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Rivera, Andrés – Cuentos escogidos [pdf] - Lengua, Literatura y ...

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Me reí: los tipos como yo no gritan ni lloran. Se ríen cuando se ríen.<br />

—¿Decía, mi amigo? —preguntó el asesor de la intervención militar, algo<br />

preocupado, como si, turbado, hubiese descubierto que yo era portador de una<br />

enfermedad contagiosa.<br />

—No dije nada, señor... En verdad, señor, no tengo nada que decirle —y<br />

me di vuelta, y me olvidé de la olvidable fotografía.<br />

Al salir del local del sindicato, tropecé con Blas. De él no me olvidé, y<br />

tampoco ahora, cuando contemplo su barriga y su sonrisa astuta, aporteñada,<br />

en la pantalla del televisor. Y miré, en el televisor, a un hombre sensato en su<br />

casa, una casa que se tasó en 350.000 dólares. Y siempre argentino, Blas. Y<br />

patriota. Argentino y patriota.<br />

Lo paré a Blas, entonces, a dos pasos de la puerta del sindicato:<br />

—¿Y, Blas?<br />

—Vení, vení...<br />

Blas me tomó de un brazo y, después de mirar a un lado y a otro de la<br />

calle, acercó su boca a mi oído:<br />

—Nos preparamos, hermano, para la vuelta del General.<br />

—¿Vos, Blas? ¿Vos? ¿Vos y quiénes más?... Blas: ¿cuándo van a dejar de<br />

cagarnos la vida?<br />

—Pará, pará...<br />

Al otro día, en el vestuario de la fábrica, pocos minutos antes de las cinco<br />

de la mañana, di cuenta de mi excursión turística por el sindicato.<br />

El petiso gimió. Y en el silencio que se levantó en el vestuario, en el frío de<br />

esa mañana, el petiso volvió a gemir. Gimió como un animal. Nos quedamos<br />

allí, las manos en los bolsillos de los pantalones y overols de trabajo, y nadie lo<br />

miró.<br />

Demetrio consiguió la changa a las diez de la mañana. Se levantó a las<br />

nueve, desayunó, y bajó del colectivo después de cruzar los límites de la ciudad.<br />

A las once y veinte paró uno de los telares: se le habían roto más de treinta<br />

hilos. Escuchó el lento fluir de la sangre en los dedos, y escuchó al patrón del<br />

taller deje todo como está no lo necesito.<br />

Viejo, dé parte de enfermo.<br />

Nunca me enfermé.<br />

Vaya al oculista, viejo: cuarenta y siete mil pasadas no es producción.<br />

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