Ciudadanía e higienismo social en El Salvador, 1880-1932
Ciudadanía e higienismo social en El Salvador, 1880-1932
Ciudadanía e higienismo social en El Salvador, 1880-1932
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
de su es<strong>en</strong>cia humana». 391 Con esto se buscó construir la subjetividad del <strong>en</strong>emigo<br />
de la sociedad, disminuyéndole a la categoría de simple am<strong>en</strong>aza al ord<strong>en</strong> y la paz<br />
ciudadana.<br />
Para el año del levantami<strong>en</strong>to campesino, la crisis <strong>social</strong> y económica<br />
g<strong>en</strong>erada por la caída internacional de los precios del café y el repunte de la pobreza,<br />
habían logrado crear la base <strong>social</strong> y política necesaria para un <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to. La<br />
zona occid<strong>en</strong>tal fue precisam<strong>en</strong>te la más afectada <strong>en</strong> este contexto; recordemos que<br />
fue <strong>en</strong> esta zona donde el cultivo del café, por sus tierras aptas para tal fin, lograron<br />
desplazar a mayor cantidad de indíg<strong>en</strong>as y mestizos de sus posesiones. Al parecer,<br />
todo esto contribuyó grandem<strong>en</strong>te a que el res<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to y la agudización de la<br />
pobreza les hicieran rebelarse. 392 Claro está que los medios de comunicación de la<br />
época no buscaron realizar estas aclaraciones, sino que se sumaron a este proyecto<br />
de hegemonía y legitimación.<br />
Al respecto, A. Gramsci es claro, pues m<strong>en</strong>ciona que el bloque hegemónico<br />
incluye a todo el conglomerado <strong>social</strong>, y los medios de comunicación conforman la<br />
intelectualidad orgánica del mismo. Eso explica lo que parece haber sido, el<br />
ocultami<strong>en</strong>to y tergiversación de los sucesos de la época. 393 <strong>El</strong> deterioro de la<br />
391 Sheila Candelario, Cultura 86, ―Patología de una insurrección: La pr<strong>en</strong>sa y la matanza de <strong>1932</strong>‖,<br />
p.10. «Los cuerpos de los insurrectos, <strong>en</strong> vida y <strong>en</strong> muerte, se v<strong>en</strong> como portadores de<br />
―organismos‖ nocivos al bi<strong>en</strong>estar político-ideológico y físico de la nación.» Ibíd., p. 14. «Y es por<br />
eso compr<strong>en</strong>sible por qué la ci<strong>en</strong>cia criminológica positivista tomo prestado el l<strong>en</strong>guaje de la ci<strong>en</strong>cia<br />
médica, por qué el criminal fue considerado como <strong>en</strong>fermo, el método criminológico como diagnóstico,<br />
la actividad de control <strong>social</strong> como es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te terapéutica.» Ver: Massimo Pavarini, Control y<br />
dominación. Teorías criminológicas burguesas y proyecto hegemónico, p. 52.<br />
392 <strong>El</strong> día miércoles 13 de <strong>en</strong>ero de <strong>1932</strong>: <strong>El</strong> ―Diario del pueblo, de Santa Ana, dice que es necesario<br />
que se estudie la situación <strong>social</strong> del país, pues últimam<strong>en</strong>te se ha hablado de levantami<strong>en</strong>tos<br />
comunistas y choques armados, pero a la vez se sabe que los salarios son muy bajos <strong>en</strong> las fincas y<br />
que por eso no hay braceros. Se habla así mismo de agitadores, cosa que debe ser investigada para<br />
buscar la justicia.» Ver: La Pr<strong>en</strong>sa Gráfica. Libro de Oro 1915-1965. <strong>El</strong> <strong>Salvador</strong>, C.A., p. 209. Los<br />
cambios g<strong>en</strong>erados a raíz de las reformas liberales que se habían producido <strong>en</strong> el último tercio del<br />
siglo XIX habían g<strong>en</strong>erado otros levantami<strong>en</strong>tos; como lo m<strong>en</strong>ciona: «Los campesinos pobres<br />
protestaron por el empeorami<strong>en</strong>to de su situación. Ocurrieron levantami<strong>en</strong>tos de significación <strong>en</strong><br />
1872, 1875, <strong>1880</strong>, 1885 y 1898». Ver: E. Bradford Burns, ―La modernización del subdesarrollo <strong>en</strong><br />
<strong>El</strong> <strong>Salvador</strong>, 1858-1931‖, p. 545.<br />
393 En las noticias emitidas por <strong>El</strong> Diario del Pueblo, el domingo 24 de <strong>en</strong>ero de <strong>1932</strong>, se lee la<br />
sigui<strong>en</strong>te noticia: «<strong>El</strong> gobierno reprime con mano de hierro el movimi<strong>en</strong>to comunista… C<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ares<br />
de voluntarios se pres<strong>en</strong>tan a los cuarteles de esta capital y se alistan <strong>en</strong> las filas anticomunistas. Los<br />
comunistas comet<strong>en</strong> actos de verdadero vandalismo». Ver: La Pr<strong>en</strong>sa Gráfica. Libro de Oro 1915-<br />
1965, p. 210. <strong>El</strong> miércoles 27 del mismo mes y año, se continuó con el mismo esquema de<br />
descripción peyorativa y partidaria, de la sigui<strong>en</strong>te manera: «Son indescriptibles los horrores del<br />
208