7. - Euskerazaintza

A5t> MANUEL DE LEKUONA. OBRAS COMPLETAS
Envocionaido y emocionar en las páginas 100 de la misma obra :
"Tanto se çonmovió el General... que muy emocionado, dijo; 101: Así
nos lo prometió muy emocionado"; 346 : Y muy emocionadas me dijeron";
71 : "Y todos se emocionaron'''.
Descristianizar en la pág. 34, de Escritos y en la 225 de Profecías :
"Porque nuestro común enemigo lo que más persigue es descristianizar
la familia".
Misionar en la 393, de Profecías : "Porque estaba casi siempre misionando
fuera de Zaragoza".
Tibiai en la 376, de Profecías : "Un sacerdote tibial en esos sitios...
son (sic) el descrédito".
Expuesto en varios pasajes, vid. pág. 357, de Profecías: "Tengan
Expuesto los jueves y viernes todo el día".
Explotar en la pág. 60, de Escritos Póstumos y 296 d.e Profecías :
"El rico quiere explotar al pobre".
Fijarse, en la pág. 46 de Escritos y la 245 de Profecías : "Fíjate bien
en esta Imagen desamparada llena de viUpendios y oprobios".
En buena crítica la presencia de una sola) de estas palabras es capaz
de destruir la autenticidad de un escrito que se exhibe como de fecha
anterior a la mitad del siglo XIX. Cuánto más cuando son varias las
palabras de este corte admitidas en el texto.
Porque, nótese bien que ninguna de estas palabras es expresiva de
una nueva devoción que sea menester exprsearla con una palabra también
nueva, como ocurriría, v. gr., con el "Amor Misericordioso". Si se
tratase de una devoción nueva que se profetiza, entonces si sería muy obvio
que se profetizase también la palabra con que habría de dsignarse, es
decir, que se anticipase su uso en el escrito profético. Pero no es así; se
trata mas bien de conceptos corrientes —salvo si se quiere lo de la explotación—
conceptos corrientes que antes se expresaban con otra palabra,
y hoy preferentemente con las que emplean los escritos.
Las precedentes palabras son de las que ciertamente de ningún modo
pudo emplearlas la M. Rafols ni nadie que escribiese en sus días.
A ellas cabe añadir ahora una buena lista de otras que muy diídosamente
pudieron ser empleadas por una religiosa de su condición; porque,
si bien ellas estaban en uso en la fecha en que se supone escribía