You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Vestían de modo elegante y no tenían el aire de quien<br />
viajaba por primera vez, ni daban la impresión de estar<br />
resignados a no regresar.<br />
Pedí a mi madre si podía ir allá arriba, pero un hombre<br />
uniformado que me había escuchado, dijo que no era<br />
posible.<br />
Cuando nos alejamos, cuando ya no se veía más el<br />
puerto, comenzamos a regresar, uno por uno, abajo de la<br />
cubierta. También las gaviotas, que nos habían<br />
acompañado, abandonaron nuestro rumbo para escoltar<br />
otro buque a vapor, en dirección a la costa.<br />
El lugar donde nos habíamos alojado, junto a otras<br />
personas, tenía el techo bajo y estaba mal iluminado.<br />
Estábamos incómodos, no había lugar para moverse y los<br />
colchones, arrojados sobre tablas de madera, estaban<br />
sucios. En el alboroto general habíamos colocado como<br />
pudimos nuestro equipaje; las cajas de madera a lo largo<br />
del pasillo, las maletas, en cambio, debajo de las camas.<br />
Mi madre estaba angustiada por el hecho que nos<br />
hubieran separado. Yo, por ser pequeño, junto a mis<br />
hermanas, tuvimos la suerte de estar con ella. Mis<br />
hermanos más grandes, en cambio, dormían en el lado de<br />
los hombres. Nuestra familia era muy unida y ella no<br />
soportaba la idea de estar lejos de sus hijos. Tenía miedo<br />
de que nos perdiéramos o nos cayéramos al mar. No sabía<br />
que el peligro era otro. En aquellos tiempos, era fácil<br />
enfermarse durante la navegación. Muchos niños no<br />
llegaban a destino a causa de epidemias que nacían sobre<br />
los navíos.<br />
Aquella tarde convocaron en el comedor a todas las