Artículo completo en formato pdf 227 Kb. - Cepal
Artículo completo en formato pdf 227 Kb. - Cepal
Artículo completo en formato pdf 227 Kb. - Cepal
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
II<br />
Los conceptos de “nueva pobreza” y “nuevo pobre”<br />
se pres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> la teoría sociológica como nociones<br />
polisémicas, por ser el resultado de un mismo interrogante<br />
desde distintos puntos de vista: las características<br />
particulares del nuevo grupo empobrecido, <strong>en</strong> comparación<br />
con aquellas de la pobreza que había existido<br />
hasta <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> cada país. En Europa occid<strong>en</strong>tal estos<br />
conceptos se adoptaron a fines de los años 1980, <strong>en</strong> los<br />
albores del interés por la “nueva cuestión social”. 3 El<br />
principal punto de inflexión fue el inusitado increm<strong>en</strong>to<br />
del desempleo y de la pobreza: la desocupación <strong>en</strong> la<br />
que era <strong>en</strong>tonces la Comunidad Europea pasó de un<br />
2,4% <strong>en</strong> 1973 a un 11% <strong>en</strong> 1989, produciéndose una<br />
“desestabilización de los estables” (Castel, 1995) que<br />
afectó a grupos sociales cuya integración parecía hasta<br />
<strong>en</strong>tonces asegurada. No solo se increm<strong>en</strong>tó el número<br />
de desocupados sino que aum<strong>en</strong>tó también la duración<br />
media del desempleo, factores que dieron orig<strong>en</strong> a una<br />
masa creci<strong>en</strong>te de desempleados por plazos largos.<br />
Como corolario, hubo un increm<strong>en</strong>to de la pobreza que<br />
señaló el fin del período de posguerra conocido como<br />
“los gloriosos treinta años”. Según O’Higgins y J<strong>en</strong>kins<br />
(1989), que estudiaron la pobreza relativa <strong>en</strong> 12 países<br />
europeos, <strong>en</strong>tre 1975 y 1980 el número de pobres pasó<br />
de 3,6 millones de personas a 39,5 millones y siguió<br />
creci<strong>en</strong>do hasta llegar a 43,9 millones <strong>en</strong> 1985.<br />
En forma inmediata subió el número de personas<br />
dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de los servicios sociales y de otras formas<br />
de asist<strong>en</strong>cia. Así, <strong>en</strong> países de la Comunidad Europea<br />
se duplicaron los b<strong>en</strong>eficiarios de ayudas sociales <strong>en</strong> las<br />
décadas de 1970 y de 1980. En tal situación, las medidas<br />
sociales de corte tradicional resultaron insufici<strong>en</strong>tes. La<br />
nueva pobreza obligó a reconsiderar los dos pilares sobre<br />
los que se habían as<strong>en</strong>tado los Estados de bi<strong>en</strong>estar <strong>en</strong><br />
Europa occid<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la posguerra. Esos pilares eran, por<br />
3 La primera publicación <strong>en</strong> que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el término es alemana,<br />
data de 1984 y su título es, justam<strong>en</strong>te, los nuevos pobres, Die Neue<br />
Armut (Bals<strong>en</strong>, Nakielski y otros, 1984). Sin embargo, ya había aparecido<br />
<strong>en</strong> 1979 un trabajo sobre el proceso de pauperización <strong>en</strong> Italia (Carbonaro,<br />
1979). En 1988, un informe de la <strong>en</strong>tonces Comunidad Económica<br />
Europea utilizó la noción de nueva pobreza al alertar sobre las posibles<br />
consecu<strong>en</strong>cias sociales de la creación de un mercado único, señalando<br />
que su implem<strong>en</strong>tación podría t<strong>en</strong>er efectos muy negativos para ciertas<br />
áreas y categorías de personas y g<strong>en</strong>erar exclusión social, marginalización<br />
y la ...aparición de nuevas formas de pobreza (Comunidad Económica<br />
Europea, 1988, pág. 23). El destacado <strong>en</strong> negrita es nuestro.<br />
REVISTA DE LA cEpAL 95 • AGOSTO 2008<br />
La nueva pobreza <strong>en</strong> el contexto internacional<br />
un lado, los seguros de desempleo destinados a <strong>en</strong>carar<br />
la desocupación friccional, que se volvieron insufici<strong>en</strong>tes<br />
para cubrir una población excluida por largo tiempo del<br />
mercado de trabajo y que había agotado sus reservas<br />
de contribuciones a la seguridad social. Por el otro,<br />
las medidas asist<strong>en</strong>ciales focalizadas <strong>en</strong> qui<strong>en</strong>es eran<br />
considerados no aptos para el trabajo, lo que tampoco<br />
coincidía con el perfil de los nuevos demandantes. Se<br />
estuvo <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia ante un cambio cualitativo de la<br />
población asistida: a la par que disminuían los ancianos<br />
y las familias numerosas, se increm<strong>en</strong>taban las personas<br />
<strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a edad activa, los hogares monopar<strong>en</strong>tales y las<br />
personas solas. Esta mutación de perfiles se reflejó <strong>en</strong> las<br />
demandas: aum<strong>en</strong>taron los problemas de <strong>en</strong>deudami<strong>en</strong>to<br />
excesivo y los de alquileres, deudas y servicios impagos,<br />
problemas propios de una población cuya caída trastocaba<br />
su patrón de gastos habituales y de compromisos<br />
financieros a largo plazo. Por último, se asociaron al<br />
empobrecimi<strong>en</strong>to f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os novedosos, <strong>en</strong>tre otros,<br />
nuevas formas de economía informal, poblaciones sin<br />
techo y más delincu<strong>en</strong>cia.<br />
En estas circunstancias, la nueva categoría suscitó<br />
interés mediático, académico y político <strong>en</strong> diversos países. 4<br />
La nueva pobreza provocó una fuerte preocupación <strong>en</strong><br />
las clases medias por su propia suerte: la miseria ya no<br />
era de los otros, del “cuarto mundo” como se la llamaba<br />
hasta <strong>en</strong>tonces. El derrotero de individuos con los que se<br />
t<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> común el orig<strong>en</strong> social, las compet<strong>en</strong>cias profesionales<br />
y el perfil sociocultural tornaba rep<strong>en</strong>tinam<strong>en</strong>te<br />
visible la vulnerabilidad de la propia situación. Al fin<br />
de cu<strong>en</strong>tas, el desplazami<strong>en</strong>to de individuos indudablem<strong>en</strong>te<br />
integrados parecía poner <strong>en</strong> duda dos cre<strong>en</strong>cias<br />
básicas y articuladas: la vig<strong>en</strong>cia de una organización<br />
meritocrática de la sociedad —es decir, la distribución<br />
de premios y castigos <strong>en</strong> virtud de los méritos personales—<br />
y el ideal de progreso social, <strong>en</strong> tanto cre<strong>en</strong>cia de<br />
que exist<strong>en</strong> mecanismos para controlar el porv<strong>en</strong>ir de<br />
una sociedad desarrollada, dominar sus turbul<strong>en</strong>cias<br />
y conducirla hacia formas de equilibrio cada vez más<br />
articuladas (Castel, 1995, p. 387).<br />
Con todo, la emerg<strong>en</strong>cia de estos conceptos no careció<br />
de oposición <strong>en</strong> el campo académico. Por un lado, se<br />
4 Por ejemplo, <strong>en</strong> Barthe (1987), Marklund (1990), Mingione y Zajczyk<br />
(1992), Neef (1992), Paugam (1991 y 1993) y Room (1989).<br />
LA nuEVA pObREzA uRbAnA: DInámIcA GLObAL, REGIOnAL y ARGEnTInA<br />
En LAS úLTImAS DOS DécADAS • GAbRIEL KESSLER, mARíA mERcEDES DI VIRGILIO<br />
33