7. - Euskerazaintza

382 MANUEL DE LEKUONA. OBRAS COMPLETAS
: Nosptros, yisto el caso de nuestra M. Cándida, podríamos casi decir
que el Señor, que en el caso de San Vicente dispuso y permitió que el
Santo Fundador pagase aquel tributo e hiciese aquella concesión a una
exigencia. de la sociedad francesa del siglo XVII, sin embargo eii el caso
de nuestra M. Cándida quiso romper aquel molde y dar otra lección
muy distinta a nuestro cristianismo del siglo XIX y XX, de reconocimiento
de la misma o idéntica dignidad social del servicio como del "no
servicio"; para lo cual, como nuestro P. Larramendi diría gráficamente,
el Señor no tuvo que hacer más que doblegarse y ajustarse al conçepto
guipuzcoano sobi-e esta materia.. El servicio no degrada, ni inhabilita
lo más mínimo, no ya para ingresar en un Instituto Religioso, pero ni
para ser su Fundadora, como lo fue nuestra M. Cándida por disposición
maravillosísima del mismo Señor...
Este concepto tan guipuzcoano y tan cristiano, halla espléndida confirmación
en hechos muy granados, relacionados con la historia dé Guipúzcoa.
Desde luego, el autor de la Crónica de los Reyes Católicos, Hernando.del
Pulgar hace una referencia a nuestra Provincia, en relación precisamente
con el servicio doméstico, que hace muy a nuestro propósito.
En una carta que dirige al Gran Cardenal de España D. Pedro G. de
Mendoza, aludiendo a la persecución que en su tiempo se cebaba contra
los judíos —^el Cronista es de raza judía, de familia de neo-conversos—
haçe una referencia marginal al antisemitismó de los guipuzcoanos, de
loscuales critica agriamente su actitud opuesta al matrimonio con los
neo-conversos judíos, como que no consienten que sus hijas hagan alianzas
matrimoniales con ellos, arguyéndolos de inconsecuencia y falta de
lógica, por cuanto que, teniendo tanto escrúpulo para el matrimonio,
no^lo tenían, sin embargo, ninguno para que dichas sus hijas fuesen a
servir en las casas de los mismos judíos, a cuyos hijos recusaban para
yernos. ,
Al sagaz Cŕoriista le parecé todo ello falta de lógica; pero quizás
no To fueáe tanto, por la consécuencia tan grave qúe en la faz del Fuero
d'e la Tiéri-a encéŕŕaba un contrato matrimoniál con ún cristiano nuevo,
•erx coñrparación cón un contráto de servicio domésticó en el seno de una
familia de neb-conversos. Pero pará nuestro caso, el testimoñio es de gran
valor, por cuanto que recoge lo que decimos, de la gran costurhbre gui-