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Richard Leakey - Nuestros Origenes - Fieras, alimañas y sabandijas

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desvincularme del mundo de los fósiles. Tal vez fuera la aventura, el desafío de estar<br />

ahí en plena vida salvaje. Louis murió repentinamente en 1972, y me satisface poder<br />

decir que habíamos conciliado nuestras diferencias. Él había aceptado finalmente mi<br />

independencia, y yo la realidad de sus grandes contribuciones científicas, cosa que<br />

hasta entonces no había podido ver ni comprender.<br />

Llevaba ya algún tiempo dedicado a la búsqueda de fósiles, las relaciones entre mi<br />

padre y yo todavía tirantes, cuando di con el manuscrito de una conferencia que él<br />

había dado en California, creo. Me llamó la atención una frase: «El pasado es la clave<br />

de nuestro futuro». Sentí como si estuviera leyendo algo mío; expresaba enteramente<br />

mis propias convicciones. ¿Habíamos llegado a esa conclusión separadamente? ¿O yo<br />

la había incorporado de él de forma inconciente? No creo que fuera esto último, porque<br />

de niño nunca me interesé demasiado por lo que hacía mi padre. Él era religioso,<br />

aunque no de una forma convencional. Yo no lo soy. Pero aparentemente habíamos<br />

llegado a compartir el mismo punto de vista inmaterial. Aquellas palabras escritas por<br />

mi padre, «el pasado es la clave de nuestro futuro», supusieron un momento clave<br />

para mí.<br />

Durante los años que duró la búsqueda de fósiles en el lago Turkana era conciente<br />

de que había algo más que la experiencia del descubrimiento: descubrí en mí mismo la<br />

certeza de lo que todo aquello nos iba a deparar. Sentí que allí, en los áridos<br />

sedimentos de aquel grandioso lago, íbamos a encontrar respuestas que trascenderían<br />

las preguntas convencionales de la ciencia. Si podíamos entender nuestro pasado,<br />

comprender aquello que nos había hecho como éramos, entonces tal vez pudiéramos<br />

obtener una visión fugaz de nuestro futuro. Todos los humanos, en todo el mundo,<br />

pertenecen a una especie, Homo sapiens, el producto de una determinada historia<br />

evolutiva. Estoy convencido de que la comprensión de esa historia podrá inspirar<br />

nuestras futuras acciones en tanto que especie. Y sobre todo nuestra relación con el<br />

resto del mundo natural.<br />

Tras la búsqueda de los orígenes humanos hay una profunda motivación personal. Es<br />

indudable que la paleoantropología puede desarrollar un enfoque técnico, igual que<br />

otras muchas disciplinas científicas: desde el análisis estadístico hasta los misteriosos<br />

datos de la biología molecular, la cuestión de los orígenes humanos es exigente y<br />

rigurosa intelectualmente. Pero es más que eso. Dado que el objetivo último de la<br />

investigación somos nosotros mismos, la tarea incorpora una dimensión que no está<br />

presente en otras ciencias; una dimensión en cierto modo extracientífica, más filosófica<br />

y metafísica, que aborda cuestiones que surgen de nuestra necesidad de comprender<br />

la naturaleza de la humanidad y nuestro lugar en el mundo.<br />

Cada vez que doy una conferencia, siempre hay alguien que me recuerda esta<br />

necesidad de saber sobre nosotros mismos. Muy a menudo siento que el público que<br />

viene a escucharme necesita sentirse seguro, reafirmado. Hablo de fósiles y de teorías<br />

antropológicas, y la gente me pregunta qué pasará en el futuro. Una vez, hace diez<br />

años, una señora mayor, visiblemente preocupada, me pidió que le dijera si era cierto,<br />

como le habían dicho, que «los humanos son sólo un accidente histórico». Yo le hablé<br />

de la historia de la Tierra y del registro fósil; del azar y de la evolución. Y le describí<br />

mundos alternativos, sin humanos, mundos perfectamente plausibles. Pero lo que ella<br />

quería oír, evidentemente, era que los humanos no somos un accidente biológico, que<br />

el Homo sapiens tenía que existir. Su «condición humana», su necesidad de dar<br />

sentido a su mundo, parecía exigir que no podía ser de otra manera.<br />

La paleoantropología es, por consiguiente, una mezcla de elementos científicos y de<br />

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