7. - Euskerazaintza

MADHE CANDIDA DE BERROZPE M
son solariegos, es decir, proceden de un solar, solar que impone su nombre
a los originariós de él.
Y decimos que és poquísimo lo que conocemos de tan importante
iamilia. Lo que conocemos, digo, en Guipúzcoa. Porque en Navarra sabemos
que tiene un gran renombre el apellido Berrozpe, sobre todo en
la Merindad de Tudela.
Yo no sé qué sino ha perseguido a los apellidos más ilustres de Andoáin,
que tres de los derivados de los solares andoaindarras más destacados,
Leizaur, Bazcardo y Berrospe, los tres han lucido muchísimo más,
y son mucho más conocidos, en Navarra que en Guipúzcóa, es decir, más
afuera, que en el propio país donde radican los correspondientes solares
de Berrospe, Bazcardo y Leizaur.
Leizáur, Lizaur o Lizaor, que de todas estas maneras se lee, es u'n
apellido muy numeroso y muy ilustre en Navarra y aun en la Rioja.
Otro tanto cabe decir del apellido Bazcardo, que en Navarra y la
Rioja hizo ilustre y conocidísimo un artista, un escultor del siglo XVI-
XVII, Joanes de Bazcardo, de quien la Rioja y Navarra están muy ufanas
de poseer preciosas çbras de arte en los monumentales retablos de sus
iglesias. Lizaor es apellido ilustre en la vida civil. Bazcardo en la vida
artística. Los dos radicados en Andoáin, pero paseándose gloriosos por el
mundoj;fuera del pueblo de origen.
Parecida cosa ocurre también c.on el apellido Berrozpe. Apellido
que lo han ostentado con mncha ufanía personajes muy conspicuos de
la historia de Tudela en los siglos XVI y XVII sobre todo.
Les contaré un suceso. Al haber de averiguar cuál era el escudo de
los Berrospe de Andpáin, cuando se iba a ináugurar la obra actual del
año de 1946, un amigo de la casa recnrrió a mis scrvicios para fijar aquel
detalle. Se había recurrido ya a los heraldistas de San Sebastián; y éstos
habían apurado todas las fuentes d.e información, con un resultado
dolorosamente uegativo, cuando el amigo que digo, me habló del caso.
Iŕo me encontraba en el mismo trance de los ;
heraldistas donostiarras,
sin saber a dónde reçurrir. Pero una feliz casualidad —más en cristiano,
una feliz pTovidencia^— quiso' que por aquellos mismos meses, examinando
unos papeles sueltos del siglo XVI, del Archivo Catedral de Calaho-
Era, diese yo con una fiŕma Berrozpe, más un sello del mismo apellido
al pie del documénto. Naturalmente me faltó tiempo para hacer un calco
del sello en cúestión, el cúal, remitido al entrañable amigo, sirvió,