Programa en PDF - Fundación Juan March
Programa en PDF - Fundación Juan March
Programa en PDF - Fundación Juan March
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
sical difer<strong>en</strong>te. La línea de bajo ti<strong>en</strong>e un diseño desc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te<br />
l<strong>en</strong>to por grados conjuntos de cuatro notas que se repite obsesivam<strong>en</strong>te<br />
como un ostinato por debajo de una línea vocal<br />
maravillosam<strong>en</strong>te lírica y variada. El texto es estrófico, de<br />
modo que estamos ante un “aria” <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido que t<strong>en</strong>ía el<br />
término a comi<strong>en</strong>zos del siglo XVII; pero también podría llamarse<br />
un aria tal y como <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos hoy la palabra.<br />
Los compositores de una g<strong>en</strong>eración anterior, como el compositor,<br />
organista y violinista Tarquinio Merulo (que trabajó<br />
fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Lombardía y <strong>en</strong> el Véneto), e incluso<br />
Monteverdi, se <strong>en</strong>contraron de algún modo atrapados <strong>en</strong>tre<br />
los anteriores estilos de canción a solo y estos otros v<strong>en</strong>ecianos<br />
más novedosos. Compositores más jóv<strong>en</strong>es como<br />
Giovanni Felice Sances y B<strong>en</strong>edetto Ferrari, que se trasladaron<br />
ambos desde Roma hasta V<strong>en</strong>ecia (aunque Sances viajaría<br />
luego a Vi<strong>en</strong>a), eran más adaptables. Monteverdi t<strong>en</strong>día<br />
a resistirse: la “lettera amorosa” (una carta de amor) de su<br />
Séptimo Libro de madrigales (1619) está escrita <strong>en</strong> un recitativo<br />
al uso. También escribió relativam<strong>en</strong>te pocas canciones a<br />
solo, la mayoría de las cuales se publicaron <strong>en</strong> colecciones de<br />
otros compositores: la excepción es su colección de Scherzi<br />
musicali de 1632, que consistió claram<strong>en</strong>te <strong>en</strong> un int<strong>en</strong>to de<br />
llegar a un mercado popular. Pero no pudo evitar dar a sus<br />
competidores más jóv<strong>en</strong>es una o dos lecciones. “Quel sguardo<br />
sdegnosetto”, por ejemplo, constituye una perfecta ilustración<br />
de cómo convertir un aria estrófica <strong>en</strong> algo que se<br />
hace eco con una mayor sutileza de los matices del texto. Y<br />
aún nos aguarda un ejemplo incluso más evid<strong>en</strong>te de impartir<br />
lecciones.<br />
Ostinatos obstinados<br />
Los compositores de música instrum<strong>en</strong>tal t<strong>en</strong>ían varias maneras<br />
de construir una pieza <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia de un texto. Las toccatas<br />
se asemejaban a improvisaciones virtuosísticas <strong>en</strong> una<br />
forma libre; el ricercar se valía del contrapunto imitativo (fue<br />
un precursor de la fuga); y los movimi<strong>en</strong>tos de danza partían<br />
de modelos establecidos. Pero las toccatas carecían de<br />
51