7. - Euskerazaintza

384 MANUEL DE LEKUONA.—OBHAS COMPLETAS
trañeza de nadie, el benjamín de la noble familia de los Oñaz y Loyola,
pudo ser criado del Duque de Arévalo, como después lo sería del de
Nájera.
Ahora, eso sí, serviría en menesteres muy en consonancia con el
rango de su procedencia, y sobre todo en consonancia con sus aficiones
favoritas, que parece fueron de escribiente de buena caligrafía, hasta
con fantasía en su oficio, condiciones que lo harían eminentemente útil,
sobre todo en la administración de las rentas de la Ducal Casa y en la correspondencia
epistolar del Señor, y quizás en la Biblioteca de la Casa,
para copiar códices manuscritos, con arte de buen pendolista... Todo
ello mezclado con ocupaciones más cortesanas de circunstancias, como
las justás y torneos y las cacerías clamorosas del Señor con sus amigos,
y las récepciones de la pequeña verdadera Corte de los Arévalo, a donde
acudirían quizás y sin quizás personajes de la Real Casa. Príncipes y
Princesas—én alguna de las cuales alguna vez puso el muchacho sus atrevidos
ojos— ...Que cierto, no habría sido mozo de cuadra precisamente...
pero criado, sí en la forma probable que decimos...
He ahí, pues, no solo explicado el problema, sino encajada perfectamente
la verdadera figura del Iñigo de Loyola "sirviendo"...
EL ESPIRITU DE SERVICIO DE S. IGNACIO
En este punto de nuestras explicaciones, —añadíamos— si nosotros
fuésemos una vez más el propio P. Larramendi, sí que una vez más nos
lanzaríamos a otro género de aplicaciones, que. quizás no estarían mal
traídas del todo aquí.
Es el caso que, en la obra ignaciana de sus Ejercicios Espirituales
hay uh punto que a nosotros se nos antója no suficieñtemente explicado
todavía : es la printera frase de su Principio y Fundamento : "El hombre
es ci'iado para alábar, hacer reverencia y servir a Dios". Y no es que en
este momento vayanios a hacer hincapié en lo de "criado"; aun prescindiéhdo
de esta palabŕa, hay en esta proposición ignaciána mucho que
revela el espíritu de servicio en el Autor de los Ejercicios. "Espíritu de
seŕvicio". . En buena Teología, parece que el prinçipio y fundámento
de toda la vidá óristiana debía formularse más fundamentalmente diciendo
v. gr. que el hombre és hacido pará dreer, esperar y amar a