Objetivos terminales del primer curso por créditos

Orientaciones metodológicas
Los materiales didácticos que presentamos tienen las siguientes características:
a) Lecturas
Todas las lecturas tienen unidad de sentido, aunque a veces se trate de fragmentos de obras más
amplias (las orientaciones didácticas del currículo recomiendan la lectura de «textos o discursos coherentes»).
Pueden resultar atractivas no sólo para los adolescentes, sino también para el profesorado y
para otras personas que ocasionalmente puedan consultar los créditos (padres, hermanos, amigos,
etc.). Se pretende con ellas que el público receptor descubra o potencie el gusto por la lectura. Se ha
procurado no repetir textos demasiado conocidos o utilizados. Las lecturas son muy diversas, tanto en
los géneros como en los temas, y pertenecen a autores nacionales y extranjeros unánimemente reconocidos.
Algunas pertenecen al ámbito de la literatura juvenil, mientras que el resto, por temática y
estilo, son asequibles para cualquier lector. Por otra parte, muchos de los personajes de estas lecturas
son chicos y chicas de edades similares a las de los alumnos, hecho que despierta el interés de los adolescentes
por los problemas o situaciones planteados en los textos. Muchos de éstos transmiten valores
positivos y tratan temas transversales, tal como explicita el currículo.
b) Comprensión lectora
Cada lectura se complementa con unos ejercicios que afectan a la comprensión del contenido del
texto y con aquellas expresiones que deben formar parte del acervo lingüístico de los alumnos.
c) Actividades
Son muy abundantes, y en muchos casos no será necesario que se realicen todas para conseguir los
objetivos marcados. Con estos ejercicios, se pretende insistir en la importancia de los procedimientos.
Se ha procurado abordar un mismo objetivo con ejercicios de diversa índole para, en la medida de lo
posible, atender a la diversidad de aptitudes o intereses del alumnado. En los primeros niveles predominan
las actividades de carácter inductivo, mientras que en niveles superiores también aparecen ejercicios
deductivos. Se refieren a todos los contenidos trabajados y sirven para que los alumnos se ejerciten
en diversas habilidades, interiorizando contenidos nuevos y repasando otros aprendidos con anterioridad.
Por otra parte, para atender a la diversidad, se proponen ejercicios de distinta complejidad (de refuerzo
y ampliación), que aparecen explícitamente marcados en los libros.
Los autores de este proyecto han confeccionado también un solucionario-guía en el que se resuelven
todos los ejercicios.
Por tanto, nuestro proyecto ofrece al docente la posibilidad de una enseñanza plural y personalizada.
Otra consideración que hay que tener en cuenta es que no se aprende simplemente por repetición,
sino por comprensión. No basta con hacer muchos ejercicios; es necesario que el profesor o profesora
se asegure de que el alumno o la alumna ha entendido e interiorizado lo que se le propone. Una
vez conseguido este propósito, la repetición mejorará el uso y el alumnado adquirirá unos mecanismos
automáticos y subconscientes, que son los que permiten usar una lengua con fluidez.
Ejercicios escritos. Todos sabemos lo difícil que resulta plasmar en un texto nuestro pensamiento de
manera lógica y ordenada; no basta con escribir con corrección (adecuándose a las normas gramaticales,
ortográficas, de puntuación, etc.). El proceso de la escritura es más complejo y difícilmente se
puede enseñar. Los autores proponen modelos de textos escritos con la esperanza de que el alumnado
asimile e interiorice las normas de redacción. Asimismo se proponen ejercicios progresivos, con
distintos grados de dificultad, para que el alumno o la alumna ponga en práctica poco a poco la
correcta redacción, capacidad que resulta de gran utilidad en la vida laboral y social.
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