7. - Euskerazaintza

248 MANUEL DE LEKUONA. OBRAS COMPLETAS
La Villa de Santo Domingo (fundada entre los años 1072-1109 por
el Santo del mismo nombre, en terrtorios cedidos por Alfonso VI con
fines de mejora de los itinerarios de peregrinación santiaguista a través
de la Rioja) era por aquellas fechas de moda y de gran atracción. La
idea de Alfonso VIII de un traslado a la Calzada, además de sedante
de las continuas fricciones najarenses, era una idea muy halagadora aun
en otros sentidos más positivos para los Prelados calagurritanos.
Ya para aquellas fechas había cundido profundamente en el ánimo
de todos el pensamiento de un traslado de la Sede a fuera de Calahorra,
no ya solo de hecho, sino aun oficial y de derecho. Calahorra —sobre
todo después de la anexión del Obispado de Armentia, que Uegaba hasta
el Cantábrico— resultaba punto muy descentrado para el gobierno de la
Diócesis, además de estar situado en frontera de moros (que aún continuaban
de asiento en la próxima Tudela), aparte de cierto aire de insalubridad
que se le venía atribuyendo. Santo Domingo era un punto de
residencia episcopal muy más indicado. Mucho se tardó, sin embargo, en
ejecutar el plan adoptado. Fue el Prelado D. Juan Pérez de Segovia
(1224-1237) quien dió verdadera forma al pensamiento, solicitando del
Papa Honorio III la competente autorización.
El Papa dio su anuencia a 5 de Noviembre de 1224, a condición de
que se explorase previamente la voluntad del Cabildo de Calahorra. En
Santo Domingo existía también ya para entonces un Cabildo Colegial,
que igualmente fue consultado, siendo su voto favorable en definitiva,
lo mismo que el de los Canónigos calaguritanos.
Con todo, la realización del plan autorizado por Roma se tardó aún
hasta el año de 1232-1234. Sin duda había muchas dificultades y resistencias
que superar.
* * *
Corrían los funestos tiempos de las Investiduras. Los Príncipes se
apoderaban violentamente de las Temporalidades de las Iglesias. La Iglesia
estaba a la sazón riñendo una de las grandes batallas de su Historia.
Santo Domingo era una Ciudad mimada de los Reyes y de las almas ge-
(1) JOSE ZUNZUNEGUI, Las Iglesias de Vizcaya y Alava a principios del siglo
XIII. Separata de Idearium, Vitoria, pág. 6.