7. - Euskerazaintza

GACETILLAS CALAHOHRANAS 473.
cosas. Lá hatalla de Vitoria cohcretamente sabemos dejó en Vitoria un
buen número de obras de arte, que al francés no le fue posible llevarse
en su derrota y precipitada huída a su país. Quizás ocurrió algo parecido
en Caiahorra. Una huída precipitada. Desde luego nuestro cuadro tiene
dimensiones que hacen un poco dificultoso un rápido transporte en una
huída de un ejército. Por otra parte su valor como obra de arte explicaría
su pŕesencia en nuestra ciudad durante la ocupación francesa, como
uH rico despójo de los muchísimos que entonc.es se debieron registrar desde
el año de 1808 hasta el de 1813.
"•jNcr sería todo esto suficiente explicación al problema que decimos?
Calahorra, Agosto de 1951.
/ EL CALAHORRANO POETA PRUDENCIO
Un recuerdo al Poeta Prudencio —al Píndaro cristiano que dijo
Erasmo— es de lo más indicado en un pregón de las Fiestas Patronales
en honor de los Santos Mártires de Calahorra. Y no solo porque, como
nuestros Santos, también él fue calahorrano y además el primero y el
más entpnado cantor del Martirio de sus paisanos San Emeterio y San
Celedonio, sino también porque este año precisamente se celebra el décimosexto
centenario de su nacimiento en Calahorra.
En efecto el gran calahorrano que fue Aurelio Prudencio Clemente,
nacido en nuestra Ciudad —la Calagurris romana— el año de 348, escribió
al principio de su famosísimo libro de himnos sacros Uamado el
Peristéphanon, el himno Scripta sunt coelo en honor de los Mártires del
Cidacos. Era el tributo de paisanaje que el calahorrano dedicaba a los
Santos de Calahorra. El libro contiene himnos famosísimos a San Lorenzo,
San Vicente, Santa Eulalia, San Casiano, San Román, los Mártires
de Zaragoza... Pero a la cabeza de todos está el de nuestros San Emeterio
y San Celedonio. Y no porque éstos fuesen anteriores en tiempo ni más
famosos que todos los otros por su martirio; sino sencillamente porque
Húestro Poeta se hallaba sentimentalmente más unido a ellos que a todos
los demás. Unido por vínculo de paisanaje.
Peŕó nó era éso solo. Era que además el recuerdo de los Santos
Galahorranos se hallaba vinculado a la vida de Prudencio mucho más