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Rivera, Andrés – Cuentos escogidos [pdf] - Lengua, Literatura y ...

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El país de los ganados y las mieses<br />

En París, los trenes del metro marchan sobre ruedas de goma, los teléfonos<br />

funcionan, la luz abunda, los vinos se dejan tomar, y las personas civilizadas y<br />

cultas gozan de respeto, consideración e, incluso, atención médica, excepto<br />

africanos, extranjeros de indescifrables y crueles latitudes y candidatos al<br />

manicomio.<br />

—Nosotros somos argentinos —dijo Antonio—. Quedate. Llueve; y yo no<br />

tengo linterna.<br />

—Los yuyos están así de altos —murmuró Lola—. Tendríamos que<br />

mudarnos.<br />

—¿Escuchás a los perros? —preguntó Antonio.<br />

—Sí —dije.<br />

—La gente los encierra de noche. Se ponen como locos. Pero uno se<br />

acostumbra a oírlos. ¿No es cierto que uno se acostumbra, Lola?<br />

—Pablo dice que no importa —suspiró Lola, y la fatiga, como una sombra,<br />

descendió sobre su cara. O ya estaba allí, y yo no la vi. O esa cara ansiaba,<br />

desesperada, exponerse a las luces del sol—. Ellos dijeron: múdense. Venían y<br />

decían: múdense. Bajaban del auto y decían: múdense. Y, después, subían al<br />

auto, y sonreían, y las gomas, al ponerse en movimiento el auto, desparramaban<br />

barro y agua podrida para el lado de la calle, y para el lado de la vereda... Nos<br />

dijeron eso de mudarnos no sé cuántas veces.<br />

—Oh, Lola —gimió Antonio.<br />

—¿Qué te hicieron en ese sanatorio? —y Lola se volvió bruscamente hacia<br />

mí, y se esforzó por sonreír, y olvidar el ladrido de los perros, la lluvia y el<br />

barro y los yuyos crecían, salvajes, en las noches de invierno, y a los tipos con<br />

muecas festivas en las bocas, que bajaban y subían de autos rápidos y dóciles.<br />

—Una neumoencefalografía.<br />

Antonio dejó de sumar las monedas que había sacado de un bolsillo y alzó<br />

la vista.<br />

—¿Te dolió?<br />

—Fueron amables. Sus reflejos funcionan, me avisaron. Tome esta píldora y<br />

ésta. Contrólese. Electroencefalograma cada doce meses. No se olvide.<br />

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