09.05.2013 Views

Ciudadanía e higienismo social en El Salvador, 1880-1932

Ciudadanía e higienismo social en El Salvador, 1880-1932

Ciudadanía e higienismo social en El Salvador, 1880-1932

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Estas subjetividades se constituyeron <strong>en</strong> un instrum<strong>en</strong>to a través del cual se<br />

ejerció el control y monopolio del poder político, económico y <strong>social</strong>. Pero este<br />

ejercicio de la intelectualidad médica no se dio solam<strong>en</strong>te como resultado del<br />

movimi<strong>en</strong>to del progreso e ilustración, sino producto de la dinámica del poder<br />

hegemónico, y <strong>en</strong> especial de su intelectualidad orgánica. 284<br />

D<strong>en</strong>tro de estos sectores intelectuales destacaron médicos, qui<strong>en</strong>es emitieron<br />

ante los problemas de salubridad, lo que parece haber sido juicios y soluciones que<br />

se <strong>en</strong>lazaron con las ideologías políticas <strong>en</strong> boga. Algunos de ellos, de manera<br />

abierta, ejercieron la doble tarea de médicos y políticos, y se involucraron <strong>en</strong> las<br />

tareas ideológicas de divulgación y sost<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to del ord<strong>en</strong> liberal. Así lo<br />

demuestran figuras como David J. Guzmán, Darío González, Carlos Bonilla, Rafael<br />

Zaldívar, Manuel E. Araujo, Alfonso Quiñones Molina, <strong>en</strong>tre otros.<br />

Los <strong>en</strong>unciados que procedieron de estas figuras de autoridad ejercieron una<br />

influ<strong>en</strong>cia derivada del saber de su gremio, lo cual les confirió «…un efecto de<br />

verdad y poder… una especie de supra-legalidad donde se cruzan el saber médico o<br />

ci<strong>en</strong>tífico <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral; <strong>en</strong> ese punto se formulan <strong>en</strong>unciados que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> el status de<br />

discursos verdaderos…». 285<br />

Con esto se buscó construir un refer<strong>en</strong>te ci<strong>en</strong>tífico, avalado por el s<strong>en</strong>tido<br />

positivista de la época, pero este, al igual que el saber jurídico, fueron colonizados<br />

por un poder ideológico; el cual asimiló sus afirmaciones y reori<strong>en</strong>tó sus derroteros<br />

hacia la legitimación y ratificación del poder político y económico. Este<br />

reforzami<strong>en</strong>to de los saberes <strong>en</strong> el ejercicio del poder respondió a la necesidad de<br />

establecer estrategias para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a los grupos <strong>social</strong>es <strong>en</strong>emigos del<br />

progreso. 286 Los medios de difusión formaron parte importante <strong>en</strong> este desarrollo<br />

ideológico. Así, <strong>en</strong> agosto de 1891, se publicó <strong>en</strong> la Revista La Universidad un<br />

artículo titulado ―De las afecciones m<strong>en</strong>tales‖. En él, se definieron muchas de las<br />

características del delincu<strong>en</strong>te de la época. Este se caracterizó como un individuo sin<br />

284 Ibíd., p. 22.<br />

285 Michel Foucault, Los Anormales, p. 24.<br />

286 Ibíd., p. 41.<br />

157

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!