El libro blanco de la hidratación - Cerveza y Salud
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terapéuticos y Plinio fue el primero en c<strong>la</strong>sificar <strong>la</strong>s aguas por<br />
sus propieda<strong>de</strong>s.<br />
Roma. Los romanos heredaron y superaron <strong>la</strong> afición por los<br />
baños <strong>de</strong> los griegos, creando importantes termas cuyos vestigios<br />
aún po<strong>de</strong>mos admirar en nuestros días (Caracal<strong>la</strong>,<br />
Pompeya, etc.). Musa, Charmis, Arateo, Celso, Aureliano y<br />
Pablo <strong>de</strong> Egina, fueron médicos romanos que sobresalieron<br />
por sus curaciones con el agua y que nos han legado testimonios<br />
<strong>de</strong> aplicaciones hidroterápicas. Galeno, era griego pero<br />
ejerció como médico en Roma, llegando a dividir a los médicos<br />
romanos <strong>de</strong> su época en Hidrófilos e Hidrófobos. Sus técnicas<br />
y teorías se mantuvieron durante más <strong>de</strong> 1.200 años y<br />
tuvieron influencia <strong>de</strong>cisiva en <strong>la</strong> medicina Árabe. Los baños<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> antigua roma, se utilizaban con fines higiénicos y preventivos<br />
más que terapéuticos y alcanzaron tal difusión que, en <strong>la</strong><br />
época <strong>de</strong>l imperio, cada pa<strong>la</strong>cio tenía sus piscina privada,<br />
pero lo más sorpren<strong>de</strong>nte es que llegó a haber más <strong>de</strong> 800<br />
públicas, con una capacidad <strong>de</strong> hasta 1.000 usuarios a <strong>la</strong> vez.<br />
La popu<strong>la</strong>ridad <strong>de</strong> los emperadores se veía aumentada por <strong>la</strong><br />
edificación <strong>de</strong> baños monumentales y lujosos: Nerón, Tito,<br />
Caracal<strong>la</strong> y Diocleciano, entre otros, construyeron <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />
termas romanas.<br />
Sus insta<strong>la</strong>ciones contaban con diversos recintos: <strong>El</strong> apodyterium<br />
que servía <strong>de</strong> vestuario, el frigidarium, que servía<br />
como sa<strong>la</strong> <strong>de</strong> reposo y tenía un baño frío, el tepidarium o<br />
baño tibio en el que también se daban masajes con aceites,<br />
el calidarium en el que se tomaban los baños más calientes<br />
y que incluía el sudatorium, el <strong>la</strong>conium (baño <strong>de</strong> vapor hirviente),<br />
el <strong>la</strong>brum, que era una piscina poco profunda para<br />
<strong>la</strong>vados, y el alveus, que era un baño <strong>de</strong> piedra más gran<strong>de</strong><br />
con un asiento. Probablemente, el tepidarium era <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> más<br />
importante al utilizarse también como sa<strong>la</strong> principal para el<br />
ocio, <strong>la</strong> tertulia y el <strong>de</strong>scanso.<br />
21<br />
LIBRO BLANCO DE LA HIDRATACIÓN<br />
<strong>El</strong> baño seguía unas reg<strong>la</strong>s severas, en <strong>la</strong>s que el usuario,<br />
una vez <strong>de</strong>snudo, pasaba sucesivamente por el tepidarium,<br />
calidarium y <strong>la</strong>conium, para conseguir una sudoración profusa,<br />
y finalmente se bañaba en el agua he<strong>la</strong>da <strong>de</strong> <strong>la</strong> piscina<br />
<strong>de</strong>l frigidarium, “para provocar una sana reacción <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
sangre” (5). Este mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> circuito termal sigue siendo<br />
vigente y copiado en muchos establecimientos balnearios<br />
actuales, y su metodología sirve <strong>de</strong> estudio para muchos<br />
tratamientos balneoterápicos e hidrotermales.<br />
Árabes y cristianos. Fomentaron el empleo <strong>de</strong> los baños y<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong>s aplicaciones hidroterápicas con fines profilácticos,<br />
higiénicos y curativos. No olvi<strong>de</strong>mos <strong>la</strong> aún hoy vigente<br />
norma árabe <strong>de</strong> los siete <strong>la</strong>vados diarios. Mahoma a finales<br />
<strong>de</strong>l siglo VI, dispone entre los rituales <strong>de</strong> su religión, <strong>la</strong>s<br />
abluciones repetidas <strong>de</strong> agua fría para fortalecer el cuerpo<br />
y el espíritu. Médicos como Averroes, Avicena... recomiendan<br />
<strong>la</strong>s prácticas hidroterápicas junto a sustancias medicamentosas<br />
en el tratamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s.<br />
Legado <strong>de</strong> los árabes, que fijaron su atención en <strong>la</strong>s fuentes<br />
hidrominerales, son algunos <strong>de</strong> los grandiosos balnearios<br />
que construyeron en España, como por ejemplo los<br />
Baños <strong>de</strong> <strong>la</strong> Alhambra, los <strong>de</strong> Alhama <strong>de</strong> Murcia y Alhama<br />
<strong>de</strong> Granada (La antigua “Artigia Juliensis “<strong>de</strong> los romanos)<br />
así como el <strong>de</strong> Alhama <strong>de</strong> Aragón entre otros.<br />
Durante <strong>la</strong> dominación árabe, también en territorio cristiano<br />
se mantenía <strong>la</strong> afición a los baños, pero como <strong>la</strong> costumbre<br />
<strong>de</strong> realizarlos en gran<strong>de</strong>s piscinas y <strong>de</strong> forma colectiva<br />
fuera causa <strong>de</strong> libertinaje, según narran los cronistas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
época, Alfonso VI los acabó prohibiendo y cayeron en <strong>de</strong>suso.<br />
Este oscurantismo medieval hace que se olvi<strong>de</strong>n <strong>la</strong>s<br />
prácticas hidroterápicas, para volver a resurgir en <strong>la</strong> corte<br />
<strong>de</strong> Luis XI, don<strong>de</strong> se recupera el “gusto por el baño y por el<br />
masaje”.