Programa en PDF - Fundación Juan March
Programa en PDF - Fundación Juan March
Programa en PDF - Fundación Juan March
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Monteverdi se traslada a V<strong>en</strong>ecia<br />
En su Philosophia cortesana moralizada (Madrid, 1587),<br />
Alonso de Barros inv<strong>en</strong>tó un juego de mesa sobre la vida cortesana<br />
a la manera de las Serpi<strong>en</strong>tes y Escaleras. La peor casilla<br />
para caer <strong>en</strong> ella era la número 43: “Tu patrón muere”, lo<br />
cual te mandaba de vuelta a la casilla número 1.<br />
Monteverdi debe de haber s<strong>en</strong>tido que los dados se volvían<br />
<strong>en</strong> su contra cuando el duque Vinc<strong>en</strong>zo Gonzaga murió <strong>en</strong> febrero<br />
de 1612: <strong>en</strong> el verano de ese año ya había sido despedido<br />
de su puesto <strong>en</strong> Mantua. Sólo un año después se convocó un<br />
puesto apropiado, como maestro di cappella <strong>en</strong> la Basílica de<br />
San Marcos de V<strong>en</strong>ecia: Monteverdi se pres<strong>en</strong>tó a la audición<br />
y le ofrecieron el trabajo. Se trasladó a V<strong>en</strong>ecia a comi<strong>en</strong>zos<br />
de octubre de 1613 y permaneció <strong>en</strong> la ciudad durante el resto<br />
de su vida.<br />
El modo de gobierno para la ciudad de V<strong>en</strong>ecia y su territorio<br />
<strong>en</strong> tierra firme (el Véneto) era un tanto único <strong>en</strong> Italia: se<br />
trataba de una república, <strong>en</strong> vez de estar sometida al gobierno<br />
de un duque hereditario. No contaba, por tanto, con una corte,<br />
y se esperaba que el patriciado v<strong>en</strong>eciano se comportara<br />
con un modesto decoro <strong>en</strong> vez de <strong>en</strong>tregarse a lujosos disp<strong>en</strong>dios.<br />
V<strong>en</strong>ecia también se <strong>en</strong>orgullecía de su indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de<br />
Roma y del papado, por un lado, y de las superpot<strong>en</strong>cias europeas<br />
(España, Francia y el imperio de los Habsburgo), por<br />
otro. Esto le creó <strong>en</strong> ocasiones problemas a Monteverdi, que<br />
seguía si<strong>en</strong>do un ciudadano mantuano y sometido, por tanto,<br />
a los Habsburgo (tales eran los duques Gonzaga). Pero, a t<strong>en</strong>or<br />
de todos los testimonios, se <strong>en</strong>contraba feliz <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ecia,<br />
donde le pagaban bi<strong>en</strong> y donde se s<strong>en</strong>tía valorado.<br />
Otra v<strong>en</strong>taja adicional de V<strong>en</strong>ecia para Monteverdi –así lo<br />
afirmó él mismo– eran las frecu<strong>en</strong>tes oportunidades para el<br />
trabajo indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te lucrativo <strong>en</strong> la ciudad. Esto se debía,<br />
<strong>en</strong> parte, al gran número de iglesias e instituciones conexas<br />
49