7. - Euskerazaintza

52 MANUEL DE LEKUONA.—OBRAS COMPLETAS
Presente Venerabili Martino Garsie de Viana Archidiaeono Nage-
rensi in Ecclesia Calagurrintana Procuratore dicti Dni. Episcopi, et pre-
sente Roderico Petri de Lupidana Procuratore dictorum Clericorum,
qui... Presentibus ad hoc specialiter vocatis et rogatis venerabilibus Fer-
dinando Tellii, Decano Ecclesie Palentine, et Archidiacono de Triviño
Ecclesie Burgensis, Fratre Jacobo Natalis, Fratre Gundisalvo de Ferra-
riis Ordinis Frarum Minorum, Sociis predicti Dni. Archiepiscopi; Tellio
Fernandi Canonico Ecclesie Legionis, Petro Bereti (?) Can. Ecclesie Ta-
rraconensis, et discretis viris Gundisalvo Fernandi, Socio Ecclesie Sego-
viensis, Garsia Petri Rectore Ecclesie Pinoulmorum (?) et Socio predic-
te Ecclesie Segobiensia, Johane Petri Socio predicte Segob. Ecclesie,
Sancio Martini Canonico Armentie, Gulielmi (?) Iurisperito de Vitoria,
Sancio Gundisalvi Archipresbitero de Antoyana et Socio Calagurritano,
Johane Petri Clerico de Vitoria, et pluribus aliis.
Signatura 474.— Supresión del Arcedianato de Vizcaya en Calahorra.
Obispo, D. Almoravid del Karte. Año, 1295.
[Decreto de supresión del Arcedianato de Vizcaya en Calahorra, ŕir-
mado en Viana. A 9 de Febrero de 1295, Por Almoravid del Karte.
Habiendo entrado en Vizcaya el Obispo D. Aznar Diaz (1238-1263)
quisieron obligarle a conferir Ordenes fuera del tiempo. Pi-ometió el
Obispo hacerlo al día siguiente; pero aquella noche huyó.
En su persecución mataron a un hombre a quien creyeron el Obis-
po disfrazado. Apresaron y azotaron a su Capellán y a un monje de su
séquito, que, llevados al monte Gorbea, fueron rescatados por fuerte pa-
go de dinero.
Varios Arcedianos han sido arrojados de Vizcaya y aun maltratados,
porque querían cumplir con su cometido; y uno de ellos, Uamado Pe-
lagio, fue muerto.
El propio hijo del Señor de Vizcaya, D. Fernando López, Arcediano
de Vizcaya en la Catedral calagurritana, cuando visitó el Arcedianato,
como exhortase a pagar los Diezmos y las Primicias, fue amenazado y
obligado a no tratar de ello, advirtiéndole que le perdonaban, porque
era hijo del Señor.
Por todo ello, y porque Clérigos y laicos estaban obstinados y eran
desobedientes y rebeldes e impedían al Obispo ejercer su Jurisdicción