Geometrías no euclídeas
Geometrías no euclídeas Geometrías no euclídeas
Las otras geometrías Pascual Lucas Conferencia impartida el 17/02/99 en el curso “La Historia de las Matemáticas y su aplicación a la docencia en Enseñanza Secundaria” Índice General 1 INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 2 LA GEOMETRÍA DE EUCLIDES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 2.1 EL MÉTODO AXIOMÁTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 2.2 LOS PRIMEROS CUATRO POSTULADOS DE EUCLIDES ......... 10 2.3 EL POSTULADO DE LAS PARALELAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 2.4 INTENTOS DE DEMOSTRACIÓN DEL QUINTO POSTULADO ....... 16 2.5 CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 3 LA GEOMETRÍA HIPERBÓLICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 3.1 BOLYAI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 3.2 GAUSS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 3.3 LOBACHEVSKI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 3.4 ALGUNOS RESULTADOS HIPERBÓLICOS . . . . . . . . . . . . . . . . 32 4 LA CONSISTENCIA DE LA GEOMETRÍA HIPERBÓLICA: MODELOS . . . . . 34 4.1 EL MODELO DE BELTRAMI-KLEIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 1
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Las otras geometrías<br />
Pascual Lucas<br />
Conferencia impartida el 17/02/99 en el curso<br />
“La Historia de las Matemáticas<br />
y su aplicación a la docencia en Enseñanza Secundaria”<br />
Índice General<br />
1 INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3<br />
2 LA GEOMETRÍA DE EUCLIDES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5<br />
2.1 EL MÉTODO AXIOMÁTICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7<br />
2.2 LOS PRIMEROS CUATRO POSTULADOS DE EUCLIDES ......... 10<br />
2.3 EL POSTULADO DE LAS PARALELAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14<br />
2.4 INTENTOS DE DEMOSTRACIÓN DEL QUINTO POSTULADO ....... 16<br />
2.5 CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20<br />
3 LA GEOMETRÍA HIPERBÓLICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21<br />
3.1 BOLYAI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21<br />
3.2 GAUSS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23<br />
3.3 LOBACHEVSKI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29<br />
3.4 ALGUNOS RESULTADOS HIPERBÓLICOS . . . . . . . . . . . . . . . . 32<br />
4 LA CONSISTENCIA DE LA GEOMETRÍA HIPERBÓLICA: MODELOS . . . . . 34<br />
4.1 EL MODELO DE BELTRAMI-KLEIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36<br />
1
4.2 UN MODELO DE POINCARÉ EN EL DISCO . . . . . . . . . . . . . . . 37<br />
4.3 UN MODELO DE POINCARÉ EN EL SEMIPLANO . . . . . . . . . . . . 39<br />
4.4 EQUIVALENCIA DE LOS MODELOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40<br />
5 CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43<br />
2
1. INTRODUCCIÓN<br />
Mucha gente desco<strong>no</strong>ce que hace alrededor de un siglo y medio, aproximadamente,<br />
tuvo lugar una revolución en el campo de la geometría que fue científicamente<br />
tan profunda como la revolución de Copérnico en astro<strong>no</strong>mía y, en su<br />
impacto, tan filosóficamente importante como la teoría de la evolución de Darwin.<br />
En palabras del gran geómetra canadiense H.S.M. Coxeter:<br />
El efecto del descubrimiento de la geometría hiperbólica sobre nuestras ideas<br />
de verdad y realidad ha sido tan profundo que difícilmente podemos imaginar<br />
lo traumático que fue descubrir en 1820 que una geometría distinta de la<br />
euclídea era posible.<br />
Antes de esto se pensaba que había, y que de hecho realmente existía, sólo<br />
una geometría posible, y que cualquier descripción del espacio contraria a la<br />
exposición euclidiana debía ser necesariamente incompatible y contradictoria.<br />
Sin embargo, en nuestros días casi todo el mundo ha oído hablar, gracias a<br />
la teoría de la relatividad de Albert Einstein, de la geometría de los espacios<br />
tiempo.<br />
La geometría se liberó y, desde entonces, los postulados geométricos se convirtieron,<br />
para los matemáticos, en simples axiomas, de cuya verdad o falsedad<br />
físicas <strong>no</strong> había que preocuparse. Sólo había que tener cuidado de elegir los<br />
axiomas de forma que <strong>no</strong> se obtuviera contradicción alguna, <strong>no</strong> importa lo alejados<br />
que estuvieron estos postulados de nuestra percepción o creencia.<br />
En consecuencia, el espacio físico era un concepto empírico deducido de experiencias<br />
exteriores y anteriores, y los postulados o axiomas geométricos se<br />
habían ideado con el objetivo de describir esta apariencia. Este punto de vista<br />
contrastaba e<strong>no</strong>rmemente con la teoría kantiana que dominaba la filosofía de<br />
la época, según la cual el espacio es un sistema de referencia que ya existía en<br />
la mente humana, que los axiomas y postulados de la geometría euclidiana son<br />
juicios a priori impuestos en la mente, sin los cuales <strong>no</strong> es posible hacer ningún<br />
razonamiento compatible acerca del espacio.<br />
Así pues, la invención de geometrías <strong>no</strong> <strong>euclídeas</strong> invalidaban la filosofía kantiana<br />
imperante, una creencia tradicional y hábito de pensar durante muchos<br />
siglos. Hasta ese momento, las matemáticas se justificaban como un intento de<br />
modelizar y explicar el mundo que <strong>no</strong>s rodeaba; a partir de esta época, la geometría<br />
y las matemáticas, como un todo, emergieron como una creación arbitraria<br />
de la mente humana, y <strong>no</strong> como una imposición de nuestro mundo.<br />
3
La geometría euclídea es la geometría que todos hemos estudiado en el colegio<br />
y en el instituto, la geometría que la mayoría de <strong>no</strong>sotros utilizamos para visualizar<br />
o modelizar nuestro universo físico. Su origen hay que buscarlo en una<br />
obra escrita por el matemático griego Euclides, los Elementos, escritos alrededor<br />
del año 300 A.C. La descripción del universo físico utilizando esta geometría fue<br />
extensamente utilizada por Isaac Newton en el siglo XVII.<br />
Las geometrías que difieren de la euclídea han surgido de un estudio más<br />
profundo de la <strong>no</strong>ción de paralelismo. Consideremos el siguiente diagrama que<br />
muestra dos rayos perpendiculares a un segmento PQ:<br />
P<br />
Q<br />
En geometría euclídea, la distancia perpendicular entre los rayos permanece<br />
igual y constante a la distancia de P a Q, por mucho que <strong>no</strong>s alejemos de dichos<br />
puntos. Sin embargo, a comienzos del siglo XVIII se “imaginaron” dos nuevas<br />
geometrías. En la geometría hiperbólica (del griego hyperballein, “exceder”) la<br />
distancia entre los rayos se incrementa conforme <strong>no</strong>s alejamos. Por el contrario,<br />
en la geometría elíptica (del griego elleipen, “acortar”) la distancia decrece y eventualmente<br />
los rayos pueden llegar a encontrarse. Estas geometrías <strong>no</strong> <strong>euclídeas</strong><br />
fueron posteriormente incorporadas a una teoría mucho más general iniciada<br />
por C.F. Gauss y desarrollada por G.F.B. Riemann. Esta teoría más general fue<br />
la que permitió a Einstein dar el soporte matemático necesario para sustentar<br />
su teoría física. En realidad, la teoría de la relatividad especial de Einstein se<br />
basa en la geometría del espacio-tiempo de H. Minkowski.<br />
En esta charla me voy a centrar en la geometría euclídea y en la geometría<br />
hiperbólica, ya que ésta puede entenderse perfectamente a partir de aquélla,<br />
pues sólo es necesario realizar un pequeño cambio en los axiomas de Euclides.<br />
Por el contrario, la geometría elíptica necesita del concepto topológico de<br />
la <strong>no</strong>-orientabilidad (ya que en el pla<strong>no</strong> elíptico, todos los puntos que <strong>no</strong> están<br />
sobre una línea, están situados del mismo lado de esa línea). Así mismo, la geometría<br />
riemanniana requiere un co<strong>no</strong>cimiento profundo del cálculo diferencial<br />
e integral, <strong>no</strong> sólo en espacios euclídeos, si<strong>no</strong> también en espacios abstractos<br />
más generales (las llamadas variedades diferenciables) y, por tanto, exceden el<br />
tiempo permitido de exposición y los objetivos que se persiguen.<br />
4<br />
-<br />
-
2. LA GEOMETRÍA DE EUCLIDES<br />
La palabra “geometría” proviene del griego geometrein (de geo:tierra, y metrein:<br />
medir); originalmente pues la geometría fue la ciencia que se ocupó de medir la<br />
tierra. El historiador griego Herodoto (alrededor del siglo V A.C.) propone a los<br />
egipcios como los creadores de la geometría, sin embargo otras civilizaciones antiguas<br />
(como los babilonios, los hindus o los chi<strong>no</strong>s) ya poseían un co<strong>no</strong>cimiento<br />
geométrico importante.<br />
La geometría antigua consistía en un conjunto de reglas y procedimientos obtenidos<br />
por experimentación, observación de analogías, adivinación y momentos<br />
de intuición. Es decir, era una geometría práctica o científica, íntimamente relacionada<br />
con la medición práctica. Algu<strong>no</strong>s ejemplos que justifican esta opinión<br />
son los siguientes. Los babilonios de 2000 a 1600 A.C. consideraban que la<br />
circunferencia era igual a tres veces su diámetro (lo que equivale a decir que<br />
π =3), valor que es también encontrado en diversos escritos roma<strong>no</strong>s y chi<strong>no</strong>s.<br />
Los judíos lo consideraban un número sagrado, pues aparece en la Biblia, en el<br />
libro de los Reyes I, 7:23<br />
Y construyó [Salomón] un mar fundido, de forma circular, que medía diez codos<br />
de orilla a orilla y cinco codos de alto: y una línea de treinta codos lo rodeaba<br />
por completo.<br />
El mismo verso puede encontrarse en Crónicas II, 4:2. Aparece en un listado de<br />
especificaciones para la construcción del gran templo de Salomón, construido<br />
alrededor del año 950 A.C. No es un valor muy ajustado, ya que los egipcios y los<br />
mesopotamios ya utilizaban los valores 25/8=3.125 y √ 10 = 3.162. Los egipcios<br />
también utilizaban una aproximación adecuada ya que, según el papiro Rhind,<br />
datado alrededor del año 1800 A.C., utilizaban la aproximación π ∼ (16/9) 2 ∼<br />
3.1604.<br />
Los babilonios estaban familiarizados con las reglas generales para calcular<br />
el área de un rectángulo, las áreas de triángulos rectángulos e isósceles, el volumen<br />
de un paralelepípedo rectangular, el volumen de un prisma recto, etc. Sin<br />
embargo, <strong>no</strong> siempre utilizaban fórmulas adecuadas. Por ejemplo, hay evidencia<br />
suficiente para pensar que los babilonios antiguos utilizaban la fórmula<br />
A =<br />
(a + c)(b + d)<br />
4<br />
para el área de un cuadrilátero cuyos lados consecutivos son a, b, c y d. Sin<br />
embargo, co<strong>no</strong>cían el teorema de Pitágoras alrededor del año 2000 A.C., mucho<br />
antes de que el propio Pitágoras naciese.<br />
5
La principal aportación de los griegos, desde Tales de Mileto, fue el interes<br />
por demostrar deductivamente las fórmulas y resultados, rechazando los<br />
métodos de ensayo y error. Tales co<strong>no</strong>cía los cómputos realizados por egipcios<br />
y babilonios (u<strong>no</strong>s correctos y otros erróneos) y, tratando de determinar cuáles<br />
eran correctos y cuáles <strong>no</strong>, desarrolló la primera geometría lógica co<strong>no</strong>cida. Los<br />
griegos insistieron en que debían obtenerse conclusiones geométricas a través de<br />
demostraciones lógicas, de demostraciones, transformando la antigua geometría<br />
empírica en una geometría axiomática o matemática.<br />
Nuestra fuente principal de información acerca de la geometría griega es la<br />
obra Sumario de Eudemo, de Proclo. Este libro contiene unas cuantas páginas<br />
del libro I, Comentarios sobre Euclides, y es un esbozo muy breve del desarrollo<br />
de la geometría griega desde los tiempos primitivos hasta Euclides.<br />
Euclides escribió numerosas obras, pero su reputación se debe a sus Elementos.<br />
Evidentemente, este extraordinario tratado superó completamente y de<br />
forma inmediata a todos los ‘Elementos’ anteriores, y desde la aparición de los<br />
trece libros y durante los siglos que <strong>no</strong>s separan, su influencia se dejó sentir<br />
a través de miles de ediciones. El tratado es una recopilación y ordenación<br />
sistemática de los trabajos anteriores, en una sucesión lógica de 465 proposiciones,<br />
acompañadas de axiomas, postulados y definiciones. Como prototipo del<br />
método matemático moder<strong>no</strong>, su impacto e influencia sobre el desarrollo de las<br />
matemáticas ha sido e<strong>no</strong>rme.<br />
El método axiomático utilizado por Euclides es, sin ninguna duda, el origen<br />
de las “matemáticas puras”. El método es “puro” en el sentido de “pensamiento<br />
puro”: <strong>no</strong> se necesitan experimentos físicos para verificar que los enunciados<br />
son correctos, únicamente es necesario el razonamiento en las demostraciones.<br />
Los Elementos de Euclides son también “puros” en el sentido de que el tratado<br />
<strong>no</strong> incluye aplicaciones prácticas, a pesar de que la geometría de Euclides tiene<br />
un número e<strong>no</strong>rme de aplicaciones en física e ingeniería. Según la leyenda,<br />
un estudiante que comenzaba a estudiar geometría preguntó a Euclides: “¿Qué<br />
ganaré aprendiendo estas cosas?”, Euclides llamó a su esclavo y le dijo “Dale<br />
una moneda, porque debe obtener un beneficio de lo que aprende”.<br />
Sorprendentemente, como veremos más tarde, las matemáticas puras tienen<br />
a menudo aplicaciones que sus creadores nunca imaginaron, de forma que las<br />
inútiles matemáticas puras terminan siendo muy útiles a la sociedad. En todo<br />
caso, las investigaciones matemáticas <strong>no</strong> aplicables siguen siendo valorables por<br />
la sociedad, como la música o el arte o como contribuciones al desarrollo de la<br />
conciencia y el co<strong>no</strong>cimiento huma<strong>no</strong>s.<br />
6
2.1. EL MÉTODO AXIOMÁTICO<br />
Los matemáticos podemos utilizar cualquier método o técnica para encontrar<br />
y descubrir teoremas: ensayo y error, estudio de casos especiales, adivinación,<br />
etc. El método axiomático es el método que <strong>no</strong>s permite probar que tales resultados<br />
son realmente correctos. Algu<strong>no</strong>s de los resultados matemáticos más importantes<br />
fueron enunciados originalmente con una demostración incompleta,<br />
teniendo que esperar años, algunas veces, cientos de años, para poder encontrar<br />
una prueba correcta.<br />
Por tanto, las demostraciones <strong>no</strong>s garantizan que los resultados son correctos.<br />
A veces, incluso, <strong>no</strong>s proporcionan resultados más generales. Por ejemplo,<br />
los egipcios e hindúes sabían que si los lados de un triángulo tienen longitudes<br />
3,4y5,entonces se trata de un triángulo rectángulo. Los griegos demostraron<br />
que si las longitudes a, b y c de un triángulo satisfacen la ecuación a 2 + b 2 = c 2 ,<br />
entonces el triángulo es rectángulo.<br />
¿Qué eselmétodo axiomático? Si yo deseara persuadirte mediante razonamiento<br />
de que te creas el enunciado E1, podría mostrarte que el enunciado E1 es<br />
una consecuencia lógica de otro enunciado E2 que tu ya aceptas. Sin embargo,<br />
si <strong>no</strong> aceptas este enunciado, entonces debería probarte que es consecuencia<br />
lógica de otro enunciado E3 que sí aceptas como verdadero. Podría tener que<br />
repetir el razonamiento varias veces, hasta llegar a un enunciado ya aceptado<br />
y que <strong>no</strong> requiriese una demostración. Dicho enunciado jugaría el papel de un<br />
axioma (o postulado). Sin embargo, si en mi razonamiento <strong>no</strong> encontrase un<br />
enunciado que aceptases, entraría en un proceso de “regresión infinita”, proporcionando<br />
una demostración tras otra sin un final. Por tanto, existen dos<br />
condiciones o requerimientos que debemos aceptar para poder decidir si una<br />
demostración es correcta:<br />
CONDICIÓN 1. La aceptación de ciertos enunciados de<strong>no</strong>minados “axiomas” o<br />
“postulados”, que <strong>no</strong> requieren demostración.<br />
CONDICIÓN 2. El acuerdo sobre cómo y cuándo un enunciado “es consecuencia<br />
lógica” de otro, es decir, acuerdo sobre ciertas reglas de razonamiento.<br />
El monumental logro de Euclides fue proponer u<strong>no</strong>s pocos y simples postulados,<br />
enunciados que fueron aceptados sin ninguna justificación, y deducir de<br />
ellos 465 proposiciones, muchas de ellas complicadas y para nada intuitivas,<br />
que significan todo el co<strong>no</strong>cimiento geométrico de la época. Una de las razones<br />
por la que los Elementos de Euclides es un trabajo tan bonito y maravilloso es<br />
7
la gran cantidad de resultados que han sido obtenidos a partir de unas pocas<br />
premisas.<br />
Antes de avanzar en nuestro planteamiento, <strong>no</strong> <strong>no</strong>s podemos olvidar de una<br />
condición básica y principal:<br />
CONDICIÓN 0. Entendimiento del significado que damos a las palabras yalos<br />
símbolos, es decir, acuerdo sobre el lenguaje que utilizamos.<br />
No hay ningún problema si todos usamos térmi<strong>no</strong>s familiares (para todos)<br />
y los utilizamos de manera consistente. Sin embargo, si yo utilizo un térmi<strong>no</strong><br />
desco<strong>no</strong>cido, o <strong>no</strong> habitual, estais en vuestro derecho (es más, en vuestra sana<br />
obligación) de solicitar una definición de este térmi<strong>no</strong>. Las definiciones <strong>no</strong> se<br />
pueden proporcionar de forma arbitraria: deben estar sujetas a las reglas de<br />
razonamiento a las que se refiere la Condición 2. Por ejemplo, <strong>no</strong> podemos<br />
definir el ángulo recto como aquél que tiene 90o y entonces definir el ángulo<br />
de 90o como el ángulo recto, ya que estamos violando la regla que impide el<br />
razonamiento circular.<br />
Por otra parte, es evidente que <strong>no</strong> podemos definir todos los térmi<strong>no</strong>s que<br />
utilicemos, ya que para definir un térmi<strong>no</strong> utilizamos a su vez otros térmi<strong>no</strong>s,<br />
los cuales deben también ser definidos. Podemos ver que corremos el peligro de<br />
caer en un proceso de regresión infinita.<br />
Euclides intentó definir todos los térmi<strong>no</strong>s geométricos que utilizó. Así, definió<br />
una “línea (recta)” como “aquella que tiene todos sus puntos en la misma<br />
dirección”. Esta definición <strong>no</strong> es muy acertada, ya que para entenderla hay<br />
que tener previamente la imagen de una línea. Es más conveniente considerar<br />
“línea” como un térmi<strong>no</strong> indefinido. De manera similar, Euclides definió el “punto”<br />
como “lo que <strong>no</strong> tiene parte o dimensión”, que tampoco es una definición muy<br />
informativa o útil; como antes, parece adecuado considerar el “punto” como un<br />
térmi<strong>no</strong> indefinido.<br />
En 1899, David Hilbert publicó un tratado colosal, Grundlagen der Geometrie<br />
(Fundamentos de la Geometría), que intentaba clarificar y completar las definiciones<br />
y conceptos de Euclides, así como solventar algu<strong>no</strong>s errores detectados en<br />
las demostraciones de Euclides. Esta obra, en sus diversas revisiones mejoradas,<br />
es en la actualidad clásica en su campo; ha hecho más que cualquier otro<br />
trabajo desde el descubrimiento de la geometría <strong>no</strong> euclídea para promover el<br />
método moder<strong>no</strong> y para dar forma al carácter de gran parte de las matemáticas<br />
actuales. Hilbert proponía cinco térmi<strong>no</strong>s primitivos o indefinidos:<br />
• punto<br />
8
• línea<br />
• sobre (como en “dos puntos distintos están sobre una única recta”)<br />
• entre (como en “el punto C está entre los puntos A y B”)<br />
• congruente (como en “todos los ángulos rectos son congruentes”)<br />
Para una mejor comprensión, <strong>no</strong>s vamos a limitar a la geometría plana, de forma<br />
que para <strong>no</strong>sotros, el pla<strong>no</strong> es el conjunto de todos los puntos y líneas, los cuales<br />
están sobre el pla<strong>no</strong>.<br />
En el lenguaje cotidia<strong>no</strong> existen los sinónimos, es decir, distintas palabras<br />
que utilizamos para referir<strong>no</strong>s al mismo concepto. Aquí también podemos utilizarlos.<br />
Por ejemplo, en lugar de decir que “el punto P está sobre la línea l” puede<br />
decirse que “la línea l pasa por el punto P ”. Si un punto P está sobre dos líneas<br />
l y m, entonces decimos que “las líneas l y m tienen el punto P en común”, o que<br />
“las líneas l y m intersecan (o se cortan) en el punto P ”. El segundo térmi<strong>no</strong>,<br />
“línea”, es sinónimo de “recta” o “línea recta”.<br />
Existen otros térmi<strong>no</strong>s matemáticos que usaremos y que deberán ser añadidos<br />
a la lista anterior, ya que <strong>no</strong> desearemos definirlos; ahora los he omitido<br />
porque <strong>no</strong> son térmi<strong>no</strong>s específicamente geométricos, si<strong>no</strong> lo que Euclides de<strong>no</strong>minaba<br />
“<strong>no</strong>ciones comunes”.<br />
La palabra “conjunto” es fundamental en todas las matemáticas actuales, se<br />
utiliza habitualmente en las escuelas y, sin ningún género de dudas, todo el<br />
mundo tiene una idea acerca de lo que es un conjunto. Podemos pensar en una<br />
“colección de objetos”. En relación con los conjuntos, debemos entender lo que<br />
significa “pertenecer a” o “ser un elemento de” un conjunto; podemos utilizarlos<br />
como en nuestra convención de que todos los puntos y rectas pertenecen al<br />
pla<strong>no</strong>. Si todos los elementos de un conjunto S son también elementos de otro<br />
conjunto T , diremos que S “está contenido en” o “es un subconjunto de” T .<br />
Otro térmi<strong>no</strong> crucial en la teoría de conjuntos es la igualdad de conjuntos.<br />
Decimos que los conjuntos S y T son iguales si todo elemento de S es también<br />
elemento de T y viceversa. Por ejemplo, el conjunto de todos los autores del libro<br />
El Quijote es igual al conjunto cuyo único elemento es “Miguel de Cervantes”.<br />
La palabra “igual” significa, o es sinónima de, idéntica. Sin embargo, Euclides<br />
utilizaba la palabra igual en un sentido diferente, como cuando dice que “los<br />
ángulos base de un triángulo isósceles son iguales”. Realmente, Euclides quería<br />
decir que tenían igual número de grados, <strong>no</strong> que fueran ángulos idénticos. Para<br />
evitar la confusión, utilizaremos el térmi<strong>no</strong> primitivo congruente, de forma que<br />
podemos decir que “los ángulos base de un triángulo isósceles son congruentes”.<br />
9
Utilizaremos el térmi<strong>no</strong> congruente en un sentido más amplio que el habitual:<br />
será usado tanto para ángulos como para segmentos.<br />
2.2. LOS PRIMEROS CUATRO POSTULADOS DE EUCLIDES<br />
Euclides basó su geometría en cinco hipótesis fundamentales, que él de<strong>no</strong>minó<br />
axiomas o postulados.<br />
POSTULADO I. Para todo punto P y para todo punto Q distinto (<strong>no</strong> igual) de P ,<br />
existe una única línea l que pasa por P y Q.<br />
Informalmente, este enunciado es usualmente expresado diciendo que hay<br />
una y sólo una línea que pasa por dos puntos distintos dados. De<strong>no</strong>taremos<br />
esta línea por ←→<br />
PQ.<br />
Para enunciar el segundo postulado necesitamos una definición.<br />
DEFINICIÓN. Sean A y B dos puntos. El segmento AB es el conjunto formado por<br />
los puntos A y B y por todos los puntos que están sobre la línea<br />
←→<br />
AB y que están entre A y B. Los dos puntos A y B se de<strong>no</strong>minan<br />
los extremos del segmento AB.<br />
A<br />
A<br />
C B<br />
C B<br />
-<br />
Segmento AB<br />
Línea AB<br />
POSTULADO II. Para todo segmento AB y para todo segmento CD, existe un<br />
único punto E tal que B está entre A y E y el segmento CD<br />
es congruente con el segmento BE.<br />
C D<br />
A B E<br />
10
Este postulado se expresa informalmente diciendo que “cualquier segmento<br />
AB puede extenderse mediante un segmento BE congruente con un segmento<br />
CD dado”. Como es habitual, escribiremos CD ∼ = BE para expresar el hecho que<br />
los segmentos CD y BE son congruentes.<br />
Para enunciar el tercer postulado necesitamos introducir otra definición.<br />
DEFINICIÓN. Sean dos puntos O y A. El conjunto de todos los puntos P tales<br />
que el segmento OP es congruente con el segmento OA se llama<br />
la circunferencia con centro O, y cada u<strong>no</strong> de los segmentos OP se<br />
llama un radio de la circunferencia.<br />
POSTULADO III. Para todo punto O y para todo punto A distinto de O, existe una<br />
circunferencia de centro O y radio OA.<br />
O<br />
P<br />
A<br />
Círculo con centro O y radio OA<br />
Realmente, y puesto que estamos utilizando el lenguaje de la teoría de conjuntos,<br />
este postulado es innecesario; como consecuencia de la teoría de conjuntos,<br />
el conjunto de los puntos P tales que OP ∼ = OA existe. Sin embargo, Euclides<br />
tenía en mente, al proponer este postulado, dibujar dicha circunferencia, por<br />
lo que el postulado <strong>no</strong>s está diciendo que es posible construir dicha circunferencia<br />
(por ejemplo con un compás). De manera similar, en el postulado II se<br />
<strong>no</strong>s dice que es posible extender el segmento AB, por ejemplo utilizando una<br />
regla. No obstante, la presentación que estamos haciendo es más “pura” que la<br />
de Euclides, en el sentido de que se elimina toda referencia a los dibujos.<br />
Sin embargo, es un problema matemático fascinante determinar qué construcciones<br />
geométricas son posible utilizando únicamente regla y compás. No<br />
fue hasta el siglo XIX en que pudo probarse que ciertas construcciones clásicas<br />
(como la trisección de un ángulo arbitrario, la cuadratura del círculo o la duplicación<br />
del cubo) eran imposibles utilizando sólo la regla y el compás. Pierre<br />
Wantzel demostró lo anterior trasladando el problema geométrico a un problema<br />
algebraico: probó que las construcciones con regla y compás correspondían con<br />
las soluciones de ciertas ecuaciones algebraicas obtenidas únicamente median-<br />
11
te suma, diferencia, multiplicación, división y extracción de raíces cuadradas.<br />
Así por ejemplo, la trisección de un ángulo arbitrario es imposible porque en su<br />
resolución aparecen raíces cúbicas.<br />
DEFINICIÓN. El rayo −→<br />
AB es el siguiente conjunto de puntos sobre la línea ←→<br />
AB:<br />
aquellos puntos que pertenecen al segmento AB y todos los puntos<br />
C tales que B está entre A y C. Se dice que el rayo −→<br />
AB emana de A<br />
y es parte de la línea ←→<br />
AB.<br />
A<br />
B<br />
Rayo −→<br />
AB<br />
DEFINICIÓN. Los rayos −→<br />
AB y −→<br />
AC son opuestos si son distintos, emanan del mismo<br />
punto A y son parte de la misma línea ←→<br />
AB= ←→<br />
AC.<br />
C<br />
B A C<br />
Rayos opuestos<br />
DEFINICIÓN. Unángulo con vértice A es un punto A junto con dos rayos <strong>no</strong><br />
opuestos −→<br />
AB y −→<br />
AC (llamados las caras del ángulo) que emanan del<br />
punto A.<br />
A<br />
B<br />
C<br />
q<br />
Ángulo con vértice A<br />
Este ángulo será de<strong>no</strong>tado por ^A, ^BAC o ^CAB.<br />
12<br />
*<br />
1<br />
-
DEFINICIÓN. Si dos ángulo ^BAD y ^CAD tienen una cara común −→<br />
AD, y las<br />
otras dos caras −→<br />
AB y −→<br />
AC son rayos opuestos, se dice que los ángulos<br />
son suplementarios.<br />
D<br />
B A C<br />
Ángulos suplementarios<br />
DEFINICIÓN. Unángulo ^BAD se dice que es un ángulo recto si tiene un ángulo<br />
suplementario con el que es congruente.<br />
6<br />
D<br />
B A C<br />
Ángulos rectos<br />
Observemos cómo ha sido posible definir el concepto de ángulo recto sin hacer<br />
referencia a los “grados”, utilizando solamente el térmi<strong>no</strong> primitivo de congruencia<br />
de ángulos. Posteriormente veremos cómo se puede introducir el concepto de<br />
grado, aunque seguramente lo consideremos innecesario, ya que todos tenemos<br />
una idea bastante precisa.<br />
POSTULADO IV. Todos los ángulos rectos son congruentes entre sí.<br />
Este postulado expresa una cierta clase de homogeneidad: por muy alejados<br />
y separados que estén dos ángulos rectos, siempre tendrán el “mismo tamaño”.<br />
El postulado proporciona, por tanto, un método estándar para medir ángulos.<br />
Por el contrario, <strong>no</strong> existe una forma estándar de medir longitudes en la geometría<br />
euclídea. Las unidades de longitud (un codo, un pie, un metro, etc.) son<br />
elegidas arbitrariamente. Una de las propiedades mas destacables de la geometría<br />
hiperbólica, que describiremos más adelante, es que admite una manera<br />
estándar de medir, es decir, existe una unidad de longitud natural.<br />
13<br />
-<br />
-
2.3. EL POSTULADO DE LAS PARALELAS<br />
Los primeros cuatro postulados de Euclides siempre fueron aceptados por los<br />
matemáticos. El quinto postulado, o postulado de las paralelas, fue desde el<br />
principio fuente de controversias, que se extendieron en el tiempo hasta el siglo<br />
XIX. De hecho, los intentos por proponer nuevos postulados alternativos fueron<br />
el germen del nacimiento de las nuevas geometrías.<br />
Enunciaremos el quinto postulado en una formulación distinta de la original,<br />
tal y como fue expuesto por Euclides en sus Elementos. La razón es que el<br />
enunciado es mucho más simple y comprensible a primera vista, aunque es<br />
equivalente. La versión que presentamos es quizás la más popular, y se debe al<br />
físico y matemático escocés John Playfair (1748–1819), aunque esta alternativa<br />
ya había sido avanzada por Proclo en el siglo V. Una de las definiciones más<br />
importantes de nuestro acercamiento a la geometría euclídea es la siguiente.<br />
DEFINICIÓN. Dos línea l y m son paralelas si <strong>no</strong> se cortan, es decir, si <strong>no</strong> existe<br />
ningún punto que esté sobre las dos línea. De<strong>no</strong>taremos este hecho<br />
por l||m.<br />
Observemos que <strong>no</strong> se ha dicho que las líneas son equidistantes, es decir, que<br />
la distancia entre las líneas es siempre la misma. Seguramente, si hiciésemos<br />
un dibujo de dos líneas paralelas obtendríamos esa impresión; por eso es conveniente<br />
evitar en lo posible la realización de dibujos para las demostraciones<br />
rigurosas, ya que <strong>no</strong>s pueden inducir a utilizar propiedades que <strong>no</strong> han sido<br />
previamente deducidas, y que <strong>no</strong> están en las definiciones establecidas. Por otra<br />
parte, y como consecuencia de este razonamiento, tampoco sería conveniente<br />
que ahora pensase que las líneas paralelas <strong>no</strong> son equidistantes. Debemos limitar<strong>no</strong>s<br />
a utilizar lo definido y lo demostrado, y evitar los juicios de valor.<br />
POSTULADO V. Para toda línea l y para todo punto P que <strong>no</strong> está sobre l, existe<br />
una única línea m a través de P que es paralela a l.<br />
P<br />
-<br />
-<br />
Las líneas l y m son paralelas<br />
Existen otros muchos enunciados equivalentes al postulado anterior. Algu-<br />
14<br />
m<br />
l
nas otras alternativas que han sido propuestas o tácitamente utilizadas durante<br />
años son las siguientes:<br />
(1) Existe un par de rectas en que todos los puntos de una se encuentran a la<br />
misma distancia de la otra.<br />
(2) Existe un par de triángulos <strong>no</strong> congruentes semejantes.<br />
(3) Si en un cuadrilátero un par de lados opuestos son iguales y los ángulos<br />
adyacentes al tercer lado son rectos, entonces los otros dos ángulos también<br />
son rectos.<br />
(4) Si en un cuadrilátero tres ángulos son rectos, entonces el cuarto también<br />
es recto.<br />
(5) Existe al me<strong>no</strong>s un triángulo en el que la suma de sus tres ángulos es igual<br />
a dos rectos.<br />
(6) Por un punto situado dentro de un ángulo me<strong>no</strong>r que 60o puede siempre<br />
trazarse una recta que corte a ambos lados del ángulo.<br />
(7) Una circunferencia puede hacerse pasar por tres puntos <strong>no</strong> colineales cualesquiera.<br />
(8) No hay límite superior al área de un triángulo.<br />
¿Por qué debe ser el quinto postulado tan controvertido? Puede parecer un<br />
enunciado “obvio”, quizás porque estamos habituados a pensar en térmi<strong>no</strong>s euclídeos.<br />
Sin embargo, si consideramos los axiomas de la geometría como abstracciones,<br />
podemos encontrar diferencia entre este postulado y los demás. Los<br />
dos primeros postulados son abstracciones de nuestra experiencia dibujando<br />
con una regla, mientras que nuestra experiencia con el compás motiva el tercer<br />
postulado. El cuarto postulado, quizás más extraño, también surge de nuestra<br />
experiencia con el transportador de ángulos (donde la suma de ángulos suplementarios<br />
es 180o ).<br />
El quinto postulado es diferente porque <strong>no</strong> puede ser comprobado empíricamente,<br />
ya que sólo podemos dibujar segmentos (líneas finitas) y <strong>no</strong> las líneas<br />
en su totalidad. Si prolongamos dos líneas y se cortan, podemos afirmar que <strong>no</strong><br />
son paralelas; sin embargo, si los segmentos <strong>no</strong> se cortan, podemos prolongarlos<br />
másymás, pero si <strong>no</strong> encontramos un punto de corte, nunca estaremos seguros<br />
de que dicho punto de corte <strong>no</strong> existe. El único recurso es demostrar el paralelismo<br />
utilizando un razonamiento indirecto, por medio de criterios distintos de<br />
la propia definición.<br />
15
2.4. INTENTOS DE DEMOSTRACIÓN DEL QUINTO POSTULADO<br />
Los intentos por deducir el postulado de las paralelas como un teorema a partir<br />
de los restantes, tuvo ocupados a los geómetras por más de dos mil años, culminando,<br />
como veremos, en algu<strong>no</strong>s de los desarrollos de más largo alcance de las<br />
matemáticas modernas. Muchas “demostraciones” del postulado fueron ofrecidas,<br />
pero con la misma velocidad, más o me<strong>no</strong>s tarde, se descubría que cada<br />
una de ellas se basaba en una suposición tácita equivalente al propio postulado,<br />
violando la regla lógica que impide el razonamiento circular. Veamos algu<strong>no</strong>s<br />
intentos, fallidos naturalmente.<br />
2.4.1. PROCLO<br />
U<strong>no</strong> de los intentos co<strong>no</strong>cidos más antiguos se debe a Proclo. Su razonamiento<br />
fue el siguiente.<br />
Y<br />
P<br />
Q<br />
X<br />
Z<br />
Y<br />
j<br />
n<br />
Sean dos líneas paralelas l y m y supongamos que la línea n corta a m en P .<br />
Vamos a demostrar que n corta también a l. Sea Q el punto de corte de l con la<br />
perpendicular que pasa por P . Si n coincide con ←→<br />
PQ entonces n corta a l en Q.<br />
En otro caso, existe un rayo −→<br />
PY de n entre −→<br />
PQ y una rayo −→<br />
PX de m. Tomemos X<br />
como el punto de intersección entre la recta m y su perpendicular por el punto<br />
Y . Conforme el punto Y se va alejando de P , el segmento XY va aumentando<br />
indefinidamente de longitud, de forma que eventualmente sería más grande que<br />
el segmento PQ. Por tanto, Y debe quedar en la otra cara de l, y por tanto n<br />
corta a l.<br />
En el párrafo anterior está la clave del razonamiento de Proclo, ya que envuelve<br />
los conceptos de movimiento y continuidad. Todos los pasos de la demostración<br />
son correctos, pero la conclusión <strong>no</strong> es cierta. La respuesta es que<br />
una sucesión estrictamente creciente de térmi<strong>no</strong>s positivos puede estar acotada<br />
superiormente. Por ejemplo, an = n/(n +1).<br />
16<br />
-<br />
-<br />
m<br />
l
El error puede entenderse mejor si analizamos el paso previo a la conclusión.<br />
Podemos decir que (1) los puntos X, Y y Z son colineales, y (2) los segmentos<br />
XZ y PQ son congruentes. Por tanto, cuando XZ sea más grande que PQ,<br />
entonces XY será también más grande que XZ, por lo que el punto Y estará en<br />
el otro lado de l. La conclusión se sigue de (1) y (2). El gran problema es que las<br />
afirmaciones (1) y (2) <strong>no</strong> se han justificado adecuadamente.<br />
Este análisis de la demostración de la prueba de Proclo ilustra la necesidad<br />
de tener sumo cuidado cuando pensamos en líneas paralelas. Probablemente,<br />
cuando hablamos de líneas paralelas <strong>no</strong>s imaginamos los railes de una vía, con<br />
las traviesas perpendiculares a ambos railes y todas ellas de igual longitud. Sin<br />
embargo, sin el postulado de las paralelas sólo podemos decir, usando la definición,<br />
que dos líneas paralelas <strong>no</strong> tienen ningún punto en común. No podemos<br />
afirmar que son siempre equidistantes ni siquiera que tienen una perpendicular<br />
común.<br />
2.4.2. SACCHERI<br />
No fue hasta 1733 cuando la primera investigación científica del postulado de las<br />
paralelas fue publicada. En dicho año, Girolamo Saccheri (1667-1733) publicó<br />
una pequeña obra titulada Euclides ab omni <strong>no</strong>evo vindicatus (Euclides liberado<br />
de toda falla). Saccheri demostró fácilmente, como lo puede hacer un alum<strong>no</strong><br />
aventajado de secundaria, que si en un cuadrilátero ABCD, los ángulos A y<br />
B son rectos, y los lados AD y BC son iguales, entonces los lados D y C son<br />
iguales.<br />
D<br />
= =<br />
C<br />
A B<br />
Cuadrilátero de Saccheri<br />
En consecuencia tenemos tres posibilidades: los ángulos D y C son iguales y<br />
agudos, iguales y rectos, o iguales y obtusos. Estas tres hipótesis fueron de<strong>no</strong>minadas<br />
por Saccheri la hipótesis del ángulo agudo, la hipótesis del ángulo recto<br />
y la hipótesis del ángulo obtuso. Su objetivo era utilizar el método de reducción<br />
17
al absurdo para descartar las hipótesis de los ángulos agudo y obtuso. Saccheri<br />
eliminó fácilmente la hipótesis del ángulo obtuso, pero <strong>no</strong> pudo destruir la<br />
hipótesis del ángulo agudo. Después de obtener concienzudamente muchos de<br />
los teoremas hoy clásicos de la geometría <strong>no</strong> euclídea, Saccheri obtuvo incorrectamente<br />
una contradicción <strong>no</strong> convincente. En palabras de Saccheri:<br />
La hipótesis del ángulo agudo es absolutamente falsa, ya que es repugnante<br />
a la naturaleza de la línea recta.<br />
Saccheri se comportó como el hombre que descubre un diamante extraordinario<br />
y, incapaz de creérselo, anuncia que es cristal. Aunque él <strong>no</strong> lo reco<strong>no</strong>ció,<br />
Saccheri descubrió la geometría <strong>no</strong> euclídea.<br />
2.4.3. LAMBERT<br />
El matemático alemán Johann Heinrich Lambert (1728–1777) escribió, treinta<br />
años después de la publicación de Saccheri, una investigación semejante titulada<br />
Die Theorie der Parallellinien (La teoría de las paralelas) que, inexplicablemente,<br />
<strong>no</strong> se publicó hasta once años después de su muerte. Lambert eligió un<br />
cuadrilátero que contenía tres ángulos rectos (la mitad de un cuadrilátero de<br />
Saccheri) como su figura, y consideró las tres posibles hipótesis para el cuarto<br />
ángulo: agudo, recto u obtuso.<br />
D<br />
C<br />
A B<br />
Cuadrilátero de Lambert<br />
Como Saccheri, Lambert dedujo numerosos resultados de geometría <strong>no</strong> euclídea<br />
a partir de la hipótesis del ángulo agudo, pero a diferencia de Saccheri,<br />
nunca dijo que había encontrado una contradicción. Demostró que en las<br />
tres hipótesis, la suma de los ángulos de un triángulo es me<strong>no</strong>r, igual o mayor<br />
que dos ángulos rectos, respectivamente, y que el defecto o exceso (según la<br />
hipótesis) es proporcional al área del triángulo. Eliminó la hipótesis del ángulo<br />
obtuvo de la misma forma que Saccheri, pero sus conclusiones sobre la hipótesis<br />
18
del ángulo agudo fueron indefinidas e insatisfactorias, lo que fue el motivo de<br />
que este trabajo <strong>no</strong> fuera publicado en vida del autor.<br />
2.4.4. LEGENDRE<br />
El francés Adrien Marie Legendre (1752–1833) fue u<strong>no</strong> de los mejores matemáticos<br />
de su época, contribuyendo con importantes descubrimientos en muchas<br />
ramas de las matemáticas. Tan obsesionado estuvo intentando encontrar una<br />
demostración, que durante 29 años estuvo publicando una demostración tras<br />
otra en las diferentes ediciones de su libro Éléments de Géométrie (Elementos de<br />
geometría). No obstante, Legendre es mejor co<strong>no</strong>cido por el método de mínimos<br />
cuadrados en estadística, la ley de reciprocidad en teoría de números y los poli<strong>no</strong>mios<br />
de Legendre en las ecuaciones diferenciales. El estilo simple y directo<br />
de sus demostraciones, que se difundió mucho debido a su aparición en sus<br />
Elementos, y su e<strong>no</strong>rme prestigio en el mundo de las matemáticas, generó un<br />
entusiasta interés popular en el problema del postulado de las paralelas. Analicemos<br />
u<strong>no</strong> de sus intentos.<br />
n<br />
I<br />
R ′<br />
A Q<br />
P<br />
Sea P un punto que <strong>no</strong> está sobre la línea l. Tracemos la perpendicular PQ<br />
de P a l, y sea m la recta perpendicular a PQ que pasa por P . Entonces m es<br />
paralela a l, ya que tienen una perpendicular común. Sea n cualquier otra recta<br />
que pasa por P , distinta de m ydePQ. Debemos probar que n corta a l. Sea<br />
−→<br />
PR un rayo de n entre −→<br />
PQ y un rayo de m emanando de P . Existe un punto R ′<br />
en la cara opuesta de −→<br />
PQ donde está R tal que ^QP R ′ ∼ = ^QP R. Entonces el<br />
punto Q está en el interior de ^RP R ′ . Como la línea l pasa a través del punto<br />
Q, interior a ^RP R ′ , l debe cortar una de las caras del ángulo. Si l corta la cara<br />
−→<br />
PR, entonces l corta a n. Supongamos que l corta la cara −→<br />
PR ′ en el punto A. Sea<br />
B el único punto en la cara −→<br />
PR tal que PA ∼ = PB. Entonces M PQA∼ =M PQB;en<br />
consecuencia, ^PQB es un ángulo recto, de forma que B está enl (y en n).<br />
19<br />
R<br />
B<br />
-<br />
-<br />
m<br />
l
¿Cómo comprobar que la demostración es correcta? Habría que justificar<br />
cada paso, definiendo todos los térmi<strong>no</strong>s con sumo cuidado. Por ejemplo, habría<br />
que definir qué se entiende por líneas perpendiculares, pues si <strong>no</strong>, ¿cómo<br />
se puede justificar que l y m son paralelas únicamente porque tienen una perpendicular<br />
común? Quizás habría que demostrar esto como un resultado independiente.<br />
Tendríamos que justificar el criterio de congruencia de triángulos<br />
utilizado al final. Habría que definir qué se entiende por el interior de un ángulo,<br />
y probar que una línea a través del interior de un ángulo debe cortar a una de<br />
sus caras. En todos estos pasos habría que estar seguros, además, de que sólo<br />
se usan los primero cuatro postulados, y <strong>no</strong> el quinto o alguna de las formulaciones<br />
equivalentes.<br />
2.5. CONCLUSIONES<br />
No <strong>no</strong>s debe extrañar que <strong>no</strong> se pudiese obtener una contradicción de la hipótesis<br />
del ángulo agudo, ya que como veremos a continuación, posteriormente se<br />
demostró que la geometría desarrollada con esta hipótesis es tan consistente y<br />
compatible como la euclídea; es más, si la geometría hiperbólica (que es como se<br />
de<strong>no</strong>mina a la geometría obtenida con la hipótesis mencionada) tuviese alguna<br />
contradicción y fuese inconsistente, también lo sería la geometría euclídea. En<br />
consecuencia, el postulado de las paralelas es independiente del resto de los<br />
postulados y, por tanto, <strong>no</strong> puede deducirse de ellos.<br />
Los primeros en sospechar esta posibilidad fueron los matemáticos Karl Friedrich<br />
Gauss (1777-1855), Ja<strong>no</strong>s Bolyai (1793-1860) y Nicolai Iva<strong>no</strong>vitch Lobachevski<br />
(1793-1856). El planteamiento del problema que hicieron estos matemáticos<br />
iba en la línea de John Playfair, considerando tres posibilidades: por<br />
un punto que <strong>no</strong> esté en una recta pueden trazarse más de una, oúnicamente<br />
una, oninguna paralela a otra dada, hipótesis que son equivalentes a las hipótesis<br />
de los ángulos agudo, recto y obtuso, respectivamente. El desarrollo de la<br />
primera hipótesis condujo a estos matemáticos al descubrimiento de la geometría<br />
<strong>no</strong> euclídea.<br />
20
3. LA GEOMETRÍA HIPERBÓLICA<br />
¿Qué es la geometría <strong>no</strong> euclídea? Técnicamente hablando, podemos decir que<br />
cualquier geometría distinta de la geometría de Euclides, y ciertamente pueden<br />
ponerse muchos ejemplos de tales geometrías. Sin embargo, <strong>no</strong>sotros vamos a<br />
restringir<strong>no</strong>s a la geometría descubierta por Gauss, Bolyai y Lobachevski, de<strong>no</strong>minada<br />
geometría hiperbólica. Ésta es, por definición, la geometría que se<br />
obtiene al reemplazar, en la geometría euclídea, el quinto postulado por su negación,<br />
que de<strong>no</strong>minaremos el “axioma hiperbólico”.<br />
AXIOMA HIPERBÓLICO. Existe una línea l y un punto P , que <strong>no</strong> está sobre l, tales<br />
que hay al me<strong>no</strong>s dos rectas distintas que pasan por P y<br />
son paralelas a l.<br />
3.1. BOLYAI<br />
Ja<strong>no</strong>s Bolyai (1802-1860) fue educado para el ejército, llegando a ser oficial del<br />
cuerpo de ingenieros militares del ejército húngaro. Su padre Wolfgang pasó<br />
una gran parte de su vida tratando de demostrar el postulado de las paralelas,<br />
y sabiendo que su hijo Ja<strong>no</strong>s estaba también preocupado por ese problema,<br />
intentó en va<strong>no</strong> disuadirle:<br />
Por amor de Dios, te ruego que abandones. Témele más que a las pasiones<br />
sensuales, porque él también ocupará todo tu tiempo, y te privará de la salud,<br />
de la paz mental, y de la felicidad en la vida.<br />
Ja<strong>no</strong>s continuó trabajando y en 1829 llegó a la conclusión que había llegado<br />
Lobachevski u<strong>no</strong>s pocos años antes. Cuando anunció privadamente sus descubrimientos<br />
en geometría <strong>no</strong> euclídea, su padre le escribió:<br />
Me parece aconsejable, si has obtenido una solución al problema, que, por dos<br />
razones, su publicación debe ser acelerada: en primer lugar, porque las ideas<br />
pasan fácilmente de u<strong>no</strong> a otro, que las puede publicar; en segundo lugar, porque<br />
parece ser que muchas cosas tienen una época en la cual son descubiertas<br />
en muchos lugares simultáneamente, igual que las violetas surgen por todas<br />
partes en primavera.<br />
Ja<strong>no</strong>s Bolyai publicó sus descubrimientos en un apéndice de 26 páginas en un<br />
libro de su padre, Tentamen (1831). Su padre envió una copia del libro a su<br />
amigo Gauss, indiscutiblemente el matemático más famoso de la época. Wolfgang<br />
fue amigo íntimo de Gauss durante 35años, desde cuando ambos eran<br />
21
estudiantes en Gotinga. Después del regreso a Hungría de Wolfgang, mantuvo<br />
con Gauss una correspondencia íntima, y cuando el propio Wolfgang envió a<br />
Gauss su propio intento de probar el postulado de las paralelas, Gauss le indicó<br />
delicadamente el fatal error.<br />
Figura 1: Retrato de Bolyai que aparece en un sello del Servicio de Correos<br />
Húngaro en el centenario de su muerte.<br />
Ja<strong>no</strong>s tenía trece años cuando ya dominaba el cálculo diferencial e integral.<br />
Su padre le escribió a Gauss dándole cuenta de los prodigios de su hijo e intentando<br />
que Gauss lo acogiese en su casa como aprendiz de matemáticas. Sin<br />
embargo, Gauss nunca le contestó, quizás porque ya tenía suficientes problemas<br />
con su propio hijo Eugene, que se había marchado de casa. Quince años<br />
después, cuando Wolfgang le envió elTentamen, Ja<strong>no</strong>s esperaba que Gauss hiciera<br />
público este descubrimiento. Por tanto, se puede imaginar la decepción<br />
que Ja<strong>no</strong>s tuvo que sentir cuando leyó la siguiente carta de Gauss a su padre:<br />
Si comienzo diciendo que nunca alabaré el trabajo, te quedarás sorprendido<br />
de momento; pero <strong>no</strong> puedo hacer otra cosa. Alabar el trabajo sería alabarme<br />
amí mismo, ya que el contenido del trabajo, el cami<strong>no</strong> que tu hijo ha seguido,<br />
los resultados que ha obtenido, coinciden casi exactamente con mis propias<br />
meditaciones, que han ocupado mi mente en los últimos treinta años. Me<br />
encuentro sorprendido en extremo.<br />
Mi intención era, en relación con mi propio trabajo, del cual se ha publicado<br />
muy poco, <strong>no</strong> hacerlo público durante mi vida. La mayoría <strong>no</strong> tiene la lucidez<br />
para entender nuestras conclusiones y sólo he encontrado u<strong>no</strong>s pocos que han<br />
recibido con interés lo que les he contado. Para comprender estas cosas, u<strong>no</strong><br />
debe tener una percepción entusiasta de lo que es necesario, y en este punto la<br />
mayoría están bastante confundidos. Por otra parte, tenía intención de escribir<br />
un artículo,de forma que las ideas <strong>no</strong> se perdiesen conmigo.<br />
De modo que estoy gratamente sorprendido de <strong>no</strong> hacer este esfuerzo, y estoy<br />
encantado de que sea el hijo de mi viejo amigo quien me haya suplantado de<br />
22
un modo tan sorprendente.<br />
A pesar de la última frase de Gauss, Ja<strong>no</strong>s quedó totalmente decepcionado y<br />
desilusionado con la respuesta del gran matemático; incluso imaginó que su<br />
padre había informado secretamente a Gauss de sus resultados y que Gauss<br />
trataba ahora de apropiarse de ellos. Como hombre de temperamento fuerte,<br />
que había participado y vencido en trece duelos consecutivos, Ja<strong>no</strong>s cayó en<br />
una profunda depresión mental y nunca más volvió a publicar sus resultados.<br />
En 1851, escribe:<br />
En mi opinión, y como estoy persuadido, en la opinión de los que juzguen sin<br />
prejuicios, todas las razones esgrimidas por Gauss para explicar por qué nunca<br />
publicó nada en su vida sobre este tema son insuficientes; porque en la<br />
ciencia, como en la vida diaria, es necesario clarificar las cosas de interés general<br />
que todavía están ambiguas, así como despertar, acrecentar y promover<br />
el sentido perdido de la verdad. ¡Ay!, para gran detrimento de la humanidad,<br />
sólo u<strong>no</strong>s pocos tienen aptitudes para las matemáticas; por tal motivo Gauss,<br />
para ser coherente, debería haber mantenido una gran parte de su gran trabajo<br />
para sí mismo. Es un hecho que,entre los matemáticos,e incluso entre<br />
personas célebres, existen, desafortunadamente, mucha gente superficial, pero<br />
esto <strong>no</strong> es una razón para que un hombre sensible escriba solamente cosas<br />
superficiales y mediocres, dejando que la ciencia entre en un estado letárgico.<br />
Tal suposición <strong>no</strong> es natural, por lo que considero ciertamente incorrecto que<br />
Gauss, en lugar de reco<strong>no</strong>cer honesta y definitivamente el gran trabajo del<br />
Apéndice y del Tentamen, y en lugar de expresar su gran alegría e interés<br />
y tratar de preparar una apropiada recepción para la buena causa, evitando<br />
todo esto, él descansa contento con piadosos deseos y quejas acerca de la<br />
ausencia de una civilización adecuada. Ciertamente, <strong>no</strong> es esta la actitud que<br />
llamamos vida, trabajo y mérito.<br />
Bolyai estaba frecuentemente aquejado de fiebres, lo que le impedía trabajar,<br />
yen1833 comenzó a recibir una pensión del ejército. Aunque nunca publicó<br />
más que las escasas páginas del Apéndice del Tentamen de su padre, dejó escritas<br />
más de 20.000 páginas de manuscritos de trabajos matemáticos. Estos<br />
manuscritos se encuentran en la biblioteca Bolyai-Teleki en Tirgu-Mures.<br />
3.2. GAUSS<br />
Karl-Friedrich Gauss (1777-1855) nació en Gotinga el 30 de abril. Sin ayuda de<br />
ningún tipo, Gauss aprendió a calcular antes de hablar. A los tres años corrigió<br />
un error en la paga de los obreros de su padre, y por sí solo estudió y profundizó<br />
la aritmética. A los ocho años mostró un genio precoz con ocasión de un<br />
23
problema propuesto por su profesor de la escuela elemental: encontrar la suma<br />
de los cien primeros números naturales. Gauss sumó casi instantáneamente<br />
los enteros al darse cuenta que eran 50 parejas de números que sumaban 101.<br />
El profesor tuvo la sabiduría de procurarle libros de aritmética para que Gauss<br />
prosiguiera su aprendizaje.<br />
A los once años Gauss co<strong>no</strong>ció aMartin Bartels, entonces profesor ayudante<br />
de la escuela y más tarde profesor de Lovachevski. Bartels habló deél al duque<br />
de Brunswick, quien lo llevó a estudiar a sus expensas al Brunswick Collegium<br />
Carolinum. En la academia Gauss descubrió la ley de Bode, el teorema del bi<strong>no</strong>mio<br />
y la media aritmético-geométrica, así como la ley de reciprocidad cuadrática<br />
y el teorema de los números primos. En 1795 Gauss dejó Brunswick y se marchó<br />
a la Universidad de Gotinga. El profesor de Gauss era Kaestner, a quien Gauss<br />
ridiculizaba frecuentemente. Su único amigo co<strong>no</strong>cido entre los estudiantes fue<br />
Farkas Bolyai, a quien co<strong>no</strong>ció en1799 y con quien mantuvo correspondencia<br />
durante muchos años.<br />
En marzo de 1796 obtiene la construcción del polígo<strong>no</strong> de 17 lados por medio<br />
de la regla y el compás, y desde ese día consigna la primera a<strong>no</strong>tación en<br />
su célebre diario matemático en el que durante dieciocho años inscribirá 146<br />
enunciados matemáticos breves de los resultados de sus trabajos. Este diario<br />
<strong>no</strong> fue encontrado hasta 1898, y su contenido fue publicado por primera vez por<br />
Felix Klein en 1901.<br />
En 1798, Gauss vuelve a Brunswick para continuar allí sus trabajos en solitario.<br />
Al año siguiente obtiene el doctorado por la Universidad de Helmsted<br />
bajo la dirección de Johann Friedrich Pfaff. Su tesis de doctorado contiene<br />
una demostración del teorema fundamental del álgebra, es decir, que toda ecuación<br />
polinómica p(x) =0con coeficientes reales o imaginarios posee al me<strong>no</strong>s<br />
una raíz. En 1801, Gauss escribe y publica su gran tratado titulado Disquisitiones<br />
aritmeticae, en el que presenta un resumen de los trabajos aislados de sus<br />
predecesores, da soluciones a las cuestiones más difíciles, formula conceptos y<br />
cuestiones que indicarán, al me<strong>no</strong>s durante un siglo, las líneas maestras de la<br />
investigación en teoría de números.<br />
En junio de 1801, Zach, un astró<strong>no</strong>mo a quien Gauss había co<strong>no</strong>cido dos o<br />
tres años antes, publica las posiciones orbitales de Ceres, un nuevo “pequeño<br />
planeta” que había sido descubierto por el observador italia<strong>no</strong> Giuseppe Piazzi<br />
en enero. Desafortunadamente, Piazzi sólo pudo observar nueve grados de su<br />
órbita antes de que desapareciera detrás del Sol. Zach publicó diversas predicciones<br />
de su posición, incluyendo una de Gauss que difería bastante del resto.<br />
Cuando Ceres fue redescubierto por Zach en diciembre, estaba exactamente<br />
24
Figura 2: Gauss en 1803<br />
donde Gauss había predicho. Aunque Gauss <strong>no</strong> descubrió sus métodos en esa<br />
época, utilizó una teoría orbital de los planetas fundamentada en la elipse y<br />
recurrió amétodos numéricos basados en el método de mínimos cuadrados. Esta<br />
hazaño coincide con el comienzo de sus investigaciones astronómicas, que<br />
absorverán una buena parte de sus energías durante casi veinte años.<br />
En 1807 Gauss es <strong>no</strong>mbrado profesor de astro<strong>no</strong>mía y director del observatorio<br />
de Gotinga, donde permaneció el resto de su vida. Sus trabajos de astro<strong>no</strong>mía<br />
le lleva´ron a publicar su Theoria motus corporum coelestium in sectionibus<br />
conicis solem ambientium (1809), en el cual Gauss desarrolla sistemáticamente<br />
su método del cálculo orbital. En 1809 nace su tercer hijo, que sobrevive corto<br />
tiempo, y de las secuelas de este nacimiento muere su mujer, con la que se había<br />
casado en 1805. Estos dos acontecimientos sumieron a Gauss en una profunda<br />
soledad que nunca fue capaz de superar.<br />
Durante los primeros años en Gotinga, Gauss realiza estudios y lleva a cabo<br />
investigaciones en diversos frentes, a la vez que redacta numerosas memorias:<br />
Disquisitiones generales circa seriem infinitam, un primer estudio riguroso de<br />
las series y la introducción de las funciones hipergeométricas (1813); Methodus<br />
<strong>no</strong>va integralium valores per approximationem inveniendi, una contribución importante<br />
a la aproximación de las integrales y Bestimmung der Genauigkeit der<br />
Beobachtungen, u<strong>no</strong> de los primeros análisis de los estimadores estadísticos<br />
(1816); trabajos en astro<strong>no</strong>mía, inspirados por su estudio del planeta Palas y<br />
una memoria <strong>no</strong>table sobre la determinación de la atracción de un planeta a su<br />
órbita, Theoria attractionis corporum sphaeroidicorum ellipticorum homogeneorum<br />
methodus <strong>no</strong>va tractata.<br />
En 1822 Gauss ganó el Premio de la Universidad de Copenhagen con su Theo-<br />
25
Figura 3: Gauss en 1828<br />
ria attractionis..., junto con la idea de aplicar una superficie en otra de tal forma<br />
que ambas sean similar localmente. Este trabajo fue publicado en 1825 y dio origen<br />
a su publicación Untersuchungen über Gegenstände der Höheren Geodäsie<br />
(1843 y 1846). El trabajo Theoria combinationis observationum erroribus minimis<br />
ob<strong>no</strong>xiae (1823), junto con su suplemento de 1828, se dedicó a la estadística matemática,<br />
en particular al método de los mínimos cuadrados.<br />
La publicación, en 1827, desuDisquisitiones circa generales superficies curvas<br />
supone una contribución definitiva de la geometría diferencial de superficies en<br />
el espacio de tres dimensiones, constituyendo esencialmente la primera etapa<br />
en el desarrollo de la geometría de Riemann. Gauss emprende un estudio de las<br />
superficies, demostrando, en particular, que si dos superficies son isométricas<br />
el producto de los dos radios de curvatura principales es el mismo en dos puntos<br />
correspondientes (teorema egregium).<br />
En su memoria de 1827, Gauss trata también el problema de determinar las<br />
geodésicas sobre las superficies. Gauss consigue demostrar un célebre teorema<br />
sobre la curvatura de un triángulo cuyos lados son geodésicas. Determina que<br />
la curvatura total de un triángulo geodésico de lados abc viene dada por<br />
<br />
Kds = a + b + c − π<br />
Sus trabajos en geometría diferencial demuestran que el estudio de la geometría<br />
de una superficie puede hacerse concentrándo<strong>no</strong>s esencialmente en la superficie<br />
misma. Así, las “líneas rectas” sobre la superficie son las geodésicas y, por<br />
consiguiente, la geometría de la superficie es <strong>no</strong> euclídea.<br />
Durante los primeros años Gotinga, Gauss había estudiado la posibilidad<br />
de la existencia de una geometría <strong>no</strong> euclídea. Convencido de la ineficacia de<br />
26
las diversas tentativas anteriores para demostrar el postulado de las paralelas,<br />
Gauss acepta cada vez más la idea de que debe abandonar los cami<strong>no</strong>s trillados y<br />
elaborar una nueva geometría. A partir de 1813 desarrolla esta nueva geometría,<br />
llamada sucesivamente antieuclídea, geometría astral y, por fin, geometría <strong>no</strong><br />
euclídea. En 1831 escribe un ensayo sobre las líneas paralelas, y en una carta<br />
dirigida a H.K. Schumaker le dice:<br />
Después de haber meditado durante casi cuarenta años sin escribir nada dors<br />
me he tomado la molestia al me<strong>no</strong>s de poner por escrito algunas de mis ideas,<br />
con el fin de que <strong>no</strong> desaparezcan conmigo.<br />
Este mismo, Gauss co<strong>no</strong>ce los trabajos de Ja<strong>no</strong>s Bolyai, a través de un libro<br />
que le envía su padre, y en una carta dirigida a éste, le comunica sus propios<br />
trabajos sobre el tema y reivindica la propiedad de sus descubrimientos:<br />
Si digo que soy incapaz de elogiar este estudio, quizás le extrañe. Pero <strong>no</strong><br />
puede ser de otra manera, porque ello equivaldría a alabar mis propios trabajos.<br />
En efecto, el enfoque preconizado por vuestro hijo y los resultados que<br />
ha obtenido coinciden casi enteramente con las ideas que han ocupado mi<br />
espíritu desde hace 30 o 35 años. No tengo la intención de publicar estas<br />
meditaciones durante mi vida, pero he decidido escribirlas para que puedan<br />
conservarse. Es, en consecuencia, una sorpresa agradable para mí ahorrarme<br />
este trabajo, y me llena de alegría el pensamiento de que es precisamente el<br />
hijo de mi amigo de siempre el que me ha suplantado de forma tan <strong>no</strong>table. . .<br />
En 1831, Wilhelm Weber llega a Gotinga como profesor de física, ocupando<br />
el puesto de Tobias Mayer. Gauss había co<strong>no</strong>cido a Weber en 1828 y apoyó este<br />
<strong>no</strong>mbramiento. Gauss había trabajado en física antes de 1831, publicando Uber<br />
ein neues allgemeines Grundgesetz der Mechanik y Principia generalia theoriae<br />
figurae fluidorum in statu aequilibrii which discussed forces of attraction. Estos<br />
trabajos estaban basados en la teoría del potencial de Gauss, de gran importancia<br />
en sus investigaciones en física. Gauss pensaba que su teoría del potencial<br />
ysumétodo de los mínimos cuadrados proporcionaban una relación vital entre<br />
la ciencia y la naturaleza.<br />
En 1832, Gauss y Weber comenzaron a estudiar la teoría del magtesimo terrestre,<br />
después de que Alexander von Humboldt intentase obtener la ayuda<br />
de Gauss para construir una red de puntos de observación magnéticos alrededor<br />
de la Tierra. Gauss se interesó por este tema, y publicó tres importantes trabajos:<br />
Intensitas vis magneticae terrestris ad mensuram absolutam revocata (1832),<br />
Allgemeine Theorie des Erdmagnetismus (1839) yAllgemeine Lehrsätze in Beziehung<br />
auf die im verkehrten Verhältnisse des Quadrats der Entfernung wirkenden<br />
Anziehungs- und Abstossungskräfte (1840).<br />
27
Figura 4: Gauss en 1832<br />
En 1837, Weber fue forzado a abandonar Gontinga cuando se vio envuelto en<br />
una disputa política, y desde entonces la actividad de Gauss decreció. Aunque<br />
parece ser que siguió trabajando con asiduidad, <strong>no</strong> se animaba a publicar los<br />
resultados que obtenía. Algunas veces se sintió muy complacido por los avances<br />
realizados por otros matemáticos, especialmente por Eisenstein y Lovachevsky.<br />
Después de 1850, el estado de su corazón se deterioró rápidamente y debió reducir<br />
considerablemente sus actividades. En 1851 Gauss aprobó la tesis doctoral<br />
de Riemann sobre los fundamentos del análisis complejo y en 1854 asiste feliz a<br />
la lección inaugural de Riemann en Gotinga. Su salud se deterioró lentamente y<br />
murió en la cama el 23 de febrero de 1855.<br />
Figura 5: Gauss en su madurez<br />
Dos de los últimos estudiantes de doctorado de Gauss fueron Moritz Cantor<br />
y Dedekind, que describió a su tutor con las siguientes palabras:<br />
28
. . . usualmente se sentaba en una actitud confortable, con la mirada baja, ligeramente<br />
inmóvil y con las ma<strong>no</strong>s sobre su regazo. Hablaba bastante libremente,<br />
con mucha claridad, de forma simple y llana: pero cuando quería destacar<br />
un nuevo punto de vista. . . entonces levantaba su cabeza, se volvía hacia alguien<br />
de los que estaban sentados a su lado y lo miraba fijamente, con ojos<br />
penetrantes, mientras duraba su alocución. Si procedía a realizar una explicación<br />
acerca de los principios de desarrollo de unas fórmulas matemáticas,<br />
entonces se levantaba y, con una postura muy erguida, escribía en una pizarra<br />
detrás de él con su particular y esmerada escritura: siempre procuraba<br />
escribir ordenadamente para utilizar el me<strong>no</strong>r espacio.<br />
3.3. LOBACHEVSKI<br />
Nicolai Iva<strong>no</strong>vich Lobachevski (1793-1856), fue hijo de un gobernador oficial<br />
que murió cuando Lobachevski sólo tenía 7 años. Alum<strong>no</strong> de Johann Martin<br />
Bertels (1769-1836), fue amigo y correspondiente de Gauss, y llegó a ser profesor<br />
de la Universidad de Kazán a la edad de veintiún años. De 1827 a 1846 fue rector<br />
de esa universidad, donde permaneció, como profesor y administrador, hasta el<br />
final de sus días, a pesar del hecho de que la escasa apreciación de su trabajo le<br />
entristeció en sus últimos años. Lobachevski recibió una gran formación en las<br />
ideas geométricas, donde las fronteras y las direcciones de investigación eran<br />
controvertidas.<br />
Los revolucionarios puntos de vistas de Lobachevski <strong>no</strong> son fruto de una repentina<br />
inspiración. En un esbozo de geometría que elaboró en1823, probablemente<br />
para usar en clase, Lobachevski decía en relación con el postulado de la<br />
paralelas que “<strong>no</strong> se había descubierto ninguna demostración rigurosas de esta<br />
verdad”. Aparentemente, por esa época Lobachevski <strong>no</strong> excluía la posibilidad de<br />
que una prueba pudiera todavía ser descubierta.<br />
En 1826 sometió a juicio de sus colegas un primer resumen de su nueva<br />
geometría, que él llamaba “geometría imaginaria”, cuyo fundamento reposaba<br />
en el rechazo del postulado de las paralelas y en la hipótesis de que la suma<br />
de los ángulos de un triángulo es me<strong>no</strong>r que dos rectos. Lobachevski estableció<br />
los principios de esta nueva geometría en dos memorias publicadas en la revista<br />
científica de Kazán y en una tercera publicación en el Journal für Mathematik<br />
entre 1829 y 1837. Su trabajo de 1829 atrajo poco la atención cuando apareció,<br />
fundamentalmente porque apareció en ruso, y los rusos que lo leyeron fueron<br />
muy críticos con él.<br />
Lobacheski cambió abiertamente la doctrina kantiana de que el espacio es<br />
una intuición subjetiva. En 1835 escribía:<br />
29
Figura 6: Grabado de Lobachevski (alrededor de 1830)<br />
El poco éxito de los intentos realizados desde Euclides me han hecho sospechar<br />
que la verdad <strong>no</strong> está contenida sólo en los datos, y que para establecerla<br />
es necesario la ayuda de experimentos, por ejemplo, las observaciones<br />
astronómicas, como se realiza en otras leyes de la naturaleza.<br />
Deseoso de dar a co<strong>no</strong>cer mejor su geometría y difundirla entre los geómetras<br />
occidentales, escribió Géométrie imaginaire (Geometría imaginaria), que apareció<br />
en la revista de Crelle en 1837, y la otra en aleman, cuyo título es Geometrische<br />
Untersuchungen sur Theorie der Parallelinien (Investigaciones geométricas sobre<br />
la teoría de las paralelas), publicada en 1840. Gauss comprendió y apreció la<br />
nueva geometría de Lobachevski pero, una vez más, <strong>no</strong> le dió públicamente su<br />
aprobación. Estas es una de las razones por las que la nueva geometría se fue<br />
co<strong>no</strong>ciendo muy lentamente. Lobachevski intentó de nuevo dar a co<strong>no</strong>cer sus<br />
investigaciones geométricas publicando una nueva exposición de su geometría<br />
con el título Pangéométrie, o compendio de geometría fundada en un teoría general<br />
de las paralelas (1855), cuando estaba completamente ciego.<br />
Gauss, Bolyai y Lobachevski se dieron cuenta de que el postulado de las paralelas<br />
<strong>no</strong> podía ser demostrado a partir de los axiomas de la geometría euclídea,<br />
y que era pues lógicamente concebible adoptar una proposición contradictoria y<br />
desarrollar una nueva geometría consecuente y coherente naturalmente a partir<br />
de esos axiomas. El contenido técnico presentado por los co-inventores de esta<br />
nueva geometría es prácticamente el mismo, y está perfectamente desarrollado<br />
en la memoria de Lobachevski del año 1840.<br />
Después de haber hecho una breve exposición de sus investigaciones anteriores,<br />
Lobachevski establece una lista de 15 teoremas de geometría cuya comprensión<br />
juzga esencial antes de abordar la hipótesis que rechaza el postulado<br />
30
de las paralelas de Euclides. A continuación afirma que todas las rectas del<br />
pla<strong>no</strong> que salen de un mismo punto pueden dividirse, con respecto a una recta<br />
dada BC, del mismo pla<strong>no</strong>, en dos clases: las rectas que cortan a BC y las<br />
que <strong>no</strong> la cortan. En esta segunda clase existen dos rectas que constituyen la<br />
frontera entre las dos clases, y que se llaman “rectas paralelas”. Lobachevski<br />
muestra que una recta conserva la característica de paralelismo para todos sus<br />
puntos y que la suma de los tres ángulos de un triángulo <strong>no</strong> puede exceder dos<br />
rectos. Después añade otros teoremas, entre los que se puede citar el siguiente:<br />
“Para todo ángulo dado α existe una recta p tal que π(p) =α”.<br />
Lobachevski pasa a continuación a la geometría esférica, demostrando diversos<br />
teoremas relativos a los triángulos esféricos, a su superficie, e introduce en<br />
particular la <strong>no</strong>ción de línea frontera como un círculo de radio infinito.<br />
Figura 7: Grabado de Lobachevski (alrededor de 1840)<br />
Lobachevski ha sido de<strong>no</strong>minado “el gran emancipador” por E.T. Bell, según<br />
el cual el <strong>no</strong>mbre de Lobachevski debería ser tan familiar a cualquierescolar<br />
como lo son Miguel Angel o Napoleón. Desafortunadamente, Lobachevski <strong>no</strong><br />
fue muy apreciado en vida, hasta el punto que en 1846 fue expulsado de la<br />
Universidad de Kazán.<br />
No sería hasta la muerte de Gauss en 1855, cuando su correspondencia fue<br />
publicada, que la comunidad matemática comenzara a considerar seriamente<br />
las ideas <strong>no</strong> <strong>euclídeas</strong>. Incluso en 1888 Lewis Carroll hacía chistes sobre la<br />
geometría <strong>no</strong> euclídea. Algu<strong>no</strong>s de los mejores matemáticos (Beltrami, Riemann,<br />
Klein, Poincaré) extendieron y clarificaron las ideas de Lobachevski,<br />
aplicándolas a otras ramas de las matemáticas. En 1868, el matemático italia<strong>no</strong><br />
Beltrami resolvió definitivamente el problema del axioma de las paralelas,<br />
al probar que <strong>no</strong> era posible ninguna demostración del mismo. Demostró que<br />
la geometría <strong>no</strong> euclídea era tan consistente como la geometría euclídea, de tal<br />
31
forma que una de ellas <strong>no</strong> podía existir sin la otra.<br />
3.4. ALGUNOS RESULTADOS HIPERBÓLICOS<br />
En esta sección vamos a enunciar algu<strong>no</strong>s resultados que pueden probarse en<br />
la geometría hiperbólica, aunque <strong>no</strong>sotros <strong>no</strong> vamos a proporcionar ninguna<br />
demostración.<br />
PROPOSICIÓN. Existe un triángulo cuyos ángulos suman me<strong>no</strong>s de 180 o<br />
TEOREMA. No existen los rectángulos y en todos los triángulos se satisface que<br />
la suma de sus ángulos es me<strong>no</strong>r que 180o .<br />
COROLARIO. En todos los cuadriláteros se satisface que la suma de sus ángulos<br />
es me<strong>no</strong>r que 360o .<br />
TEOREMA. Si dos triángulos son similares entonces son congruentes.<br />
En otras palabras, el resultado anterior <strong>no</strong> dice que en la geometría hiperbólica<br />
es imposible escalar un triángulo (haciéndolo más grande o más pequeño)<br />
sin deformarlo. En consecuencia, <strong>no</strong> pueden existir las máquinas fotográficas<br />
en un mundo hiperbólico.<br />
TEOREMA. Sil y l ′ son dos líneas paralelas distintas, entonces cualquier conjun-<br />
to de puntos de l equidistantes de l ′ tiene a lo más dos elementos.<br />
El teorema <strong>no</strong>s dice que <strong>no</strong> puede haber más de dos puntos en l que simultáneamente<br />
sean equidistantes de l ′ . Se puede presentar una de las dos<br />
situaciones siguientes:<br />
l<br />
l ′<br />
C<br />
I<br />
A<br />
B<br />
D<br />
B :<br />
A<br />
9<br />
- -<br />
C ′ A ′ B ′ D ′ A ′ B ′ l ′<br />
TEOREMA. Sily l ′ son líneas paralelas para las cuales existe un par de puntos<br />
A y B sobre l equidistantes de l ′ , entonces l y l ′ tienen un segmento<br />
perpendicular común, que además es el segmento más corto entre l<br />
32<br />
l
y l ′ .<br />
TEOREMA. Si dos líneas l y l ′ tienen un segmento perpendicular común MM ′ ,<br />
entonces dichas líneas son paralelas, y el segmento MM ′ es único.<br />
Además, si A y B son puntos en l tales que M es el punto medio del<br />
segmento AB, entonces A y B equidistan de l ′ .<br />
TEOREMA. Para toda línea l y todo punto P que <strong>no</strong> está sobre l, sea Q el punto<br />
sobre l tal que PQ es el segmento perpendicular a l. Entonces exis-<br />
ten dos únicos rayos −→<br />
PX y −→<br />
PX ′ , situados en caras opuestas de la<br />
línea ←→<br />
PQ, que <strong>no</strong> cortan a l y tienen la propiedad siguiente: un rayo<br />
emanando de P corta a l si y sólo si está entre −→<br />
PX y −→<br />
PX ′ . Además,<br />
estos rayos límite están situados simétricamente alrededor de ←→<br />
PQ,en<br />
el sentido que ^XPQ ∼ = ^X ′ PQ.<br />
P<br />
X = ~ X ′<br />
Q<br />
Hemos visto que en la geometría hiperbólica existen dos tipos de líneas paralelas<br />
a una línea l. El primer tipo consiste en líneas paralelas m que tienen una<br />
perpendicular común: m diverge de l en ambas lados de la perpendicular común.<br />
El segundo tipo consiste en paralelas m que se aproximan asintóticamente a l<br />
según una dirección (y, por tanto, contiene un rayo paralelo límite) y que divergen<br />
según la dirección contraria. En este segundo caso, las líneas paralelas l y<br />
m <strong>no</strong> tienen una perpendicular común.<br />
TEOREMA. Sea m una línea paralela a l que <strong>no</strong> contiene un rayo límite paralelo<br />
(en ninguna de las dos direcciones). Entonces existe una perpendicular<br />
común a m y l (que además es única).<br />
Los resultados que acabamos de presentar <strong>no</strong> pretenden ser una colección<br />
exhaustiva de teoremas de la geometría hiperbólica, si <strong>no</strong> sólo poner de manifiesto<br />
el “extraño universo” que se genera con dicha geometría. No obstante, <strong>no</strong><br />
debemos pensar que la geometría hiperbólica está muy lejos de ser cierta o verdadera;<br />
en la próxima sección veremos que con una adecuada definición de los<br />
térmi<strong>no</strong>s primitivos, la geometría hiperbólica puede ser considerada una parte<br />
de la geometría euclídea.<br />
33<br />
-<br />
l
4. LA CONSISTENCIA DE LA GEOMETRÍA HIPERBÓLICA: MO-<br />
DELOS<br />
En la sección precedente hemos introducido la geometría hiperbólica y hemos<br />
presentado, sin demostración, algu<strong>no</strong>s de los resultados o teoremas de esta<br />
nueva geometría, que deben sonar ‘extraños” para alguien acostumbrado a la<br />
geometría euclídea (presumiblemente, todos <strong>no</strong>sotros). Incluso aunque las demostraciones<br />
que pueden hacerse sean rigurosas, siempre <strong>no</strong>s quedará la duda<br />
o la sospecha de que, en el fondo, esta geometría es falsa. Pero, pensemos<br />
en las consecuencias que tendría la falsedad o inconsistencia de la geometría<br />
hiperbólica.<br />
Supongamos que supongo que cuando tiro una piedra, ésta cae “hacia arriba”.<br />
Entonces puede tirar muchas piedras y, salvo un imposible, descubriremos<br />
que nuestra hipótesis es falsa. Ahora bien, ¿qué tipo de experimento podemos<br />
realizar para comprobar que la geometría hiperbólica es inconsistente? En otras<br />
palabras, ¿hay alguna manera de probar que el postulado hiperbólico es falso?<br />
O por el contrario, ¿puedo comprobar, de alguna forma, que es verdadero?<br />
El primer paso que debemos dar es aclarar completamente los térmi<strong>no</strong>s que<br />
estamos utilizando. ¿Qué significan los “puntos”, las “líneas”, las líneas “paralelas”,<br />
etc.? Podríamos pensar, en un primer momento, en los puntos y las<br />
líneas rectas que todos podemos dibujar con un lápiz y una regla. Pero, ¿trata<br />
la geometría de los puntos y las líneas que podemos pintar? La geometría<br />
aplicada (ingeniería), posiblemente sí; pero la geometría pura trata con puntos<br />
ylíneas ideales, es decir, con conceptos, y <strong>no</strong> con objetos. De manera que los<br />
únicos experimentos que podemos realizar con estos conceptos, son experimentos<br />
en nuestra pensamiento. En consecuencia, la pregunta debe plantearse en<br />
los siguientes térmi<strong>no</strong>s: ¿puedo imaginar una geometría <strong>no</strong> euclídea? Los metafísicos,<br />
que así se llamaban los seguidores de Immanuel Kant, elfilósofo más<br />
importante del siglo XVIII, decían que <strong>no</strong>, que el espacio euclídeo es inherente a<br />
la estructura de nuestra mente, y en consecuencia cualquier geometría <strong>no</strong> euclídea<br />
es inconcebible. En este sentido, Gauss, Bolyai y Lobachevski crearon<br />
un “nuevo y extraño universo”.<br />
Los matemáticos rechazamos muchas ideas por varios motivos, bien porque<br />
conduzcan a contradicciones, bien porque <strong>no</strong> conduzcan a resultados brillantes<br />
y de interés. ¿Conduce la geometría hiperbólica a alguna contradicción? Saccheri<br />
pensaba que sí, y trató de probarlo, aunque sin éxito. Pero aun así <strong>no</strong>s<br />
puede asaltar una duda, ¿es posible que Saccheri <strong>no</strong> fuera lo suficientemente<br />
inteligente para encontrar la contradicción, y que un buen día, alguien brillante<br />
34
y genial encuentre el fallo?<br />
Por otro lado, ¿cómo sabemos que la geometría euclídea es consistente? Esta<br />
pregunta nunca tuvo interés antes del descubrimiento de las geometrías <strong>no</strong><br />
<strong>euclídeas</strong>, ya que se pensaba que la única geometría posible era la euclídea, y<br />
que ésta era consistente. Sorprendentemente, si <strong>no</strong>sotros hacemos explícita la<br />
suposición de que la geometría euclídea es consistente, entonces es posible dar<br />
una demostración de la consistencia de la geometría euclídea. Consideremos el<br />
siguiente resultado<br />
METATEOREMA 1. Si la geometría euclídea es consistentes, entonces también lo<br />
es la geometría hiperbólica.<br />
A partir del MetaTeorema anterior, es posible deducir la siguiente consecuencia.<br />
COROLARIO. Si la geometría euclídea es consistente, entonces <strong>no</strong> se puede encontrar<br />
una demostración ni de la verdad ni de la falsedad del postulado<br />
de las paralelas a partir del resto de los postulados; es decir,<br />
el postulado de las paralelas es independiente del resto de postulados.<br />
Supongamos que existe una demostración del postulado de las paralelas. Entonces<br />
la geometría hiperbólica sería inconsistente, ya que contradice un resultado<br />
verdadero. Pero por el MetaTeorema 1, la geometría euclídea debe ser inconsistente.<br />
Por tanto, <strong>no</strong> podemos encontrar una demostración. Por otra parte,<br />
la consistencia de la geometría de Euclides garantiza que lo contrario tampoco<br />
puede ser cierto, lo que finaliza la demostración del corolario.<br />
Por tanto, los 2000 años que los matemáticos se pasaron intentando demostrar<br />
el postulado de las paralelas fueron en va<strong>no</strong>. Era una tarea imposible, como<br />
trisecar un ángulo arbitrario o cuadrar el círculo con la única ayuda de la regla<br />
y el compás. Naturalmente, estas afirmaciones son consecuencia de nuestra<br />
suposición de que la geometría euclídea es consistente. Saccheri, Legendre, Bolyai,<br />
y tantos otros, intentaron demostrar el quinto postulado a partir del resto,<br />
con el loable objetivo de fortalecer y engrandecer la geometría euclídea, y <strong>no</strong> se<br />
dieron cuenta de que en su intento estaban destruyéndola.<br />
Para probar el MetaTeorema 1, debemos preguntar<strong>no</strong>s qué entendemos por<br />
“línea” en la geometría hiperbólica, o por el pla<strong>no</strong> hiperbólico. Una respuesta<br />
honrada sería reco<strong>no</strong>cer que <strong>no</strong> sabemos la respuesta, ya que se trata de una<br />
entelequia, de una abstracción. En realidad, una línea hiperbólica es un concepto<br />
abstracto e indefinido que <strong>no</strong>s recuerda a las líneas <strong>euclídeas</strong>, excepto<br />
35
en que <strong>no</strong> cumplen el quinto postulado. Por tanto, ¿cómo podemos visualizar<br />
la geometría hiperbólica, cuando nuestra visión y nuestra educación (nuestros<br />
sentidos) es euclídea?<br />
La cuestión de “visualizar” la geometría hiperbólica debe pues entenderse<br />
cómo encontrar objetos euclídeos que representen objetos hiperbólicos, es decir,<br />
que debemos encontrar un modelo euclídeo que represente la geometría<br />
euclídea.<br />
4.1. EL MODELO DE BELTRAMI-KLEIN<br />
Consideremos una circunferencia γ en el pla<strong>no</strong>, de centro un punto O y de radio<br />
OR. Entonces el interior de γ es el conjunto de puntos X tales que OX < OR.<br />
O<br />
γ<br />
Los puntos del interior de γ representan, en este modelo, los puntos del pla<strong>no</strong><br />
hiperbólico.<br />
Una cuerda de γ es un segmento AB uniendo dos puntos A y B que están<br />
en γ. Definimos la cuerda abierta, y la de<strong>no</strong>tamos por A)(B,como la cuerda<br />
AB sin los puntos extremos A y B. En el modelo de Beltrami-Klein, abreviadamente,<br />
modelo de Klein, las cuerdas abiertas representan las líneas del pla<strong>no</strong><br />
hiperbólico. La relación “está sobre” tiene la misma interpretación que en la<br />
geometría euclídea: un punto P está enlalínea hiperbólica A)(B si, y sólo si,<br />
está enlalínea ←→<br />
AB y se encuentra entre A y B. La relación hiperbólica “entre”<br />
también se interpreta como la misma relación en la geometría euclídea. La<br />
interpretación de la “congruencia” requiere un poco más de trabajo y esfuerzo.<br />
La siguiente figura justifica inmediatamente que el axioma hiperbólico se satisface:<br />
P<br />
36<br />
X<br />
R<br />
m<br />
n<br />
l
Observamos que las dos cuerdas m y n pasan por el punto P y ambas son paralelas<br />
a la cuerda l, pues <strong>no</strong> tienen puntos en común (recordemos que el pla<strong>no</strong><br />
hiperbólico se circunscribe al interior de la circunferencia). El hecho de que los<br />
segmentos, cuando se prolongan en el pla<strong>no</strong> euclídeo se cortan, es irrelevante.<br />
Una vez que todos los térmi<strong>no</strong>s primitivos han sido rigurosamente interpretados<br />
(a <strong>no</strong>sotros <strong>no</strong>s falta la congruencia), entonces debemos interpretar los axiomas<br />
de la geometría. Por ejemplo, el primer axioma de incidencia de Klein:<br />
AXIOMA I1. Dados dos puntos distintos en el interior de la circunferencia γ, existe<br />
una única cuerda abierta l de γ tal que A y B están sobre l.<br />
Este axioma es un teorema de la geometría euclídea. Una vez que todos<br />
los axiomas de la geometría hiperbólica han sido interpretados como resultados<br />
y teoremas de la geometría euclídea, cualquier prueba de contradicción en la<br />
geometría hiperbólica se podría trasladar inmediatamente a una contradicción<br />
en la geometría euclídea. De nuestro convencimiento en la consistencia de la<br />
geometría euclídea, se deduce que tal prueba de contradicción <strong>no</strong> puede existir.<br />
En consecuencia, si la geometría euclídea es consistente, entonces también lo<br />
es la geometría hiperbólica.<br />
4.2. UN MODELO DE POINCARÉ EN EL DISCO<br />
El modelo de Henri Poincaré del disco también representa los puntos del pla<strong>no</strong><br />
hiperbólico como los puntos del interior de una circunferencia γ, pero las líneas<br />
se presentan de forma bien distinta.<br />
Todas las cuerdas que pasan por el centro O de la circunferencia (es decir, los<br />
diámetros abiertos de γ) representan líneas. Las otras líneas son arcos abiertos<br />
de circunferencias que intersecan ortogonalmente a γ, en el sentido euclídeo del<br />
térmi<strong>no</strong> ortogonal.<br />
l<br />
O<br />
m<br />
γ<br />
Para ser más precisos, sea δ una circunferencia ortogonal a γ. Entonces la<br />
37<br />
δ
intersección de δ con el interior de γ define un arco abierto m, que por definición<br />
representa una línea en el modelo de Poincaré. En consecuencia, una línea de<br />
Poincaré, una P-línea, es o bien un diámetro abierto o bien un arco abierto m<br />
ortogonal a γ, como se indica en la figura anterior.<br />
¿Cómo se interpretan las otras relaciones indefinidas de la geometría? Un<br />
punto interior a γ “está sobre” una P-línea si está sobre ella en el sentido euclídeo.<br />
De manera análoga, la relación “entre” tiene el mismo significado que en<br />
el caso euclídeo.<br />
La interpretación de la “congruencia” tiene dos partes diferenciadas: la difícil<br />
(la relativa a la congruencia de segmentos) y la fácil (la que se refiere a la congruencia<br />
de ángulos). Esta última tiene el mismo significado que en el caso<br />
euclídeo, lo que supone la principal ventaja de este modelo respecto del modelo<br />
de Klein.<br />
De manera totalmente análoga a como se ha hecho con el modelo de Klein,<br />
es posible trasladar, a través de este modelo, todos los axiomas de la geometría<br />
hiperbólica a teorema de la geometría euclídea. En consecuencia, el modelo<br />
de Poincaré <strong>no</strong>s proporciona una nueva demostración de que si la geometría<br />
euclídea es consistente, entonces también lo es la geometría hiperbólica.<br />
Veamos a continuación algunas figuras que ilustran algu<strong>no</strong>s de los resultados<br />
más característicos de la geometría hiperbólica, que presentamos en la sección<br />
anterior.<br />
P<br />
γ<br />
A B<br />
O l<br />
La figura anterior ilustra los rayos límite paralelos. Como línea l hemos escogido<br />
el diámetro abierto A)(B; los rayos son los arcos circulares que cortan<br />
la recta ←→<br />
AB en A y B y son tangentes a dicha línea en esos puntos. Puede observarse<br />
que estos rayos se aproximan asintóticamente a l conforme <strong>no</strong>s vamos<br />
acercando a los puntos A y B.<br />
La siguiente figura ilustra dos P-líneas con una perpendicular común. El<br />
dibujo muestra que m diverge de l por ambos lados de la perpendicular común.<br />
38
P m<br />
O l<br />
Finalmente, la siguiente figura ilustra un cuadrilátero de Lambert, donde<br />
puede comprobarse que el cuarto ángulo es agudo.<br />
O l<br />
Cuadrilátero de Lambert<br />
Añadiéndole su imagen reflejada en un espejo puede obtenerse un cuadrilátero<br />
de Saccheri.<br />
O<br />
Cuadrilátero de Saccheri<br />
4.3. UN MODELO DE POINCARÉ EN EL SEMIPLANO<br />
Poincaré fue capaz de diseñar otro modelo para la geometría hiperbólica, donde<br />
el pla<strong>no</strong> hiperbólico se identifica con los puntos de un semipla<strong>no</strong> determinado<br />
por una línea euclídea fija. Para fijar las ideas, y si utilizamos coordenadas<br />
cartesianas, es usual considerar con pla<strong>no</strong> hiperbólico el siguiente conjunto:<br />
H = {(x, y) :y>0}<br />
39
Las líneas hiperbólicas, en este modelo, pueden ser de dos tipos:<br />
(1) rayos emanando de puntos situados sobre el eje x y perpendiculares a dicho<br />
eje;<br />
(2) semicircunferencias en el semipla<strong>no</strong> superior con centro un punto en el eje<br />
x,<br />
Las relaciones de incidencia y “entre” tienen la misma interpretación que en<br />
la geometría euclídea. En este modelo, los ángulos se miden de la misma manera<br />
que en el caso euclídeo, lo cual se indica diciendo que este modelo es conforme<br />
al euclídeo, o bien que ambos modelos son conformes.<br />
4.4. EQUIVALENCIA DE LOS MODELOS<br />
Ya hemos descrito, aunque sea muy brevemente, tres modelos distintos para la<br />
geometría hiperbólica. Quizás estemos sorprendidos, ya que <strong>no</strong> sólo hemos sido<br />
capaces de encontrar “mundos” donde la geometría es hiperbólica, y <strong>no</strong> euclídea,<br />
si<strong>no</strong> que hemos propuesto tres modelos. U<strong>no</strong> puede sentir que dichos modelos<br />
son distintos, por las diferencias entre las definiciones de líneas, incidencia, y<br />
demás térmi<strong>no</strong>s y relaciones primitivas. Pero, realmente, ¿son diferentes los<br />
modelos?<br />
Vamos a “demostrar” (quizás sería más adecuado decir, “insinuar” o “esbozar”)<br />
que los tres modelos son isomorfos, en el sentido matemático de que existe una<br />
correspondencia biyectiva entre cada dos modelos que preserva los térmi<strong>no</strong>s y<br />
relaciones primitivas (puntos, líneas, “sobre”, “entre” y “congruente”).<br />
4.4.1. EQUIVALENCIA ENTRE LOS MODELOS DE KLEIN Y EL DISCO DE POINCARÉ<br />
Consideremos el pla<strong>no</strong> como el pla<strong>no</strong> XY dentro del espacio euclídeo tridimensional<br />
y sea una esfera, del mismo radio que el disco de Klein, que sea tangente<br />
al pla<strong>no</strong> en el origen.<br />
40
Proyectamos ortogonalmente el modelo de Klein en el hemisferio sur de la esfera.<br />
Mediante esta proyección, las cuerdas del disco se transforman en arcos de<br />
circunferencias ortogonales al ecuador de la esfera. A continuación proyectamos<br />
estereográficamente desde el polo <strong>no</strong>rte de la esfera en el pla<strong>no</strong> original. Tras la<br />
proyección, el ecuador de la esfera se transforma en una circunferencia de radio<br />
mayor que la circunferencia original del modelo de Klein, y el hemisferio sur se<br />
transforma en el interior de dicha circunferencia. Si el disco original representa<br />
el modelo de Klein, entonces el disco resultante de las dos transformaciones<br />
anteriores representa el modelo de Poincaré.<br />
4.4.2. EQUIVALENCIA ENTRE LOS MODELOS DE POINCARÉ<br />
Para poder visualizar una transformación de un modelo en otro, debemos identificar<br />
el pla<strong>no</strong> euclídeo con el pla<strong>no</strong> complejo, de forma que un punto del pla<strong>no</strong> es<br />
un número complejo z = a+ib. Podemos definir la siguiente aplicación ϕ : D → H<br />
dada por<br />
z + i<br />
ϕ(z) =−i<br />
z − i<br />
Entonces dicha correspondencia transforma los térmi<strong>no</strong>s y relaciones primitivas<br />
del modelo de Poincaré en el disco en los correspondientes del modelo del<br />
semipla<strong>no</strong> de Poincaré.<br />
4.4.3. CONCLUSIÓN<br />
En realidad, puede probarse que todos los posibles modelos de la geometría hiperbólica<br />
(es decir, los que hemos expuesto y cualquier otro que <strong>no</strong>sotros u otros<br />
puedan concebir) son isomorfos entre sí, es decir, los axiomas de la geometría<br />
hiperbólica son categóricos.<br />
La afirmación anterior también es cierta para la geometría euclídea, y puede<br />
41
probarse introduciendo coordenadas cartesianas en el pla<strong>no</strong>. Del mismo modo,<br />
la naturaleza categórica de la geometría hiperbólica puede probarse introduciendo<br />
las coordenadas de Beltrami en el pla<strong>no</strong> hiperbólico (y para ello debemos<br />
introducir primeramente la trigo<strong>no</strong>metría hiperbólica).<br />
42
5. CONCLUSIONES<br />
Hemos visto en la sección precedente que si la geometría euclídea es consistentes,<br />
también lo es la geometría hiperbólica. Recíprocamente, puede probarse<br />
que si la geometría hiperbólica es consistentes, entonces le ocurre lo mismo<br />
a la geometría euclídea. Así pues, lógicamente hablando, o si se quiere,<br />
matemáticamente hablando, ambas geometrías deben ser consideradas al mismo<br />
nivel. Sin embargo, es evidente que todos “sentimos” que la geometría hiperbólica<br />
es una creación de la mente humana, mientras que la geometría euclídea<br />
representa acertadamente nuestro mundo. Y aquí es donde <strong>no</strong>s debemos<br />
plantear una pregunta de implicaciones filosóficas tremendas: ¿Cuál es la geometría<br />
del espacio físico?, ¿Qué leyes geométricas rigen nuestro mundo?<br />
Cuando se aplican varias teorías matemáticas para explicar un fenóme<strong>no</strong><br />
o situación física, <strong>no</strong>s interesa la teoría que explique mejor o que concuerde<br />
más con los hechos físicos observados, y que resista adecuadamente la clase de<br />
pruebas que habitualmente se hacen sobre las hipótesis en cualquier campo de<br />
la investigación científica.<br />
No es difícil darse cuenta que las geometrías descritas se adaptan significativamente<br />
bien a nuestro espacio físico pequeño, y en consecuencia podemos<br />
ver<strong>no</strong>s tentados a proporcionar una respuesta vaga e indeterminada. Por ejemplo,<br />
en distancias pequeñas, como las que se utilizan en la arquitectura y en<br />
la ingeniería, como las que usamos diariamente todos, hay evidencia más que<br />
suficiente para considerar a la geometría euclídea como la que mejor se adapta<br />
a nuestras necesidades. Sin embargo, cuando las distancias son e<strong>no</strong>rmes, como<br />
las consideradas en astro<strong>no</strong>mía, el ajuste de la geometría euclídea ya <strong>no</strong> es tan<br />
bue<strong>no</strong>.<br />
Consideremos las líneas como las trayectorias de los rayos de luz. ¿Cómo<br />
podríamos verificar la clase de geometría en que vivimos? Pues parece razonable<br />
intentar medir los ángulos de un triángulo y ver si <strong>no</strong>s encontramos con un defecto<br />
o con un exceso de 180o . Una prueba de esta naturaleza fue imaginada y<br />
realizada por el genial matemático Gauss, utilizando un triángulo cuyos vértices<br />
eran los picos de tres montañas. Los resultados del experimento, sin embargo,<br />
<strong>no</strong> fueron concluyentes. ¿Por qué? Por que cualquier experimento físico involucra<br />
un error experimental, debido a la falta de exactitud del aparato medidor,<br />
a la falta de condiciones para realizar el experimento, a errores de medición por<br />
nuestra falta de pericia, etc. Gauss <strong>no</strong> encontró ninguna desviación de 180o ,<br />
más allá del error probable de la medición.<br />
Debido a los posibles errores experimentales de medición, <strong>no</strong> existen experi-<br />
43
mentos físicos que <strong>no</strong>s permitan concluir si el mundo en que vivimos es euclídeo<br />
o hiperbólico. Es decir, es imposible determinar si la geometría de nuestro espacio<br />
físico es euclídea o <strong>no</strong> euclídea. Como todas las mediciones comprenden<br />
suposiciones, tanto de carácter físico como de tipo geométrico, un resultado observado<br />
puede explicarse de muchas maneras. Imaginemos una discrepancia<br />
observada en la suma de los ángulos de un triángulo: podríamos explicarla conservando<br />
la geometría euclídea pero cambiando alguna ley de la óptica. Imaginemos,<br />
por el contrario, que nunca encontrásemos una discrepancia; podríamos<br />
explicarla con una geometría <strong>no</strong> euclídea con algu<strong>no</strong>s ajustes en nuestra concepción<br />
de la materia.<br />
Esta última afirmación es, de hecho, la actitud científica actual. Según los<br />
“descubrimientos” de Einstein, el espacio y el tiempo son inseparables, y la geometría<br />
del espacio-tiempo se ve afectada por la materia, de tal forma que incluso<br />
los rayos de luz están curvados por los efectos gravitacionales. Es decir, el espacio<br />
<strong>no</strong> es un ente absoluto que <strong>no</strong> se ve afectado por lo que contiene; el problema<br />
es mucho más complicado que lo que Euclides o Lobachevski pudieron imaginar,<br />
pues de hecho ninguna de sus geometrías es adecuada para describir nuestra<br />
concepción actual del espacio.<br />
La respuesta de Poincaré a la pregunta que <strong>no</strong>s planteábamos al principio es<br />
la siguiente:<br />
Si la geometría fuese una ciencia experimental, entonces <strong>no</strong> sería una ciencia<br />
exacta y estaría sometida a una revisión continua.. . . Por tanto, los axiomas<br />
geométricos <strong>no</strong> son ni intuiciones sintéticas a priori ni hechos experimentales.<br />
Son, simplemente, convenciones. Nuestra elección, entre todas las posibles<br />
convenciones, está determinada por hechos experimentales; pero permanece<br />
libre y sólo está limitada por la necesidad de <strong>no</strong> obtener ninguna contradicción.<br />
Por tanto, los postulados permanecen rigurosamente verdaderos incluso<br />
cuando las leyes experimentales que los motivaron son sólo aproximaciones a<br />
la realidad. En otras palabras, los axiomas de la geometría <strong>no</strong> sólo definiciones.<br />
En consecuencia, qué debemos pensar ante la pregunta: ¿Es verdadera<br />
la geometría euclídea? No tiene sentido. Podríamos pensar también si el sistema<br />
métrico es verdadero y los viejos pesos y medidas son falsos; si las<br />
coordenadas cartesianas son verdaderas y las coordenadas polares son falsas.<br />
Una geometría <strong>no</strong> puede ser más verdadera que otra: sólo puede ser más<br />
conveniente.<br />
Para la topología terrestre, para la construcción de los edificios y puentes, para<br />
el diseño de automóviles y aviones, en general para nuestra vida ordinaria, la<br />
geometría euclídea es la más conveniente, porque es la más sencilla de manejar<br />
y <strong>no</strong>s proporciona una descripción de la realidad muy acertada.<br />
44
Sin embargo, en otras situaciones existen otras geometrías más aceptables.<br />
Por ejemplo, Einstein encontró que para dar soporte a sus teoría física de la<br />
relatividad ninguna de las geometrías clásicas eran adecuadas, y adoptó la geometría<br />
riemanniana como el modelo matemático que describía acertadamente el<br />
mundo físico que su teoría proponía.<br />
Estudios de mediados de siglo acerca del espacio visual (el espacio psicológicamente<br />
observado por personas de visión <strong>no</strong>rmal) han llegado a la conclusión<br />
que puede ser descrito de la forma más conveniente a través de la geometría<br />
hiperbólica.<br />
Como resumen y conclusión, podemos afirmar que <strong>no</strong> existe una geometría<br />
(más) verdadera, si<strong>no</strong> una geometría (más) conveniente, y esta conveniencia<br />
depende de la aplicación en la que vaya a ser utilizada.<br />
45