucha gente, mujeres y niños. Los hombres
estaban en el ejército. Había cobijo y nos instalamos allí huyendo de los peligros
y estuvimos un mes antes del bombardeo. En el campamento había una jaima con
la Media Luna Roja y también habían cortado árboles y habían hecho como un
círculo donde daban clases a los niños. Nuestro trabajo cotidiano era ir a buscar
leña y llevarla para encender fuego y preparar la comida y también ir a la Media
Luna Roja y coger nuestra alimentación, y también llevamos agua desde un sitio
lejano, la llevábamos en las espaldas. Monina Mohamed Abdalahe.
La organización del campamento estaba entonces en manos de las mujeres. Los pocos
hombres que había en Um Dreiga se dedicaban a tareas de aprovisionamiento o educación
en medio de la situación de emergencia. La protección y seguridad de la gente habían
sido una preocupación desde el inicio del campamento. Consistían en la preparación de
chabolas o cuevas entre los árboles o la movilización de familias hacia algunos lugares
más ocultos, pero con el paso de los días la vida cotidiana y la necesidad de adaptación
al contexto de emergencia llevaron a permanecer en el campamento durante el día y a
organizar la ayuda alimentaria, la atención en salud y la educación con niños y niñas.
Cuando llegamos allí entre todos con melhfas y demás, confeccionamos el campamento.
Nos instalamos allí, hasta que llegaron representantes del Frente PO-
LISARIO y nos dijeron que de día saliésemos de allí y nos escondiéramos, así que
íbamos a los ríos debajo de las matas y las acacias. Todos los días nos íbamos en