09.05.2013 Views

Contra todo pronóstico

Contra todo pronóstico

Contra todo pronóstico

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

46<br />

LISA KLEYPAS<br />

para ti, está bien. Pero tú tendrás que aceptar la clase de vida que yo puedo<br />

proporcionarte. Eso significa nada de aceptar regalos como mansiones, lujosos<br />

carruajes o cosas similares por parte de tu familia.<br />

Lydia separó los labios para argumentar en contra, pero luego cerró la boca.<br />

Si eso era lo que él necesitaba para conservar su orgullo y su autoestima, ella<br />

tendría que adaptarse a ello. ¿Por el amor del cielo, cuánto necesitaba ella para<br />

ser feliz? Ella tendría su trabajo, y una vida confortable y, lo más importe de <strong>todo</strong>, un<br />

marido que la amaba. Esto era infinitamente mejor que la vida lujosa pero vacía<br />

que tendría como Lady Wray.<br />

Fue hacia él y colocó sus brazos alrededor de su cintura, emocionada por la<br />

libertad de poder tocarlo.<br />

— ¿Y que pasa con el dinero que gano con mi trabajo? ¿Tienes alguna<br />

objeción si nos quedamos con él?<br />

Él frunció el ceño.<br />

— ¿Es una pregunta hipotética, o realmente has ganado algo?<br />

Ella hizo un modesto encogimiento de hombros.<br />

—He ganado un poco por aquí y por allí, inventando cosas. El año pasado<br />

diseñé un transmisor modificado para la compañía de telégrafos... y tengo una idea<br />

acerca de la propulsión atmosférica...<br />

— ¿Cuánto has ganado hasta ahora? —preguntó él con desconfianza.<br />

—Solamente unos miles.<br />

— ¿Cuántos miles?<br />

—No más de... digamos, unos veinte. —La suma no era nada comparada con<br />

la fortuna de los Craven, pero Lydia sabía que una persona corriente consideraría<br />

esto una cantidad considerable.<br />

Jake cerró los ojos y apuró el resto de su vino.<br />

—Lo siento —dijo Lydia a toda prisa—. Es sólo que parece que los Craven no<br />

podemos estar sin hacer dinero. Está mi padre, desde luego, y luego mi madre ha<br />

ganado bastante con sus novelas, y el año pasado a mi hermano Nicholas se le<br />

metió en la cabeza la idea de abrir una empresa de transportes de barcos<br />

propulsados...<br />

— ¡Nicholas tiene solo dieciocho años! —dijo él, mirándola con evidente<br />

incredulidad.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!