Objetivos terminales del primer curso por créditos
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en el segundo crédito. De este modo, se puede plantear ya desde este <strong>primer</strong> crédito el análisis de la forma<br />
y la función de las palabras, aunque el nivel sintáctico se trabajará con mayor detenimiento en los <strong>créditos</strong><br />
que se corresponden con el segundo <strong>curso</strong> de este <strong>primer</strong> ciclo.<br />
Muchas veces se estudia la gramática como una disciplina teórica alejada <strong>del</strong> uso real de la lengua o de la<br />
literatura. Nos parece éste un planteamiento erróneo, pues los textos y los ejercicios constituyen las herramientas<br />
básicas para conseguir que la clase resulte amena. Por eso, es habitual, en nuestros manuales, iniciar<br />
en muchos casos el apartado de gramática con un texto, para que el alumnado pueda comprobar<br />
cómo se muestran los conceptos que va a estudiar en el uso real de la lengua.<br />
En cuanto a los ejercicios, son abundantes en cada unidad y en muchos casos no será necesario que se<br />
realicen todos para conseguir los objetivos marcados. En cualquier caso, si resulta conveniente ampliar<br />
o reforzar algún aspecto, en esta guía didáctica se ofrecen actividades complementarias para cada unidad.<br />
Con estos ejercicios se pretende insistir en la im<strong>por</strong>tancia de los procedimientos. En los <strong>primer</strong>os<br />
niveles predominan las actividades de carácter inductivo, mientras que en niveles superiores también se<br />
presentan ejercicios deductivos. Se refieren a todos los contenidos trabajados y sirven para que los alumnos<br />
se ejerciten en diversas habilidades, interiorizando contenidos nuevos y repasando otros aprendidos<br />
con anterioridad.<br />
Por otra parte, para atender a la diversidad, se proponen ejercicios de distinta complejidad (de refuerzo<br />
y ampliación, así señalados en cada unidad), que serán de utilidad para el profesorado cuando éste así lo<br />
considere.<br />
Se pretende también que el alumnado conozca la terminología lingüística, sin la cual sería imposible<br />
transmitir determinados conceptos. Es necesario –y así se propone en los <strong>créditos</strong> de este proyecto– que<br />
la reflexión conduzca a una mejora <strong>del</strong> uso idiomático.<br />
Expresión oral y escrita<br />
En el apartado Habla y escribe de este crédito se trabaja la comunicación, tanto en su vertiente más abstracta<br />
como en la que tiene que ver específicamente con códigos concretos de naturaleza lingüística o extralingüística.<br />
Se debe aprovechar la <strong>primer</strong>a unidad para plantear al alumnado la cuestión de la «intencionalidad»<br />
de los mensajes. Por ello, los ejercicios que se proponen no sólo tienen que ver con los elementos<br />
de la comunicación, sino muy especialmente con la función intencional que los actos comunicativos desarrollan.<br />
La unidad 2 constituye el <strong>primer</strong> acercamiento a la comunicación literaria. La narración es la modalidad<br />
expresiva de carácter literario más asequible para los alumnos, así que hay que aprovechar esta circunstancia<br />
para mejorar su competencia lingüística activa y pasiva. En 1.º de ESO es suficiente con que sean capaces<br />
de identificar el tipo de narrador de un texto y su estructura narrativa. Las redacciones que se hagan<br />
durante este crédito pueden ser relatos breves, o bien pueden consistir en la compleción de narraciones<br />
(ver, <strong>por</strong> ejemplo, el ejercicio 8 de la pág. 46 <strong>del</strong> libro <strong>del</strong> alumnado). Los contenidos de la unidad 3 (la<br />
descripción) son complementarios desde un punto de vista procedimental.<br />
Por último, el tema 4 ha de fomentar en el alumnado el interés <strong>por</strong> cuidar la estructura y la presentación<br />
de sus trabajos escolares, sean <strong>del</strong> tipo que sean (redacciones, informes, trabajos, etc.).<br />
Ortografía<br />
La ortografía (Sonidos y letras) se trabaja mediante prácticas continuas, pues es la memoria visual y no el<br />
aprendizaje memorístico de las reglas lo que posibilita la mejora ortográfica. Hay que procurar –como lo<br />
hemos hecho en los ejercicios correspondientes– que las palabras trabajadas pertenezcan al vocabulario<br />
de uso común. Son los términos que emplea corrientemente el alumnado o cualquier hablante los que<br />
deben escribirse con corrección. La repetición de algunas de esas palabras –<strong>por</strong> ejemplo, el verbo haber,<br />
en cualquiera de sus formas– incide en esa idea.<br />
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