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Rivera, Andrés – Cuentos escogidos [pdf] - Lengua, Literatura y ...

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—Él le pega, papá.<br />

—Ya me lo dijiste, muchacho.<br />

—¿Le digo a él que vos decís que se vaya?<br />

—No, Carlos. Si necesitara decir eso, se lo diría yo mismo.<br />

La muchacha del quinto y su acompañante alto y buen mozo apagan la<br />

lámpara de pie y se sientan delante de la pantalla del televisor.<br />

La muchacha y su acompañante se abrazan. Él besa a la muchacha en el<br />

cuello. La mano de la muchacha se posa en la bragueta de su acompañante. La<br />

mano de la muchacha queda ahí, como una mancha, iluminada por la<br />

parpadeante luz del televisor.<br />

—...Le pregunté si te quería, y ella dijo sí. Y a él lo querés, le pregunté.<br />

También, dijo ella. A los dos, les pregunté. Cuando seas grande, vas a entender,<br />

dijo ella. No quiero entender, dije yo.<br />

Carlos mira las gafas negras de Greta Garbo, el rictus inviolable de sus<br />

labios, y dice:<br />

—Me anoté para aprender yudo.<br />

—Yudo, ¿eh? Leí, en algún lado, que es un deporte dialéctico... ¿Y para<br />

qué vas a aprender yudo?<br />

—Para defenderlo al Jorge.<br />

—Y a vos, ¿quién te defiende?<br />

—A mí nadie me pega.<br />

Carlos aparta mi brazo de sus hombros y se acerca a la mesa. Golpea una<br />

tecla en la máquina de escribir. Otra. Y otra. Y escucha.<br />

—Una Corona no es una guitarra digo.<br />

—No —sonríe Carlos.<br />

—No —digo yo—. Una Corona no es una guitarra.<br />

—Papá...<br />

—Sí.<br />

—Volvé.<br />

—No... Soy tu amigo, Carlos. Y hay cosas que un amigo no le hace a otro<br />

amigo. Volver sería una de esas cosas que un amigo no debe hacer a otro amigo.<br />

Carlos se queda allí, en el centro de la habitación, entre el sable bayoneta y<br />

la ventana, midiéndome.<br />

—Rengueás —dice Carlos.<br />

—El tobillo. Pronto voy a estar bien.<br />

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