7. - Euskerazaintza

GACETILLAS CALAHORRANAS 475
nuestro Carmen, concretamente sobre que estos se levantasen religiosamente
a media noche a cantar los Maitiúes. Cierto, a media noche doblaba
indefectible la campanita del Convento extramuros; pero quizás todp
se reducía a eso. "En el Convento calagurritano no se cantaban los
Maitine.s .a.;itiedia noclie, como anunciaba la campanita conventual...
campanita que la tocaría un leguito... y nada más".
Y a tanto llegó su sospecha que una noche, calladamente se salió
de su Palacio Episcopal sobre las once y media, y —era valiente— él
solo, atravesando el Arrabal y luego el Río por el Puente del viejo Hospital,
se encaminó a la placituela del Convento... Donde, en efecto, pudo
comprobar que toda la Comunidad —entonces muy numerosa— entonaba
solemnemente el Invitatorio...
•No debió volver a su Palacio, confuso precisamente de su incredulidad
el buen Obispo. Quizás era que alguien había soplado al oído del
vigilante Prelado la especie oprobiosa contra la Comunidad... Y no estaba
de más, que el Obispo se cerciorase...
Más tarde, sin embargo, serenado y mejor aconsejado, pensó haber
incurrido en un grave pecado de desconfianza y suspicacia contra un
réspetable Instituto. Y, en reparación dispuso que —como castigo de su
incredulidad y desmedida suspicacia— a su muerte fuese enterrado en
la Iglesia del Carmen; mas no en el Presbiterio v. gr., sino al pie de
la puerta de acceso al Coro de los Padres, donde todos ellos al entrar
al canto de las Horas Canónicas a la fuerza tuviesen que hollarlo con
sús pies.
Tal es la leyenda del Obispo suspicaz.
En efecto, el enterramiento del distinguido Prelado, está en el muro
de la Iglesia, que más directamente cae debajo del acceso al Coro
Alto... al pie de la Iglesia, en el rincón más insignificante de ella, preso
entre un Confesoíiario y el úHimo Altar del lado izquierdo, Altar de
Ntra. Sra. de Lourdes.
El Sarcófago, materialmente empotrado en el grueso del muro, es de
alabastro de Quel, y en su frente ostenta el escudo de los Mena y Borja
y una breve inscripción latina con el nombre y los títulos del sepulto.